Isabel Coloma es la Responsable de Lavandería y del ropero del Centro de Acogida para Personas Sin Hogar (CAI) de Alicante, de titularidad del Ayuntamiento de Alicante, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC). Lleva trabajando en el servicio desde hace unos 12 años, encargándose de que toda la ropa de cama y toallas estén en perfecto estado, del mismo modo que la ropa de las personas que pernoctan en el centro. Además, se ocupa de las tareas relacionadas con donaciones de ropa y su posterior entrega. También ha colaborado en la cocina del servicio, cuando ha sido necesario. Cuenta con algunas anécdotas, sorpresas que se ha encontrado con la ropa en la lavandería, así como con diferentes vivencias, atendiendo a las personas que acuden al ropero. 

– ¿Cuántos años llevas trabajando en el CAI de Alicante y cómo conociste el servicio?

En total, llevo unos 12 años trabajando en el centro y 4 como Responsable de Lavandería y del ropero, tras la jubilación de la persona que se ocupaba anteriormente de estas funciones.

Me enteré por casualidad de la oferta, no conocía el servicio. Concretamente, por una tercera persona que llevó mi currículum al centro. A raíz de ello, me hicieron una entrevista y unas pruebas, una en lavandería y otra como pinche de cocina. Durante estos 12 años, he estado trabajando tanto en cocina como en lavandería, si bien desde hace 4 años, como te comentaba, me ocupo fundamentalmente de las tareas de lavandería.

– ¿Cómo es tu día a día de trabajo?

Tengo mucho volumen de trabajo, si bien estoy muy a gusto trabajando en este servicio. A primera hora de la mañana, estoy en el ropero, donde se realiza la tarea de puesta a punto de ropa donada y entrega a las personas sin hogar que vienen solicitando vestuario y calzado.

Y gran parte del tiempo también estoy en la lavandería, donde me ocupo del lavado de la ropa, toallas, sábanas, etc.

También contamos con lavadoras externas dirigidas a personas de la calle que no están en el programa, de lo que también me encargo.

– ¿Qué es lo que más te gusta de tu actividad diaria?

Planchar y ordenar me encanta, en general me gustan todas las tareas que realizo. Se trata de un puesto de cierta responsabilidad porque estoy sola al frente de diferentes tareas, que tiene de especial el trato con el usuario por sus circunstancias, a menudo delicadas.

– ¿Qué destacarías del trato con los usuarios?

Son personas que llegan al centro con diversas problemáticas y hay que saber tratarlas. En este sentido, siempre tengo presente que merecen un trato con educación, como el que se le puede dar a cualquier otra persona. Es importante tener empatía, si bien trato de realizar una buena gestión emocional conmigo misma por algunas situaciones que se me dan más estresantes, ya que me gusta mostrar una sonrisa siempre con ellos, ser amable… No obstante, tampoco se me ha dado ninguna situación especialmente incómoda.

Por otra parte, he de decir que todos mis compañeros/as son muy profesionales. Desde el CAI de Alicante, hacemos todo lo posible por dar apoyo afectivo a los usuarios, desde nuestras diferentes funciones profesionales.

– Sabemos que algunos usuarios también te ayudan en algunas tareas, a través del taller ocupacional con el que contáis en el centro.

Sí, algunos vienen a ayudarme a doblar sábanas, toallas… a sacar la basura, etc. En la lavandería se sienten útiles, es un espacio amplio, agradable… ellos se sienten a gusto y yo también. Es de agradecer esta ayuda que me brindan viniendo una hora u hora y media al día.

– En todo este tiempo, tendrás muchas vivencias y alguna que otra anécdota…

Sí. A veces, me he encontrado de todo en la lavandería: bolígrafos, mecheros, guantes, mascarillas, etc. en las prendas de ropa. Se trata de objetos que a veces no se detectan a la primera, antes de meterlas a la lavadora. Me ocurrió una vez que salió de la lavadora ropa manchada de bolígrafo, ya que se derramó toda la tinta, me supo muy mal, si bien el usuario no lo tomó mal.

Otras veces, los olores se pueden hacer insoportables, sobre todo a primera hora de la mañana, pero esto forma parte del trabajo y se sobrelleva bien con las medidas adecuadas.

Por otra parte, alguna otra vez me ha ocurrido en el ropero que me piden una prenda determinada y no la hay en ese momento, si bien les ofrezco otras que les pueden ir también bien, y son comprensivos. Lo toman bien y le sacan igualmente provecho.

Para los usuarios, es muy importante tener la ropa limpia y alguna que otra vez me dicen lo guapos que los dejo, con esta ropa recién lavada. Esto siempre es bonito y te hace seguir realizando el trabajo con ganas.

– Aunque comentabas anteriormente que planchar te encanta, no sé si te quedarán ganas de planchar, después de tu jornada laboral, al llegar a casa…

También me ocupo (ríe). En mi caso, mi marido está prejubilado y se encarga de todo lo de la casa. Es un verdadero lujo tener una pareja así. Llego a casa a mesa puesta, si bien de la plancha, eso sí, me encargo yo. Verdaderamente, me gusta planchar…

– Para finalizar la entrevista, como curiosidad, ¿cuántas prendas tienes en la lavandería del centro hoy?

Hoy 160, si bien tenemos una media de 150.