El programa “Albergue 24 horas en estado de alarma NITS AL CALIU” del Centro de Baja Exigencia (CIBE) de Castellón de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), ha sido reconocido por CaixaBank, a través de su línea de Acción Social, en colaboración con la Fundación la Caixa, en sus acciones de apoyo a los colectivos más desfavorecidos de la Comunidad Valenciana. Este programa de FSC ofrece un servicio de descanso nocturno, en régimen residencial o de albergue, a personas sin hogar.

La posibilidad de contar con un espacio durante las 24 horas, con atención residencial y ambulatoria, ha permitido el confinamiento de las personas que así lo han requerido, y que se están beneficiando de este programa durante el estado de alarma. También, ofrece un servicio a otras muchas personas que han quedado fuera de los dispositivos de emergencia, y que se han visto obligadas a vivir en la calle o en condiciones de infravivienda.

Se trata de un programa sociosanitario que incluye la cobertura de necesidades básicas y, en concreto, la alimentación mediante un comedor social que se ha adaptado, abierto para desayunos, comidas, meriendas y cenas, y que, gracias a la ayuda, puede ofrecer un mayor servicio, según explica la directora del recurso, Belén Sánchez.

Esta adaptación del comedor ha facilitado que personas que viven en condiciones de infravivienda, pudieran beneficiarse durante la pandemia, reduciendo sus viajes al mismo para realizar las diferentes comidas, en atención a las pautas de restricción del movimiento.

El programa ofrece también los servicios de ducha, lavandería y ropero, así como apoyo en la administración de la medicación de las personas beneficiarias del mismo, en tratamientos de salud mental, VIH, y otras patologías.

El Centro de Baja Exigencia (CIBE) de Castellón de FSC atiende a alrededor de 350 personas al año. “Más o menos a unas 50 cada día, de las cuales aproximadamente el 75% son hombres y el resto mujeres, por lo que valoramos de forma positiva esta ayuda”, señala Belén Sánchez.

Sin duda, ello supone un claro reconocimiento al trabajo desarrollado por el CIBE de Castellón en la mejora de la calidad de vida de las personas usuarias del mismo que, en esta ocasión, se han visto beneficiado por esta ayuda económica para paliar parte de los efectos de la pandemia. Esta ayuda se ha destinado a los colectivos más desfavorecidos de la Comunidad Valenciana. Entre ellos, las personas sin hogar.