El pasado 7 de abril se celebró el Día Mundial de la Salud, designado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de aumentar la conciencia mundial sobre la importancia de mantener una buena salud como derecho humano y promover estilos de vida saludables. Este año, el Día Mundial de la Salud se ha centrado en la cobertura sanitaria universal y en el papel fundamental que desempeña la atención primaria de la salud en el logro de esa cobertura.

 Desde la OMS, se trabaja para mejorar la salud física y mental de las personas en todos los países, haciendo especial hincapié en la importante necesidad de que se establezcan sistemas relacionados con la prevención, conservación y restitución de la salud. Para este 2019, el objetivo primordial elegido por la OMS es la cobertura sanitaria universal, dado que la mitad de la población del planeta todavía no cuenta con los servicios de salud esenciales que precisa.

El propósito de la cobertura sanitaria universal es cambiar esa situación y garantizar que todas las personas tengan un acceso equitativo y de calidad a los servicios de salud. Para 2030, el reto es que el derecho a la salud sea universal y llegue a todos/as.

Bajo el lema “Salud universal: para todos y todas, en todas partes”, la OMS ha impulsado este año una campaña de concienciación para ayudar a las personas a entender mejor lo que significa la cobertura sanitaria universal, instando a la colaboración de los y las profesionales de la salud, para que hagan llegar a los órganos decisorios del sector de la salud la importancia de que se reconozcan las necesidades de las personas en materia de salud.

Tal y como señala la OMS, se trata de una cuestión crucial para construir sociedades y economías sanas y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este sentido, tal y como señala el organismo, no basta con mejorar los servicios de salud, ya que se necesitan políticas y medidas concretas en muchos ámbitos, teniendo en cuenta los grandes determinantes de la salud, incluidos los factores sociales, económicos y ambientales.

Desde la Fundación Salud y Comunidad que trabaja desde hace más de 25 años en la investigación, prevención, intervención y sensibilización sobre diversas problemáticas sanitarias y sociales que afectan, especialmente, a personas en riesgo o en situación de exclusión social, nos hemos querido sumar a esta celebración.

En este sentido, según la OMS, alrededor de 100 millones de personas se ven sumidas en la pobreza extrema cada año debido a los gastos directos en salud. La desigualdad en los servicios de salud se observa no solo entre países, sino también dentro de ellos: los promedios nacionales pueden ocultar una escasa cobertura de servicios de salud para los grupos desfavorecidos de la población.

El objetivo de FSC ha sido siempre mejorar la calidad de vida de las personas y facilitar la integración social mediante la promoción de la salud y el bienestar colectivo. Llegar a las personas en situación de vulnerabilidad es nuestra principal finalidad, un reto que se plantea desde nuestra amplia experiencia en diferentes ámbitos y disciplinas, aplicando una nueva perspectiva que permite desarrollar proyectos innovadores.

Para ello, apostamos por la profesionalización, la renovación continua y la capacidad de mejora para adaptarnos a nuevas realidades y necesidades sociales y afrontar, así, nuevos retos impulsando acciones que contribuyan a que la salud sea una realidad para todas las personas.