El pasado 21 de septiembre tuvo lugar esta celebración, proclamada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre esta enfermedad, que afecta también a las personas cuidadoras y a los familiares de las personas que la padecen. Con motivo de ello, la Residencia y Centro de Día “Els Arcs” de Figueras, en Gerona, gestionada y dirigida por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), de titularidad de la Generalitat de Cataluña, organizó diferentes actividades con muy buena acogida y presencia de personas mayores usuarias del servicio, así como de familiares y voluntariado que se acercaron al centro.

Según nos trasladan desde el servicio, “esta fecha es importante para conectar a las personas usuarias, las familias y al voluntariado con unos valores que nos identifican y que nos hacen priorizar la individualidad de la persona y su historia de vida”.

Este año, la celebración se ha dedicado a las artes, presentando a través de una exposición los trabajos de las personas usuarias. Cabe destacar también que algunas de estas personas han hecho de su talento su profesión y que han trabajado durante años realizado lo que más los gusta.

Además, durante este día, tuvo lugar la presentación de la Coral “Els Cantaires dels Arcs” (“Los cantores de Els Arcs”) “que está formada por personas usuarias y que esperamos se pueda ampliar con la participación de familias y voluntariado”, explican desde el centro. La Coral amenizó la presentación de los trabajos de la exposición.

En este sentido, se mostró el trabajo de Enric C., de 89 años de profesión picapedrero. Concretamente, dos obras en piedra, así como acuarelas, y trabajos a lápiz y carbón, ya que también le gusta pintar.

Por otra parte, se presentó el trabajo de Rosa C., de 77 años, que es conocido, ya que algunas de sus obras han sido difundidas en periódicos locales; es poetisa y se la conoce con el nombre de “Violeta”.

Para esta ocasión, hizo una poesía sobre la vida de los campesinos, trabajo en el que también colaboró Meliton T., de 71 años, calígrafo, que a través de su letra logró crear casi una pintura artística.

Además, se expuso el trabajo de Esperança J., de 87 años, costurera y modista de profesión que fue recogido por su familia en el libro “Las manos de la Esperanza” (“Les mans de l’Esperança”). “En este libro, se aprecian toda clase de técnicas: bordado a mano, patchwork y pintura sobre tela. Podemos ver también una muestra de su oficio, a través de diferentes piezas bordadas: una bolsa para el pan, un mantel y una almohada pintada a mano”, expresan desde el centro.

También, se pudo apreciar la técnica de la aguja de gancho practicada por D. Gratacós, de 98 años, que “exige el conocimiento de las agujas que pueden ser metálicas, de madera o plásticas; de los hilos que según la labor pueden ser extremadamente delgados; y de los diferentes puntos que pueden ser de una gran complejidad y que requieren otra precisión y coordinación mano-ojo, tal y como se muestra en las almohadas y tapetes que se pueden ver en la exposición”.

Se expuso también el trabajo del músico José Luis P., de 70 años, que toca diferentes instrumentos, principalmente la guitarra y el piano. Por otra parte, también se pudo apreciar el arte de Carmen R., de 77 años, bailando sardanas. “Y le encargamos a Oscar I. que nos hiciera las fotografías, ya que sabemos que le gusta hacerlas y que disfruta cuando las hace”, matizan desde la residencia.

La exposición estará abierta en el centro hasta finales de este mes de septiembre. Os invitamos a todos/as a disfrutarla y a conocer de primera mano los trabajos que se han presentado. Visibilizar las vidas de las personas, recuperándolas de la memoria y acercándolas a otras personas, nos ha parecido la mejor forma de celebrar el Día Mundial del Alzheimer.

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