Con el objetivo de facilitar la eliminación de la hepatitis C en los grupos de población más vulnerables y con difícil acceso al sistema sanitario, la Fundación Salud y Comunidad (FSC), con la colaboración de la compañía biofarmacéutica AbbVie, pone en marcha la Unidad de Cribado Móvil (UMC) en la ciudad de Valencia. De esta manera, la entidad busca diagnosticar al mayor número de personas posibles y contribuir así al objetivo marcado por la OMS de eliminación el virus de la hepatitis C (VHC) como problema de salud pública en 2030.

La unidad es un programa multidisciplinar, cuyo equipo profesional está compuesto por una enfermera profesional, responsable de realizar las pruebas rápidas mediante la extracción de sangre y de ofrecer la atención básica sanitaria, y un monitor experimentado encargado de dispensar el material necesario y hacer una pequeña entrevista de las personas cribadas.

“Trabajaremos siempre en continua colaboración con los profesionales del ámbito social y sanitario que desempeñan su función en el Centro de Intervención de Baja Exigencia (CIBE) de Valencia, gestionado y dirigido por FSC”, sostiene Alba Miranda, profesional del Área de Inclusión Social y Reducción del Daño en Drogodependencias de esta entidad. “La unidad se irá moviendo a distintos lugares de Valencia, adaptándose en tiempo y espacio a la población para ofrecerles accesibilidad al diagnóstico, la información y el tratamiento”, afirma.

La Fundación Salud y Comunidad pone en marcha la Unidad Móvil de Cribado del VHC en Valencia

En los casos de resultado positivo, FSC ofrecerá la derivación a atención especializada y facilitará el acompañamiento a los centros sanitarios. “Cuando una persona da un resultado positivo, en primer lugar, se favorece un espacio tranquilo y seguro para decírselo. Con actitud empática y calmada, se ofrece apoyo e información, se explica que el resultado necesita ser confirmado con una analítica y se brinda acompañamiento y derivación a otros recursos más especializados. Asimismo, se lleva a cabo un seguimiento durante todo su proceso terapéutico”, explica Alba Miranda.

Por otro lado, “cuando una persona da un resultado negativo se le comunica que si tuviera prácticas de riesgo habría que repetirle el test a los 6 meses y se comprobaría que conoce las medidas de protección”, señala.

El proyecto, que se ha iniciado de manera cautelosa debido a la situación actual por el COVID-19, está previsto que se desarrolle durante un año. “Dado que en el CIBE de Valencia están registradas alrededor de 8.000 personas, es allí donde se ha instaurado la caravana y donde se está empezando a cribar y a gestionar acompañamientos a hospitales cumpliendo con todas las precauciones sanitarias. Esperemos que muy pronto podamos desarrollar la actividad a pleno rendimiento”, concluye Alba Miranda.