La “Operación Frío”, activada desde el Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valencia, para dar respuesta a quienes precisan un alojamiento nocturno, se puso en marcha el pasado 1 de diciembre, ante la bajada de las temperaturas en la ciudad. Esta operación se prolongará hasta el próximo 28 de febrero. Con el incremento de plazas previstas, se quiere dar respuesta a las necesidades de alojamiento, abrigo e higiene de las personas que pernoctan en la calle, frente a las bajas temperaturas. Para la campaña de este año, el plan tiene previstas 1.050 plazas para poder albergar a personas sin hogar, de las que 500 plazas son ordinarias y 500 extraordinarias. 

Recientemente, se han activado más recursos municipales que también se incluyen en la red normalizada de albergues, lo cual complementa el trabajo realizado desde el Centro municipal de Atención a Emergencias Sociales (CAES). Entre los servicios que se han sumado a la “Operación Frío”, se encuentra el Centro de Noche “El Mussol”, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Valencia.

El servicio, destinado a personas mayores de 18 años sin hogar que se encuentran en situación de exclusión social con problemáticas asociadas de consumo de alcohol o drogas y/o salud mental, está financiado por el Ayuntamiento de Valencia, gracias a la firma de un convenio, y por la Vicepresidencia y Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana.

Además, su financiación se complementa con donaciones en especie que la Fundación Salud y Comunidad obtiene, entre las que destacamos, por su importancia, la del Banco de Alimentos y la de la empresa Mercadona.

Según explica Isabel Alarcón, directora del Centro de Intervención de Baja Exigencia (CIBE) de Valencia, el trabajo se ha intensificado en las últimas semanas en el Centro de Noche «El Mussol», debido a la bajada de temperaturas en la ciudad. Cabe destacar que, durante el último año, se ha atendido a más de 200 personas diferentes en el servicio.

Por otra parte, en el centro, se utiliza la metodología de reducción de daños como estrategia de inclusión y empoderamiento, respetando la autonomía de la persona y reconociendo su capacidad para decidir sobre su vida, a la vez que se promueve su participación en el desarrollo y diseño de estrategias de actuación para superar la situación de exclusión social.

La “Operación frío” contempla que, en caso de estar cubiertas las plazas ordinarias del plan, se podrán habilitar espacios deportivos municipales para acoger a más personas en riesgo de exclusión social en la ciudad de Valencia.