La mancomunidad ha aprobado, en sesión extraordinaria de la Junta General, la adjudicación del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) a la UTE SAD Encartaciones 2, conformada por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y Lagunduz 2, para prestar el Servicio de Ayuda Domiciliaria en los 10 municipios que la conforman: Artzentales, Balmaseda, Galdames, Gordexola, Güeñes, Karrantza, Lanestosa, Sopuerta, Turtzioz y Zalla, durante 4 años más.

FSC presta este servicio desde el año 2015 en UTE con Lagunduz 2, destinado a la atención continua de personas mayores con necesidades a nivel de autonomía personal, residentes en la Mancomunidad de Municipios de Las Encartaciones en Bizkaia.  Se trata de un programa individualizado de carácter preventivo, de atención continuada y/o rehabilitador.

Con la agrupación de estos municipios en esta mancomunidad, se ha logrado aunar esfuerzos y recursos, para la consecución de objetivos comunes, como el desarrollo y vertebración territorial, a través de valores compartidos de solidaridad y transparencia.

Por su parte, el SAD, tal y como contempla la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas, es el servicio más importante por su gran impacto comunitario dentro de la tipología de recursos gestionados por las instituciones locales y, en este caso, por la Mancomunidad de Encartaciones.

Las actuaciones incluidas en el mismo contemplan: servicios relacionados con los cuidados personales (aseo e higiene personal, ayudas en cuanto a la movilidad, apoyo en actividades básicas como la alimentación o en la administración de fármacos), atención doméstica (preparación de alimentos, vestido, compras, limpieza o mantenimiento de la vivienda) y actuaciones complementarias (acompañamientos a gestiones bancarias, administrativas y de salud); así como apoyo socioeducativo; entrenamiento en habilidades domésticas, etc.

El objetivo general del SAD de Encartaciones es intentar obtener el mayor nivel de calidad de vida de los usuarios/as, intentando incrementar la autonomía personal en el propio medio habitual de vida, de manera que se puedan valer por sí mismos/as en el máximo de actividades de la vida diaria; que se pueda retrasar, a pesar de las diferentes patologías que presenten, la evolución de sus dependencias y, por último, que se pueda mantener y/o mejorar su autoestima personal, así como la interacción familiar y social adecuadas.

Para llevar a cabo estas actuaciones, nuestra entidad cuenta con 34 auxiliares domiciliarias que disponen del certificado de profesionalidad de atención sociosanitaria a personas en el domicilio, así como con las figuras de una trabajadora social (coordinadora del servicio) y de una responsable de administración, bajo la dirección de un Comité de Gerencia.

En cuanto al perfil de usuarios/as del SAD responde a los siguientes requisitos: personas mayores de 60 años con dificultades en su autonomía personal; personas con discapacidad o minusvalía con dificultades en su autonomía personal y, en general, tener reconocida la condición de persona dependiente o encontrarse en situación o riesgo de dependencia.

El servicio ha atendido en el año 2018 a 113 mayores, prestándose en alrededor del 50% de los servicios entre 4 y 6 horas semanales y en horario de mañana. Otro dato de interés se refiere al perfil de usuarios/as: el 79 % son mujeres, con una edad de entre 81-85 años en el 27 % de casos, siendo un 61% de ellas viudas.

Además, un 52% de los usuarios/as del servicio presenta el Grado I de dependencia (moderada); el 16% el Grado II (dependencia severa) y el 4% Grado III (gran dependencia). El resto no tiene reconocido grado alguno, si bien estos usuarios/as se atienden, principalmente para prevenir y/o retrasar el empeoramiento en su estado de salud.

Por otra parte, incidir en el sistema de organización y coordinación de este servicio que ha permitido ofrecer respuesta a los objetivos previstos. Para ello, ha sido fundamental el trabajo coordinado entre todas las y los profesionales y entidades que participan en el SAD de Encartaciones y, en especial, entre los servicios sociales y nuestra entidad.

Para ello, se ha organizado/organiza y desarrollado/desarrolla con cada usuario/a y su familia un proceso de atención e intervención individualizada, desde una visión global del usuario/a y su entorno, así como de su problemática, demandas y posibilidades. Con ello, se genera un proceso encaminado a favorecer la adquisición o recuperación del mayor grado posible de autonomía personal y social, asegurando su mantenimiento en el entorno comunitario.

Estos espacios de coordinación, y en especial los mantenidos con los servicios sociales municipales de Encartaciones, han sido otro de los factores que han hecho posible el éxito de la intervención realizada en este servicio, y su renovación, dado que se partía de la premisa de que, para un correcto funcionamiento del servicio, debía existir una buena coordinación, tanto interna del propio servicio, como externa.

No obstante, no hay que obviar las dificultades que presenta la necesidad de asistencia a personas mayores en el ámbito rural, como es este caso, dado que, en líneas generales, la población de esta mancomunidad abarca mucho territorio y está bastante dispersa y alejada de los centros urbanos.

Debido a esta dispersión de la población, se deben aunar muchos esfuerzos para poder contar con auxiliares domiciliarias con vehículo propio, además de que la mayoría de las tareas de atención personal se concentran en las primeras horas del día, con las dificultades que ello presenta para las profesionales al tener que desplazarse a varios lugares, atendiendo diariamente una media de 4 o 5 domicilios. Por esta razón, un 20% de auxiliares domiciliarias presenta contrato a tiempo parcial, mientras que un 80% lo tiene a jornada completa.

Otro elemento de la complejidad de la tarea de su trabajo está relacionado con el perfil de usuario/a atendido: algunos/as viven solos/as y no tienen lazos familiares, presentando cierta dependencia hacia la auxiliar como persona de máxima confianza. Otros/as presentan alto deterioro físico y psíquico, pero quieren seguir siendo atendidos en sus casas, al igual que lo reclaman sus familiares, con las dificultades que ello comporta en esta tipología de servicio.

Por último, cabe señalar que algunos domicilios no cuentan con grúas o camas articuladas, presentando las personas encamadas dificultades para ser movilizadas, si bien en algunos casos, de acuerdo con ciertos requisitos que han de cumplir, se les ofrece ayuda económica desde la UTE para que dispongan de estos medios técnicos.

No obstante, y en este sentido, desde nuestra entidad se implementan protocolos de actuación, procedimientos e instrucciones técnicas, claves para la organización diaria de las actividades, así como para el control y supervisión del servicio, de modo que se puedan proporcionar respuestas adaptadas a las necesidades que surgen en el día a día en cada usuario/a.

Cabe destacar además que el nivel de satisfacción con el servicio es de 4,57 sobre 5, disponiendo el recurso de la certificación ISO 9001:2015 en Servicio de Ayuda a Domicilio. Por todo ello, felicitar a nuestras compañeras y compañeros por la renovación del mismo y a todas las personas que han hecho posible su continuidad ofreciendo durante este tiempo calidad y calidez.