En esta fecha, 21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer, tan significativa para todos/as, hemos querido hace referencia a la huella dactilar.

En las antiguas Babilonia y Persia, se utilizaban las impresiones dactilares para autenticar registros en arcilla, pues ya se conocía su carácter único.

En 1883, el francés Alphonse Bertillon propuso un método de identificación de personas basado en el registro de las medidas de diversas partes del cuerpo. Su método, adoptado por las policías de Francia y otras partes del mundo, tuvo un estrepitoso fracaso cuando se encontraron dos personas diferentes que tenían el mismo conjunto de medidas.

El uso de las huellas dactilares fue por primera vez objeto de un estudio científico por el antropólogo inglés Francis Galton (1822-1911) que publicó los resultados de este estudio en el libro “Huellas dactilares” (1892). Estos resultados confirmaron ya por entonces tanto la invariabilidad de las huellas dactilares a lo largo de toda la vida de una persona como su carácter diferenciador para gemelos idénticos.

Hoy en día utilizamos la huella para el control de acceso y presencia de personas gracias a sus características únicas que impiden la suplantación de identidad.

En un mundo lleno de código de barras, es necesario pararse a reflexionar y ser conscientes de que cada uno de nosotros/as somos únicos, no solo por nuestra huella dactilar, sino únicos también porque somos almas distintas y dejamos una huella exclusiva en el camino.

No hay dos huellas iguales, y tampoco hay dos pérdidas de memoria iguales. Nuestros recuerdos y nuestras memorias, nuestro comportamiento ante la pérdida y las familias que tenemos ante nuestros ojos, también son distintas.

Para ello, hemos querido plasmar las 102 huellas de las personas usuarias que a día de hoy están con nosotros/as en este servicio. La forma de plasmarlas ha sido a través de un árbol, símbolo universal de la regeneración perpetua y, por tanto, de la vida en su sentido dinámico.

¡Feliz Día Mundial del Alzheimer!


Isabel Ortega Hernández
Trabajadora Social y coordinadora del Área Psicosocial de la Residencia y Centro de Día “Las Fuentes” de Zaragoza, gestionada por la Fundación Salud y Comunidad.