Nuestras compañeras de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) Laia Plaza y Gisela Hansen han presentado recientemente en el Observatorio Europeo de Drogas y Adicciones (EMCDDA), con sede en Lisboa (Portugal), los resultados de la investigación sobre “Mujeres que usan drogas y Violencias Basadas en el Género”, coordinada por FSC, en el marco del Proyecto Europeo INTERLEAVE. Se trata de un proyecto financiado por el Programa de Justicia (Iniciativas Políticas en Drogas) de la Unión Europea. Al encuentro asistió también el Dr. Xavier Ferrer, director técnico de la Fundación Salud y Comunidad.

Esta iniciativa, financiada por fondos europeos desde octubre de 2020 hasta octubre del presente año, tiene como objetivo analizar las violencias de género que atraviesan las mujeres que usan drogas, así como las mejores prácticas en el ámbito de la prevención y la intervención, con el fin de elaborar una caja de herramientas (“toolkit”), dirigida a profesionales que trabajan en este ámbito.

En el proyecto, participan ocho organizaciones: Comunità di Venezia (Italia), organización líder, Therapieverbund Ludwigsmühle (Alemania), Therapiesalon im Wald (Austria), IREFREA (Portugal), Eu-Open (Italia), Zajednica Susret (Croacia), así como la Fundación Salud y Comunidad (España), y ENSA (Red Europea).

A la presentación de los resultados de la investigación en Lisboa, asistieron el director del Observatorio Europeo de Drogas y Adicciones, Alexis Goosdeel; la investigadora y responsable de Salud y Asuntos Sociales, Lisa Montanari y representantes de las ocho organizaciones partners, además de varias personas expertas en el ámbito de la intersección entre el género y las drogas.

Cabe destacar que la recogida de datos para esta investigación se hizo a través de:

  • Una encuesta para mujeres que usan drogas supervivientes de violencias basadas en el género (261 mujeres).
  • Una encuesta para profesionales (492 profesionales).
  • 15 grupos focales con mujeres (12) y profesionales (3) y
  • 120 entrevistas cortas a profesionales y otros informantes clave.

Las conclusiones y recomendaciones de esta investigación, señalan la necesidad de:

  • Promover un enfoque de género e interseccional de las violencias de género que sufren las mujeres que usan drogas, con el objetivo de impulsar verdaderos cambios estructurales en las organizaciones.
  •  Formar a profesionales de los servicios, tanto especializados como generalistas sobre la intersección entre género y drogas.
  • Prestar especial atención a la pobreza, la identidad/orientación sexual y la etnia en tanto que ejes de discriminación que se solapan, exponiendo a las mujeres que usan drogas a más situaciones de violencia.
  •  Los diagnósticos de salud mental deben ser sensibles al género para evitar diagnósticos erróneos y la tendencia a sobre medicar a las mujeres que usan drogas.
  • Dado que los hombres cisgénero (usuarios o no de drogas) son señalados como los principales agresores, parece esencial desarrollar estrategias de prevención e intervención dirigidas a este grupo privilegiado.
  •  Desarrollar protocolos para detectar de forma sistemática la violencia de género hacia las mujeres que usan drogas, especialmente la violencia psicológica, física y sexual en diferentes contextos como el de la pareja, los entornos institucionales, de consumo de drogas o la familia de origen.
  • La elevada prevalencia de las violencias institucionales entre las mujeres que usan drogas, abre la posibilidad de mejorar las estrategias de intervención en los servicios de atención, de acuerdo con las numerosas declaraciones y convenciones internacionales que sugieren abordar este tipo de violencia de género.
  •  Tanto las intervenciones orientadas al trauma como las biopsicosociales deben considerar las violencias de género desde una perspectiva de género e interseccional.
  • Hay que prestar más atención a las necesidades específicas de las mujeres víctimas de la violencia de género y a sus hijos; la relajación de las normas de acceso y los espacios solo para mujeres se encuentran entre las cuestiones más destacadas.
  •  Es esencial dar voz a las mujeres que usan drogas en el diseño, desarrollo y evaluación de los programas y servicios, así como promover su participación política a través de distintas redes locales e internacionales.
  • Dado que los servicios integrados para mujeres que usan drogas supervivientes de violencias,  reúnen los aspectos más «tradicionales» de los servicios de drogas, así como los relacionados con la integración de la perspectiva de género, se sugiere la promoción y la generalización de este tipo específico de servicios, si bien también es necesario considerar la necesidad de adaptar los servicios para mujeres víctimas de violencias y los servicios de drogas a las mujeres que usan drogas y sobreviven a violencias de género.

Tras la presentación de la investigación, se llevó a cabo un taller participativo (“workshop”) dinamizado por las organizaciones de Austria y Alemania, con el objetivo de definir las líneas estratégicas de la caja de herramientas, dirigida a mejorar las intervenciones de profesionales que trabajan con mujeres que usan drogas desde un enfoque de género e interseccional.

Esta herramienta, una vez elaborada, será difundida entre distintos servicios de los países partners. Asimismo, se llevarán a cabo formaciones locales dirigidas a profesionales de estos servicios.

 Como resultado de esta investigación, se ha elaborado un detallado informe que se podrá consultar en la página web del proyecto INTERLEAVE a partir de mediados de este mes que complementa el trabajo que lleva desarrollando la Fundación Salud y Comunidad en el ámbito de la intersección entre las drogas y el género, a través de diferentes proyectos.