La situación actual que estamos viviendo, debido a la crisis sanitaria del COVID-19, nos obliga a muchas personas a cambiar nuestra modalidad de trabajo, a sabernos organizar para llevar a cabo un teletrabajo exitoso, y a gestionar adecuadamente la incertidumbre a la que nos vemos abocados/as.

«CerclesCat: Círculos de Apoyo y Responsabilidad» es un programa de integración social dirigido a personas que han cometido un delito sexual (miembros centrales de los círculos), impulsado por la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC). Se dirige a las personas que se encuentran en régimen abierto y en libertad condicional, y tiene como objetivo facilitar su reinserción y prevenir la reincidencia.

Para poder cumplir su objetivo, “CerclesCat” cuenta con un grupo de voluntarios/as que, bajo la supervisión de un/a profesional, ofrece apoyo a la persona que cometió el delito sexual. En el seno del proyecto, a la persona que cometió el delito sexual, se le denomina miembro central.

El punto clave del proyecto es que su éxito pivota en la participación ciudadana. A partir de la implicación altruista, genuina y desinteresada de personas, que quieren contribuir en la consecución de una sociedad más segura, se constituye «CerclesCat». Es el soporte cercano, que ofrece la oportunidad al miembro central, de contar con unos recursos que le ayuden a gestionar sus emociones, en este tránsito de la salida de la prisión a la vuelta a la comunidad, en aras de evitar el aislamiento, y reducir así la probabilidad de volver a cometer un delito sexual.

Pues bien, si el apoyo y la participación ciudadana son elementos clave del proyecto, nos preguntamos: ¿cómo se ha funcionado en momentos de confinamiento?, ¿se ha dado respuesta a las necesidades de los miembros centrales?

En aras de seguir ofreciendo apoyo a los miembros centrales, nos hemos adaptado a este momento de cambio, brindando el máximo apoyo y poniéndonos a disposición, de aquellos que más lo necesitan.

Las personas con las que trabajamos, pueden sentirse asustadas, angustiadas, más solas e incomprendidas que nunca, y esto, puede acentuar su sensación de aislamiento. Como comentábamos, el aislamiento es uno de los factores que contribuye a aumentar el riesgo de reincidencia. Por tanto, ahora más que nunca, las personas voluntarias que configuran los círculos de apoyo y responsabilidad, siempre bajo la supervisión del/ de la profesional que coordina el círculo, han seguido ofreciendo apoyo. En estos momentos, el malestar de los miembros centrales, se ha podido ver acentuado por esta incertidumbre, que todos/as compartimos.

Es por ello, que, en la atención directa, desde “CerclesCat”, hemos seguido manteniendo los encuentros de los círculos en modalidad online, garantizando la confidencialidad de los datos de las personas voluntarias. Hemos mantenido las entrevistas de seguimiento entre el/la coordinador/a y el miembro central, y el apoyo a voluntarios/as, también en modalidad online.

A nivel de organización de equipo, gracias a las nuevas tecnologías, también hemos podido mantener los espacios de reunión, de formaciones internas, de evaluaciones del riesgo, y de supervisiones grupales. Y la coordinación telefónica con el círculo externo, se ha cuidado al máximo. Hemos contactado con otros países europeos, que también implementan el proyecto, para poner en común las acciones emprendidas, en estos momentos de complejidad.

Y todos/as hemos llegado a la misma conclusión: las nuevas tecnologías nos han permitido mantener el apoyo a los miembros centrales, ofrecer la supervisión a los coordinadores/as, y brindar el apoyo a las personas voluntarias. Y lo más importante, y en este caso no es algo nuevo, nos permite año tras año, mantener el contacto entre los diferentes países para seguir tejiendo sinergias, compartir buenas prácticas y pensar en nuevas metodologías que mejoren el proyecto de círculos.

Este es un buen ejemplo de cómo las nuevas tecnologías han permitido que un proyecto que pivota en la participación social y comunitaria, pueda seguir funcionando, facilitando las sinergias y el establecimiento de vínculos entre las personas, y, sobre todo, entre aquellas que más lo necesitan, en aras de conseguir una sociedad más segura.

Hemos podido seguir trabajando juntos/as en la consecución del objetivo no más víctimas, llevando una adecuada gestión del riesgo, ofreciendo el apoyo adecuado a las personas participantes en los círculos, porque a pesar de la delicadeza del momento que nos ha tocado vivir, la vida no se detiene, y “CerclesCat” tampoco.