La Fundación Salud y Comunidad (FSC) gestiona tres Servicios Sustitutivos del hogar (SSL), recursos residenciales con capacidad para acoger a cuatro mujeres con sus respectivas hijas e hijos en las comarcas de la Noguera Pallaresa, Alto Panadés y el Maresme, en Cataluña. Se trata de servicios de titularidad del Departamento de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Cataluña. Desde los Servicios sustitutivos del hogar (SSL) del Alto Panadés para mujeres que sufren situaciones de violencia, nos han querido compartir su sentir y vivencias, con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Con el inicio de año, empezamos con los talleres grupales en el SSL del Alto Panadés. En estos talleres (planificados el tercer jueves de cada mes) nos plantemos trabajar con herramientas útiles para aprender a agendar con los móviles citas y gestiones o realizar otras tareas relacionada con la economía familiar, y también queremos incidir en conceptos como sororidad, feminismo, violencia machista (mitos del “amor Disney”, ciclo de la violencia..), autoconocimiento, emociones… etc. para conseguir, de esta manera, un espacio en el que además, podamos hablar de crianzas (en plural, ya que existen tantos modelos de crianza como mujeres que los llevan a cabo).

El trabajo en grupos es muy enriquecedor, ya que nos organizamos en grupos, socializamos en grupos, y en grupos se multiplican las posibilidades de aprendizaje y, sobre todo, de compartir vivencias. ¿Y qué mejor oportunidad para empezar estas sesiones grupales que el 8 de marzo?

El 8 de marzo es el día, en el que nos reivindicamos como mujeres. Además de reclamar los derechos laborales y civiles, como se ha venido haciendo durante muchos años, también reivindicamos el hecho de ser mujer en cualquiera de sus formas.

Pensamos que la vida que tenemos es muy diferente según donde vivamos y cómo nuestros cuerpos, nuestras decisiones y nuestra vida sea leída, según sea la sociedad imperante. Una característica con la que trabajamos en las casas, es que las mujeres no solo son diversas (“las mujeres somos un universo diverso” como dice la activista Ana Lucia Ixchiu Hernández), sino que están afectadas por múltiples violencias por igual. Violencias administrativas, judiciales, sociales, prejuicios por raza, por color de piel y/o religión …  que se suman y muchas veces, multiplican la sufrida a manos de sus exparejas.

Por ejemplo, podría decir que a las mujeres con las que trabajamos no las representa una lucha por el “techo de cristal” (tan leído en las redes sociales y los medios de comunicación) o que se reivindiquen aspectos de género, sin tener en cuenta el racismo y/o la islamofobia de nuestra sociedad.

Así que, teníamos que encontrar algún elemento que conectara ambos aspectos, que hablara de situaciones que las interpelaran, así como un lenguaje y una problemática con la que se sintieran representadas.

En la casa, ahora hay 3 mujeres viviendo, aunque una de ellas tenía agendada una cita con la Administración a la que no podía dejar de ir. Así que el resto de mujeres, más las 2 profesionales que trabajamos con ellas, nos dispusimos a pasar una mañana diferente.

Hicimos una tetera y con un plato de galletas, nos pusimos a ver un vídeo sobre “feminismo interseccional: un feminismo diverso”. Tras visionarlo en grupo, se creó un espacio de debate (lo cual, como se ha señalado anteriormente, es doblemente enriquecedor) donde se hablaron de experiencias vividas, diferencias educacionales y de crianzas (mensajes diferentes a ellas como niñas y a sus hermanos), incoherencias en el mismo vídeo entre lo que decían las protagonistas y cómo se presentaban (por ejemplo, una mujer señaló concretamente cómo una de las protagonistas del vídeo se presentaba con el pelo teñido de rubio y una imagen occidental, mientras decía que un feminismo blanco no la representa).

Por otra parte, hablamos de diferencias entre nuestras diferentes culturas e incluso, dentro de nuestra sociedad, lecturas diferentes sobre si un trabajo lo realizan hombres o mujeres o mujeres racializadas o blancas (señalaron además cómo a los trabajos de limpieza -si son realizados por hombres- se les pone en la categoría de técnicos y cobran un poco más que el mismo trabajo realizado por mujeres). Después de este debate que duró una hora más o menos, les dimos unos regalos: un kit de la regla y una libreta personalizada y forrada con tela.

Finalmente, buscamos a figuras femeninas representativas de cada uno de los países de los que son originarias las mujeres de la casa (Brasil, Colombia y Perú). Mujeres cuya lucha significará un cambio en la vida de millones de mujeres: la brasileña Tereza de Benguela, mujer esclavizada que, una vez consiguió su libertad, luchó contra los esclavistas de su zona pudiendo proteger a su pueblo durante más de 20 años; la peruana M.ª Jesús Alvarado Rivera  periodista que lucho por la igualdad de derechos civiles y políticos, o la colombiana Débora Arango, pintora cuyo trabajo siempre fue representar a las mujeres más vulnerables, en situación de calle, encarceladas, prostituidas …

Pusimos el retrato de cada una de ellas en la portada de la libreta y su biografía, dentro.

Y así acabo el primer día de taller de este año…


Servicio Sustitutivo del hogar del Alto Panadés gestionado por FSC.