"El confinamiento aumenta la vigilancia del agresor sobre su víctima, que estará más sometida debido a una reducción de su capacidad de movilidad"

El confinamiento ha puesto más de relieve algunas situaciones de gravedad, como es el caso de las mujeres que sufren violencia de género que se han visto recluidas en sus hogares con sus propios agresores, poniendo aún más en peligro sus vidas, o el de las personas usuarias de drogas, algunas de las cuales reciben tratamiento en viviendas tuteladas por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), servicio que se ha tenido que adaptar a las nuevas circunstancias en la atención a estas personas, sin que su tratamiento se vea afectado. Así lo señalan nuestros compañeros Gemma Maudes, psicóloga y subdirectora del Área de Drogas, Género y Familias de la FSC y Fran Calvo, Doctor en Psicología, psicopedagogo, educador social y director del Piso Terapéutico “Cosmos” de FSC, en una entrevista realizada recientemente en la revista “Independientes” especializada en adicciones.

- ¿Cómo os habéis adaptado a las nuevas necesidades que se han dado a raíz de la alerta sanitaria? 

La situación de confinamiento ha implicado que las personas que atendemos de manera ambulatoria en los servicios de drogodependencias de FSC deban permanecer en sus casas. Nos preocupan las personas que tienen poco apoyo familiar y en las que, por sus circunstancias, el apoyo profesional es de suma importancia, pero también nos preocupa el caso de las mujeres que padecen violencia de género y que han quedado recluidas con sus agresores en los domicilios, limitando así las ya de por sí reducidas posibilidades de protección en algunos casos y expuestas a mayor riesgo de violencia.

En el caso de los servicios residenciales, los usuarios/as pudieron decidir voluntariamente confinarse en los centros, al ofrecerles estos un espacio de seguridad, o dado que tenían un apoyo familiar débil o por ser personas que vivían solas, o bien decidieron volver con sus familias de forma temporal, hasta el final de esta excepcionalidad.

En cualquiera de los casos, nos pusimos a trabajar en los servicios en la adaptación de los tratamientos y modelos de seguimiento a la nueva realidad, generando espacios de seguimiento telefónico, así como recursos de intervención asincrónica como actividades de tipo didáctico o participación en seguimientos individuales o grupales, a través de diferentes servicios de mensajería instantánea o de videollamadas.

- ¿Qué riesgos tienen las mujeres que sufren violencia de género al quedar recluidas en casa con sus agresores? 

Cuando pensamos en nuestro hogar, es probable que sintamos que se trata de un lugar que nos da protección, seguridad y un espacio de intercambio y compañía con las personas que convivimos en él. Pero es muy probable que cualquier persona que haya vivido estos días de confinamiento pueda estar de acuerdo con que se da más contacto con el núcleo familiar, con una reducción de las actividades sociales y de espacio propio, y con ello, puedan amplificarse tensiones o aumentar la sensación de irritabilidad. La mayor parte de los colegios de psicología describen este hecho como parte del proceso de reclusión y, por esta misma razón, se invita a que planifiquemos y busquemos actividades y rutinas que hagan más llevadera esta situación.

Pero para estas mujeres, estos espacios se convierten en un lugar de riesgo con la aparición de las conductas violentas. Y más aún, si estas quedan invisibilizadas o impunes. Las mujeres que padecen violencia, están más expuestas a su agresor en esta situación de confinamiento.

Por otro lado, el hecho de que el confinamiento reduzca los contactos sociales, reduce asimismo la posibilidad de que las mujeres que padecen maltrato puedan denunciar esta situación. Además, aumenta la vigilancia del agresor sobre su víctima, que estará más sometida por una reducción de su capacidad de movilidad. Somos conscientes de que la cuarentena dificulta la presentación de denuncias y, por tanto, deja más invisibilizados aún los casos de aislamiento de estas mujeres y sus hijos e hijas.

- ¿Qué ocurre cuando se da un consumo de drogas por parte de la mujer que sufre violencia o del hombre que la ejerce?

 Se pueden dar diferentes situaciones. Una de ellas tiene que ver con el hecho de no poder acceder de forma habitual a las sustancias como consecuencia del confinamiento. Este hecho puede incrementar el malestar asociado a la abstinencia, cosa que en sí misma ya amplifica este malestar.

Por otro lado, el hecho de estar más tiempo en casa puede generar un tipo de consumo en reclusión que quizá no se da tanto en un momento de más actividad laboral, generando más intoxicaciones y más riesgo en situaciones de violencia.

Pero si nos centramos en el ámbito de violencia que sufren las mujeres, podemos caer en hacer una interpretación de que las mujeres sufren esta violencia por la drogodependencia o por el uso de sustancias, y no directamente por ser una razón de género. Esta violencia de género es una violencia específica hacia las mujeres por parte de los hombres, fruto de un sistema estructural desigual entre hombres y mujeres, donde la interseccionalidad con el consumo es muy elevada.

El consumo de sustancias, que provoca alteraciones de conciencia, desinhibición o disminución de la capacidad de reacción, favorece la aparición de la violencia estructural contra las mujeres. 

- ¿Qué se puede hacer ante algo así en las circunstancias actuales?

Es importante mantener los canales de atención a los servicios de forma normalizada, desplegar recursos de atención de urgencia y mejorar los canales virtuales de contacto con los casos susceptibles de padecer violencia, o aquellos ya detectados como víctimas.

De hecho, nuestros servicios ambulatorios de atención a la mujer (puntos de encuentro, centro de día, servicio de atención psicológica, etc.), no han dejado de funcionar, manteniendo el canal de comunicación con las profesionales referentes en todo momento y en situaciones como la de ahora, aún más. 

- ¿Cómo realizáis el seguimiento en los pisos tutelados en los que se ofrece un servicio de atención a las drogodependencias? 

 Los equipos profesionales hicieron y están haciendo grandes esfuerzos para adaptar sus horarios a las nuevas necesidades, tratando de permanecer menos tiempo en el centro para evitar el riesgo de contagio, y seguir trabajando, con la misma calidad, desde casa.

Las profesionales contactamos a diario -incluso varias veces al día- con las personas que tenemos asignadas como referentes y realizamos un seguimiento individualizado. Varias veces por semana hacemos seguimientos a través de videollamada, trabajando en la misma línea que cuando trabajamos en persona, tratando de que se sigan empoderando para poder afrontar las situaciones de riesgo asociadas a su adicción.

Curiosamente, la situación de confinamiento está generando otras situaciones a las que la persona debe dar respuesta, propiciando espacios de reflexión con los que trabajar a nivel de tratamiento dicha adicción.

Además, se realizan sesiones grupales de tratamiento varias veces por semana y con profesionales de diferentes perfiles, trabajando multitud de elementos beneficiosos en este proceso como habilidades sociales, herramientas de afrontamiento, estrategias de planificación del tiempo libre, gestión emocional y un gran etcétera. Es decir, hemos adaptado las terapias grupales al espacio virtual y, sobre todo, las personas confinadas en casa con sus familiares, agradecen la posibilidad de verse, aunque sea a través de una pantalla, con las personas que les están acompañando en el tratamiento.

Disponemos, además, de canales de comunicación urgente las 24 horas del día para poder ser atendidas en estos momentos en los que debemos ser especialmente sensibles con el estrés al que están sometidas. 

- ¿Qué diríais que aportan fundamentalmente las nuevas tecnologías en esta situación? 

 Las tecnologías de la información y la comunicación aportan el soporte para que toda esta comunicación no presencial tenga sentido. Dotan del canal comunicativo. Vivimos momentos muy difíciles, pero justamente son estos momentos los que nos dan oportunidades de cambio y maneras de reciclarnos, innovar… Las TICs no pretenden suplir, si no complementar la comunicación con las personas que atendemos en nuestros servicios.

En nuestra entidad, nos hemos adaptado a esta situación ofreciendo una serie de recursos alternativos dirigidos a minimizar el impacto de esta crisis. Y de ahí surge la idea de incorporar las TICS de manera totalmente terapéutica. Es decir, incorporarlas donde las tecnologías de la información y la comunicación son poco habituales, debido a la incomunicación, sobre todo en las primeras etapas de tratamiento (si hablamos de comunidades terapéuticas), dándole un uso terapéutico.

Este es el milagro de estos tiempos. De hecho, estamos tan acostumbrados a hacerlo que no nos damos cuenta, pero siempre se está comunicando. Mis palabras tendrán un efecto en ti (estarás de acuerdo, no lo estarás, te gustará más o menos lo que te digo), pero tendrán un impacto comunicativo que es inherente a las relaciones humanas.

En la Fundación Salud y Comunidad tratamos de hacer beneficiarias de este milagro a las personas con adicciones.


- Acceso a la entrevista íntegra realizada a Gemma Maudes y Fran Calvo:

http://revistaindependientes.com/violencia-de-genero-el-confinamiento-aumenta-la-vigilancia-del-agresor-sobre-su-victima-quien-estara-mas-sometida-a-causa-de-una-reduccion-de-su-capacidad-de-movilidad/


Los Puntos de Asesoramiento Energético de Barcelona inician el servicio de atención telefónica para dar respuesta a la crisis del COVID-19

Los Puntos de Asesoramiento Energético (PAE) del Ayuntamiento de Barcelona ofrecen la información, atención e intervención necesaria, para que las personas puedan ejercer sus derechos energéticos y las compañías no les nieguen el acceso a los suministros básicos. En ellos, se ayuda a racionalizar el uso energético y de agua, y a optimizar las facturas, protegiéndose los derechos de personas en situaciones de vulnerabilidad energética. La Fundación Salud y Comunidad (FSC) gestiona y dirige los PAE en los distritos de Gràcia y Horta-Guinardó, de Barcelona. La atención telefónica en todos ellos se ha iniciado con buenos resultados en este mes de abril.

De acuerdo con las medidas de seguridad por la crisis sanitaria del COVID-19, los PAE iniciaron su propio confinamiento en la modalidad de teletrabajo desde el mismo inicio del estado de alerta. En ese momento, el Ayuntamiento de Barcelona suspendió hasta el 27 de marzo toda atención directa excepto las urgencias. Durante aquellas primeras dos semanas se pudieron acelerar así las gestiones de los expedientes de personas en situaciones más apremiantes, para no dejar a nadie sin suministros básicos.

Con la prórroga del estado de alarma, el servicio se adaptó a la nueva realidad y redefinción los circuitos para poder volver a estar plenamente a disposición de la ciudadanía y retomar su actividad habitual, ofreciéndola en un formato nuevo.

En este sentido, desde principios de este mes, las personas interesadas pueden solicitar asesoramiento energético, a través del teléfono de información 010, e igualmente a través de la página web municipal: https://www.barcelona.cat/covid19/ca/suport-social?p=drets-energetics

Si bien el Real Decreto-ley 11/2020 de 31 de marzo establece la garantía de suministros de energía eléctrica, productos derivados del petróleo, gas natural y agua, la preocupación de muchas personas por su consumo persiste, ya que la permanencia en su domicilio conlleva un mayor consumo y también, proporcionalmente, el aumento del gasto relacionado que se convierte en deuda.

La acumulación de deudas por la imposibilidad de hacer frente a las facturas de suministros es una preocupación constante de muchas personas y familias. Desde los PAE en los distritos de Gràcia y Horta-Guinardó, de Barcelona, que gestiona nuestra entidad, ayudamos a racionalizar el uso energético y de agua, y a optimizar las facturas, protegiendo los derechos de personas en situaciones de vulnerabilidad energética.

Ahora que pasamos más tiempo en casa, también consumimos más energía y agua, siendo un buen momento para ser más conscientes de cómo lo hacemos, y de ajustar nuestros hábitos para ser más eficientes en el ahorro. De esta manera, no solo se logrará disminuir los importes de las facturas, sino también el impacto medioambiental.

Desde los puntos de asesoramiento energético, ofrecemos unos consejos para un consumo más eficiente.


Confinamiento en la exclusión social

Lo primero que aprendes cuando empiezas a trabajar con personas sin hogar es que no es lo mismo un hogar que un techo o que una casa. Aprendes e interiorizas mejor la evolución que ha tenido la definición de este colectivo, basada en el tipo de atención que se les ha ido prestando a las personas sin hogar.

Desde “transeúntes”, porque transitaban de ciudad en ciudad por albergues en los que se les ofrecía tres días de alojamiento y una corta entrevista con “la asistenta social” para ver qué podía hacer por ellos/as, pasando por “sin techo”, cuando los albergues empezaron a ser centros de acogida, centros de día, centros de calor y café, y ofrecían algo más que pernocta y manutención básica; hasta llegar a “persona sin hogar”, que implica un plus cualitativo en la atención, al añadir el término-concepto persona. Ello nos remite a las sensaciones que nos evoca la palabra hogar para evidenciar las carencias de estas personas.

Virginia Wolf decía “en realidad, nada ocurre hasta que se describe”, refiriéndose a las mujeres y a todo lo femenino, al uso del lenguaje neutro que invisibiliza a las mujeres. Con las personas sin hogar pasa un poco lo mismo: no se nombran, no tienen un nombre en concreto, no son “las mujeres”, o “la tercera edad”, o “los hombres”, son personas, población, gente, ciudadanos y ciudadanas… que resulta que no tienen hogar, ni techo, ni casa.

El lenguaje es importante porque estructura la mente, dicen las/os profesionales de la psicología, y porque otorga identidad a las cosas y a las personas. Cuando le dices a una persona sin hogar: “quédate en casa”, estamos multiplicando por cero, estamos multiplicando la invisibilidad. Un mensaje mundial, globalizado como es este, deja fuera una vez más a cada una de las personas sin hogar, a cada una de ellas en la situación que cada una esté viviendo. Es una curiosa paradoja: cuando lo más importante en nuestras vidas es nuestra casa, cuando el mundo se paraliza para cuidarse y protegerse en casa, cuando la casa es la vida, aquellas personas que no tienen una, ni siquiera protagonizan una noticia que dure más de un día, no son prioridad en los debates ni en las medidas que se podrían establecer. La invisibilidad sigue siendo su marca, elevada a la pandémica potencia.

Aquellas personas sin hogar que han tenido la suerte de coincidir en estos momentos, en tiempo y espacio, residiendo en alguno de los servicios gestionados y dirigidos por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), pasará el confinamiento bajo techo, y en el caso del Centro de Acogida para Personas Sin Hogar (CAI) de Alicante, de titularidad municipal, rodeadas de un equipo excelente de profesionales que procura a diario que, además de techo, tengan hogar. Al resto, el “quédate en casa”, les sugiere una vez más que el mundo sigue funcionado sin tenerles en cuenta y que su confinamiento tendrá que ser en la exclusión, su casa es la exclusión.

Un compañero del CAI nos pidió que reflexionáramos sobre esta pandemia para dejar constancia de este mal sueño, de cara al futuro. Una de las preguntas que nos hacía era, ¿qué haces con tu tiempo libre estos días?, otra de mis compañeras argumentaba que con tanto trabajo no tenía tiempo libre. En realidad, creo que no tenemos tiempo libre, tenemos tiempo en casa. Las/os que tenemos casa, y tenemos hogar, ahora más que nunca, la identificamos con nuestra vida, ahora más que nunca vivimos nuestras casas, ya no son únicamente el lugar donde llegar a descansar o donde pasar nuestro tiempo libre o cenar en familia, ahora son nuestro lugar de trabajo, de descanso, de encuentro, nuestro gimnasio, nuestro colegio. Nuestra casa es nuestra vida.

Entonces, ahora más que nunca, me planteo esta pregunta: ¿las personas que no tienen casa acaso no tienen vida? Nosotras/os, las personas con hogar, estamos confinadas en nuestras casas; ellas, las personas sin hogar, siguen confinadas en la exclusión.

Y salimos cada día a aplaudir desde los balcones de nuestras casas, y soñamos y tenemos la confianza plena en que esto pasará, que todo irá bien y que ya queda un día menos. Un día menos para salir de nuestras casas. A las personas sin hogar no creo que les importe mucho que podamos salir de nuestras casas, les importará en la medida en que al mundo le importe que ellas no puedan confinarse en una.  En ellas se ha cumplido aquello de “que paren el mundo, que quiero bajarme”, el mundo ya se ha parado, y las personas sin hogar ya se han bajado, si es que alguna vez estuvieron subidas.


Cristina Jordá Cerdá
Trabajadora Social del Centro de Acogida para Personas Sin Hogar (CAI) de Alicante, gestionado por FSC.


La Red EPF de Voluntariado de FSC recibe una subvención del Cuerpo Europeo de Solidaridad

La Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha recibido recientemente esta ayuda, a través de la Red EPF de Voluntariado, integrada por estudiantes y exalumnado que ha realizado el curso del proyecto “En Plenas Facultades” sobre prevención y reducción de riesgos en el consumo de drogas y promoción de sexualidades saludables en población universitaria. Es la primera vez que nuestra entidad recibe esta subvención del Cuerpo Europeo de Solidaridad (“European Solidarity Corps”), impulsado por la Unión Europea, que ofrece a jóvenes la oportunidad de realizar un servicio de voluntariado en su propio país, en otro país de la Unión Europea o fuera de ella.

 Esta iniciativa se centra en ofrecer oportunidades a jóvenes de entre 18 y 30 años que estén realizando un servicio de voluntariado, que se encuentren en un período de prácticas o que trabajen en el ámbito de la solidaridad, ya sea en su país de procedencia o en cualquier otro. Su objetivo principal es la promoción de la solidaridad como valor, impulsando la participación de los y las jóvenes y las organizaciones, en actividades que sean accesibles y solidarias, con la finalizad de fortalecer la cohesión, la integración social, la ciudadanía y la democracia en Europa.

Gracias a este reconocimiento por parte del Cuerpo Europeo de Solidaridad, la Red EPF de Voluntariado, ha recibido un impulso para seguir trabajando sus bases, su identidad y su plan de acción para la futura implementación de actividades preventivas entre la población universitaria.

La Red EPF se gesta a raíz de la demanda de estudiantes que han hecho el curso y quieren seguir realizando intervenciones preventivas y de promoción de la salud entre sus iguales en las universidades y entorno más cercano, con el objetivo de que los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos durante el curso, se sigan transmitiendo y vayan más allá de las aulas.

Esta nueva red de voluntarias y voluntarios, además de la realización de actividades preventivas propias, siguiendo la línea metodológica “Educación entre Iguales” (“Peer-to-Peer Education”), le ofrece al proyecto EPF continuidad en su labor preventiva y soporte, tanto en su difusión externa como en algunas de las intervenciones que se lleven a cabo, aportando información actualizada de la vida y de los movimientos estudiantiles dentro de la comunidad universitaria.

La Red EPF de voluntariado se alía de esta forma con el proyecto “En Plenas Facultades” para seguir realizando una prevención selectiva, dirigida a grupos que tienen más posibilidades de consumir drogas, los llamados grupos de riesgo, pues los conocimientos adquiridos mediante la participación en los cursos, estarán adaptados a la realidad de cada campus y de cada territorio, con identidad propia.

El Cuerpo Europeo de Solidaridad incentiva la participación de jóvenes con menos oportunidades; por ejemplo, a través de líneas especiales de financiación, desempeñando las organizaciones un papel clave en el funcionamiento del mismo.

La Fundación Salud y Comunidad se ha sumado con gran ilusión a esta iniciativa, de la mano del proyecto “En Plenas Facultades”.


Esta iniciativa es posible gracias al Programa de Promoción, Selección y Capacitación del Voluntariado de FSC subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo a la asignación tributaria de 0,7 del IRPF.


Trabajando juntos para que no haya ningún positivo por COVID-19 en el Centro de Acogida e Inserción para Personas Sin Hogar de Alicante

Desde que se decretó el estado de alerta por la crisis sanitaria hace ya un mes, el equipo de profesionales de este servicio, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), no ha registrado ningún positivo por COVID-19. Ello se debe al intenso trabajo que se lleva realizando desde hace semanas para que las personas sin hogar residentes en el CAI reciban la mejor atención durante este tiempo de confinamiento y se cumpla con las medidas de protección sanitarias para evitar contagios. Cabe destacar que se ha puesto especial atención en las personas con enfermedades crónicas al ser quienes más riesgo de contagio tienen.

El director del servicio, Fidel Romero, ha expresado su satisfacción por estos buenos resultados, si bien incidiendo en el hecho de que, aunque no se ha registrado ningún positivo, ni en residentes ni en trabajadores, “se trata por el momento de un resultado parcial, cuando probablemente aún nos queda cierto tiempo por delante de confinamiento y cabe seguir siendo prudente, en cumplimento de las medidas de protección establecidas”.

“El no haber enfermado hasta ahora es bueno porque nos ha dado mucho margen para organizarnos, algo que resultaba totalmente incierto durante la primera quincena; nos ha permitido incluso poner en marcha servicios básicos externos al centro, como duchas, un nuevo servicio de lavandería fuera del centro y recuperar el equipo profesional de calle. Considero que es un éxito que tiene parte de suerte, pero en el que también es fundamental el trabajo que hemos construido entre todas y todos los profesionales del servicio”, señala Fidel Romero.

Respecto al momento actual en el centro, señala que, tras las primeras semanas en las que se han adaptado protocolos y espacios para guardar las medidas de seguridad, ha ido llegando la calma y las propuestas de actividades que hacen más amenos y llevaderos los días.

En este sentido, según nos traslada, la pasada semana el equipo profesional hizo llegar a los residentes mensajes de ánimo y apoyo, a través de un vídeo. Asimismo, un grupo de residentes, está realizando con la ayuda del integrador social del servicio, un proyecto de cortometraje, donde están grabando su experiencia de cómo están viviendo esta situación.

Por otra parte, además de cubrir las necesidades básicas, para lo cual está siendo muy importante la labor realizada por los equipos de cocina, lavandería y limpieza del servicio, se sigue ofreciendo atención e intervención individual por parte de las y los profesionales de los ámbitos de trabajo social, psicología, enfermería y educación social. Con ello, se está logrando mantener, dentro de las posibilidades, las intervenciones que ya se venían realizando con los planes individuales de inserción sociocomunitarios desarrollados.

Además, el equipo permanente, formado por técnicos auxiliares educativos y subalternos, junto con el equipo técnico, está llevando a cabo un excelente trabajo por mantener un buen ambiente en la convivencia diaria.

Cada profesional del CAI está asumiendo un gran esfuerzo y compromiso en su trabajo que no sería posible sin la dirección del servicio, las diferentes coordinaciones y el área de administración.

“En eso estamos, no alarmados, pero sí en la alerta y con confianza… Confío en nuestra capacidad como equipo, desde la admiración por cuanto hemos hecho en este primer mes; confío, desde la experiencia de la potencia desplegada en estas semanas; confío, a través de las palabras y hechos de los que hemos sido testigos, confío plenamente, aun desde la incertidumbre de lo que nos queda por delante, en que seremos capaces de afrontarla juntos”, expresa en un mensaje de ánimo Fidel Romero.


FSC gestiona un dispositivo de emergencia social en Barcelona dirigido a personas sin hogar para dar respuesta a la crisis del COVID-19

El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha recientemente cinco nuevos dispositivos sociales para atender a personas vulnerables, para que puedan pasar el tiempo de confinamiento, como consecuencia de la pandemia del COVID-19. La Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha iniciado estos días la gestión de uno de estos cinco dispositivos de emergencia, que ofrece 225 plazas dirigidas a personas sinhogar en Fira de Barcelona. En este espacio, se han instalado camas y zonas de servicios, duchas, comedor, descanso y actividades, con el objetivo de garantizar la alimentación, seguridad, higiene y servicios de enfermería a todas las personas acogidas.

Entre estos cinco dispositivos del Ayuntamiento de Barcelona, se encuentra el que gestiona y dirige la Fundación Salud y Comunidad, ya operativo desde hace unos días, con la ampliación del pabellón 7 Victoria Eugenia del recinto de Fira de Barcelona.

Se trata de un dispositivo que cuenta con 225 plazas y que tiene como objetivo principal garantizar un espacio seguro para personas sin hogar que permita realizar un confinamiento en condiciones dignas durante el periodo de estado de alarma, cumpliendo los protocolos y recomendaciones de las autoridades sanitarias.

El servicio pone a disposición de las personas atendidas diferentes prestaciones que puedan garantizar la cobertura de sus necesidades básicas, sanitarias, sociales y emocionales. Concretamente, se trata de un servicio de camas, duchas, ropero, comedor, lavandería, consigna, zonas de descanso y de entretenimiento.

Complementariamente, FSC está desarrollando actividades educativas y preventivas, con el objetivo de generar dinámicas de convivencia positivas, así como de disminuir los posibles estados de ansiedad que pueden provocar el confinamiento y la situación de emergencia sanitaria. Asimismo, en la medida de las posibilidades, se va a realizar acompañamiento educativo y social a las personas atendidas en situación de sin hogar.

El nuevo dispositivo ha sido posible gracias a la colaboración de Fira de Barcelona, la Agencia de Salud Pública de Cataluña, ​​la Unidad Militar de Emergencias (UME), el Ejército de Tierra, Bomberos de Barcelona, ​​Guardia Urbana de Barcelona, Mossos d’Esquadra, y el área de Derechos Sociales de la Ayuntamiento de Barcelona, ​​que han participado en el montaje de la instalación.

Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, con este servicio, que se ha puesto en marcha en el marco del programa impulsado por el Gobierno ante la crisis sanitaria, se pretende asegurar las necesidades básicas sanitarias, de alimentación e higiene de las personas que viven en la calle y de aquellas otras que atraviesan una situación de gran vulnerabilidad.

En los últimos días, Fira de Barcelona ha puesto en marcha diversas iniciativas para contribuir a paliar los efectos de la pandemia, además de la cesión de este palacio en el recinto de Montjuïc para habilitar este servicio.

En el caso del dispositivo gestionado por FSC, se ha procedido a la selección de 60 profesionales sanitarios y psico-sociales, al diseño de protocolos y pautas de intervención, así como a la adquisición de equipamientos y materiales, ensayos de intervención… y a la recepción y acomodación de las personas sin hogar que han ido llegando, pasando a ser usuarias de este servicio, alrededor de 180 hasta el momento. Cabe destacar también el esfuerzo realizado en la selección de voluntariado por parte de nuestra entidad para dar apoyo en este servicio.

Desde la Fundación Salud y Comunidad nos sentimos satisfechos de poder seguir aportando, en colaboración con la administración pública, nuestra experiencia como entidad del Tercer Sector en la gestión de servicios dirigidos a personas vulnerables, agradeciendo una vez más la confianza depositada.


“Quiero dar un mensaje de ánimo a los equipos de profesionales de los centros y servicios gestionados por FSC”

El presidente de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), Francisco González Sedeño, está viviendo el confinamiento por la crisis sanitaria del COVID-19 desde casa, siguiendo el día a día de la actividad de los centros y servicios gestionados por la entidad. A través de esta entrevista, nos explica qué tareas está realizando como presidente de FSC, tratando de infundir ánimo a los equipos profesionales, a los que quiere expresar su especial agradecimiento por su labor en estas delicadas circunstancias.

- ¿Cómo te encuentras de salud?

Afortunadamente, sigo contando con buena salud, manteniendo hábitos saludables.

- ¿Cómo estás viviendo esta situación de crisis sanitaria por la pandemia por el COVID-19?

Con cierta preocupación y sin salir de casa, lo cual me produce cierta inquietud porque me gustaría poder ayudar más a la Fundación Salud y Comunidad en las tareas que realizo en condiciones normales, si bien trato de ayudar en lo que puedo a través de algunas gestiones telefónicas.

En el caso de los centros y servicios que gestiona la entidad, estoy en contacto con las personas que tiene mayor responsabilidad en la gestión y dirección, e informado sobre las diferentes medidas de seguridad que se van tomando para la protección frente a la pandemia.

Además, estoy haciendo seguimiento telefónico, especialmente a los centros de atención a personas mayores, por la especial vulnerabilidad que presenta este colectivo - al cual también pertenezco -  en esta pandemia, tratando siempre de infundir todo el ánimo y la esperanza que puedo.

- ¿Y qué otras tareas realizas desde casa?

Estoy atento al devenir diario de las noticias que se van produciendo, a las redes sociales que también me gusta seguir para estar informado, siempre con el pensamiento de que estos días de confinamiento nos estén sirviendo para adelantar días ganados frente al virus.

- ¿Qué mensaje te gustaría trasladar a los equipos de profesionales de los centros gestionados y dirigidos por FSC?

Me gustaría aprovechar esta oportunidad que me brindáis, que permite reflejar y compartir mi sentir en estos momentos, haciendo llegar un mensaje de ánimo, e igualmente de agradecimiento, a la labor que se está haciendo en esta pandemia en el día a día, desde los centros y servicios gestionados por nuestra entidad. Un mensaje que dirijo a todas las personas que están en primera fila en la labor de atención a los diferentes colectivos vulnerables que atendemos.

Y también, especialmente, mi agradecimiento a las personas voluntarias que siguen realizando su labor de forma altruista, y a las que se han incorporado a nuestra entidad por las necesidades especiales que estamos teniendo estos días en algunos servicios.

– Para finalizar, ¿te gustaría hacer algún otro comentario?

Sí, recordar a todas las personas que puedan leer esta entrevista, que estamos empezando a vencer al virus, por los datos que se están difundiendo en los últimos días, y que eso siempre es esperanzador.

Ánimo a todos/as entonces y gracias por esta entrevista.


Alicante acoge un encuentro de profesionales de los servicios de orientación, inserción e intermediación laboral de FSC

Nuestros compañeros/as de programas de inserción laboral del Área de Inclusión Social y Reducción del Daño en Drogodependencias de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), han realizado una jornada interna para establecer las líneas de trabajo compartidas en nuestra entidad en el acompañamiento de personas en sus procesos de inclusión laboral. El encuentro ha contado con la presencia del director del área, Toni Garín, y con una amplia presencia de profesionales de los diferentes servicios de orientación, inserción e intermediación laboral de Murcia, Alicante y Barcelona.

 FSC es una entidad con una amplia tipología de servicios y ámbitos de intervención, y con una presencia territorial que abarca diferentes comunidades autónomas. Si bien ello dota de riqueza a nuestra entidad, también supone tener que salvar distancias físicas en nuestro día a día para favorecer el vínculo y la labor entre profesionales y los diferentes centros/servicios. En concreto, en el Área de Inclusión Social y Reducción del Daño en Drogodependencias, esta realidad territorial define el mapa de proyectos que configuran nuestro organigrama.

Alicante ha acogido recientemente un encuentro entre los equipos profesionales de los diferentes servicios de orientación, inserción e intermediación laboral de Murcia, Alicante y Barcelona, con presencia de la dirección del área, para llevar a cabo una sesión de trabajo y producción colaborativa.

El objetivo de este encuentro ha sido favorecer el acercamiento entre programas y profesionales para impulsar las sinergias que permitan la creación de conocimiento compartido, a través del intercambio de buenas prácticas y de oportunidades de aprendizaje para enriquecer nuestra intervención en todo lo referente a la inserción laboral.

Fundamentalmente, en relación al acompañamiento de personas en sus procesos de inclusión laboral; el establecimiento de alianzas con empresas para promover la Responsabilidad Social; en lo referente a nuestra actuación como interlocutores con la administración para impulsar acciones de mejora de ocupabilidad y ocupación; y en cuanto a la promoción de la defensa de derechos fundamentales de la ciudadanía, como es el caso del acceso al trabajo en condiciones dignas.

Tras más de 20 años de trayectoria profesional como organización, “atesoramos un amplio capital competencial y de conocimiento, en el ámbito de la orientación y la inclusión laboral, que debe ser transferible y compartido”, reconocen desde el Área de Inclusión Social y Reducción del Daño en Drogodependencias. Los distintos servicios del área cuentan con equipos conformados por perfiles profesionales diversos y complementarios, para favorecer la incorporación de diferentes miradas a nuestra intervención.

En esta primera jornada, hemos tenido la oportunidad de confirmarlo en el encuentro de profesionales de los programas “Jobs” y “Jobs2”, el proyecto de mejora de empleabilidad de personas en riesgo de exclusión a través de sensibilización con empresas, “Let’s Work”, “Incorpora – Reincorpora” y “Làbora”.

La situación de alarma sanitaria actual, nos empuja a abordar la realidad poniendo énfasis en nuestra capacidad de adaptación y de flexibilidad para dar respuesta a necesidades cambiantes. Pero, sobre todo, nos interpela, especialmente al ámbito de inserción laboral, para abordar la transformación del mundo laboral con la que ya nos estamos enfrentando.

Como siempre, las personas a las que acompañamos, que mayoritariamente se encuentran en una situación de mayor riesgo de exclusión, seguirán siendo las más expuestas y las más vulnerables ante este momento de máxima incertidumbre.

Ahora, más que nunca, se hace necesario sumar esfuerzos, intercambiar conocimiento y fortalecer los equipos para dar respuesta desde todos los dispositivos de inserción laboral de la entidad, a este momento de inestabilidad del mercado laboral, en todos los territorios.

Debemos ser más creativos que nunca y hacer uso de todos los recursos disponibles. La tecnología nos está permitiendo estar conectados y seguir adelante con este reto diario, para salvar las distancias y las circunstancias. Desde el ámbito de inserción laboral de FSC, al igual que a nivel del área en su conjunto y de toda la entidad, seguimos adelante con nuestro encargo centrado en la intervención social y con nuestro compromiso con la ciudadanía.


Trayectoria, principios y momento actual de los protocolos de actuación comunitarios ante los abusos sexuales en espacios de ocio

El proyecto Noctámbul@s de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) lleva realizando desde hace años protocolos comunitarios para el abordaje de las violencias sexuales en entornos festivos, a través de una consultoría. Este servicio ofrece apoyo a diferentes administraciones públicas para el desarrollo de políticas orientadas al diseño de recursos técnicos y proyectos específicos de prevención y abordaje de las violencias sexuales en espacios festivos, así como para la realización de proyectos de promoción de la equidad de género.

Los protocolos de abordaje de las violencias sexuales en los espacios festivos constituyen el grueso de proyectos que actualmente está desarrollando la consultoría, con un equipo interdisciplinar que cuenta con una experiencia de 4 años en la dinamización de procesos, diseño de protocolos y desarrollo de las acciones formativas que contemplan los proyectos.

Esta experiencia ha quedado plasmada en la elaboración del documento: “7 pasos para construir un plan de actuación frente las violencias sexuales en espacios festivos. Guía de apoyo técnico para elaborar Protocolos y Planes de actuación municipales ante las violencias sexuales en espacios festivos”, cuya presentación se ha visto aplazada a raíz de la crisis sanitaria del COVID-19 que estamos viviendo y las consecuentes medidas de seguridad y contención de contagio que se están llevando a cabo.

Esperamos poder dar a conocer este proyecto lo antes posible, por la ilusión con la que se ha preparado este documento con el que compartimos nuestra experiencia, pero sobre todo porque deseamos haber superado esta crisis sanitaria a la mayor brevedad y con el menor daño posible. Mientras llega ese momento, queremos compartir la trayectoria y principios que sustentan el desarrollo de los protocolos realizados.

A lo largo de este tiempo, se han desarrollado protocolos comunitarios con financiación, en algunos casos, procedente del municipio o consejo comarcal en el cual se va a aplicar el protocolo; en otros, gracias al apoyo de diferentes administraciones supramunicipales o autonómicas.

Desde 2017, se han elaborado 14 protocolos. Actualmente, nos encontramos en proceso de elaboración de 10 nuevos protocolos de alcance municipal y comarcal. En cada uno de los proyectos, se contempla una fase de diagnóstico que permite identificar las necesidades y particularidades del territorio en el que se va a aplicar el instrumento, en la que nos planteamos las siguientes cuestiones: ¿qué agentes se encuentran presentes?, ¿qué recursos existen para abordar las violencias sexuales? y ¿qué tipo de acciones son pertinentes para dar respuesta a las especificidades detectadas?

Tanto en esta fase como en la de desarrollo del resto del proyecto, se trabaja desde un enfoque comunitario, a través de metodologías participativas. El enfoque comunitario del protocolo implica que en el proceso de elaboración se invita a todos los agentes sociales presentes en el territorio, representados en diversos perfiles técnicos de la administración, así como en los cuerpos de seguridad y profesionales de la salud.

Igualmente, se invita a las entidades feministas o de mujeres que participan en la organización de fiestas populares y a todas aquellas personas que tengan interés en participar y hacer sus aportaciones al proyecto.

Actualmente, a consecuencia de las medidas vigentes de confinamiento, el equipo de profesionales del proyecto Noctámbul@s de FSC ha realizado un proceso de adaptación de las técnicas de diagnosis y dinamización de los procesos para poder seguir trabajando virtualmente (a través de programas de videoconferencia y de diversas herramientas TIC), con los diferentes agentes con los que hasta el momento se había trabajado de forma presencial.

Esta necesaria adaptación al contexto en que nos encontramos, nos va a permitir avanzar en los procesos para poder elaborar instrumentos de abordaje adaptados a las particularidades de cada territorio, gracias a las posibilidades que nos ofrecen las distintas herramientas tecnológicas que estamos utilizando, y en ello estamos poniendo todo nuestro empeño.


FSC inicia la gestión de un servicio de emergencia dirigido a personas sin hogar y consumidoras de drogas en el CIBE de Valencia

El Ayuntamiento de Valencia, a través de la Concejalía de Servicios Sociales, ha contratado un nuevo servicio para alojar a 15 personas sin hogar y prestar atención diurna a otras 50 más, mayores de edad y consumidoras de drogas, con enfermedades mentales y otras patologías, en el Centro de Intervención de Baja Exigencia (CIBE) de Valencia que dirige y gestiona la Fundación Salud y Comunidad (FSC).

El servicio de alojamiento para tratar de dar respuesta a la situación generada por la crisis sanitaria del COVID-19, se está prestando las 24 horas todos los días de la semana, incluyendo los festivos, según se señala desde el CIBE de Valencia.

Las prestaciones que se facilitan son las de ducha, descanso en sillones relax, alimentación, lavandería, atención social, atención sanitaria, servicio de consigna, actividades de ocio: talleres, video fórum, uso de ordenadores, televisión, servicio de wifi y biblioteca y, también, provisión de tabaco.

Con la contratación de este servicio que tiene una duración de un mes, el Ayuntamiento de Valencia pone en valor "la importancia de la atención a unas personas que, por su situación de adicciones y salud, tienen muchas más dificultades para acceder a recursos de alojamiento que estamos activando”, en palabras de Isabel Lozano, concejala Servicios Sociales.

Por otra parte, destaca que "a diferencia del protocolo que se está siguiendo en otras grandes ciudades, en Valencia estamos generando diversos espacios de alojamiento, con habitaciones individuales y equipos profesionales diferentes, para minimizar el riesgo de contagio de la enfermedad y donde cada recurso está asignado al centro de salud de zona para hacer también un seguimiento médico de las personas alojadas".

La Fundación Salud y Comunidad quiere agradecer al Ayuntamiento de Valencia la confianza depositada en el CIBE de Valencia, basada en nuestra gran experiencia en la reducción de daños asociados al consumo de drogas.