La Barceloneta, antiguo barrio de pescadores, es en la actualidad uno de los más visitados y populares de Barcelona, y sus playas son el punto de atracción principal. Es un barrio marinero, con personalidad propia, donde encontramos restaurantes y bares de tapas junto a la imagen tradicional de vecinos/as sentados en las sillas a pie de calle y ropa tendida en los balcones.

La Residencia y Centro de Día Bertran i Oriola, gestionada por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y perteneciente a la red asistencial del Institut Català de Serveis Socials de la Generalitat de Catalunya, está ubicada en este antiguo barrio marinero de Barcelona. Dentro de su plan de actividades, durante los meses de verano, están incluidas las salidas a la playa, con buena acogida entre los usuarios/as.

“No importa el calor. La ilusión por llegar y, si es posible, bañarnos, ha hecho durante estos meses el trayecto más soportable. Hemos ido andando, empujando las sillas de ruedas, acompañando a personas mayores con ganas de pasar un par de horas en contacto con el sol, el agua salada, la brisa del mar… y eso nos ha motivado y complacido”, explica Juana del Olmo, coordinadora del Área Psicosocial del centro.

La mayoría de personas que han participado en estas salidas son vecinos y vecinas del barrio, de la Barceloneta, se han bañado en su playa (algunas a diario), han paseado por su arena, han respirado su aire y han sentido su brisa. Muchas de ellas han vivido vinculadas al mar, no conciben su vida sin él, y en sus recuerdos siempre está presente. “Mi marido era pescador y yo vendía pescado en la plaza”, explica Carmen, usuaria de la Residencia y Centro de Día Bertran i Oriola de Barcelona. “Cuando yo era pequeña iba a esperar a mi padre que venía con la barca”, también nos cuenta María, usuaria del centro que también ha participado en esta actividad.

“Ahora, cuando ya pensaban que no iban a volver al mar, les hemos dado la oportunidad de revivir momentos pasados, recuerdos inolvidables y, sobre todo, de volver a pisar la arena de su playa y bañarse en el agua de su mar”, afirma la coordinadora del Área Psicosocial del centro.

Además, los mayores han podido disfrutar de un baño relajado y seguro acompañados por monitores y voluntariado de la Cruz Roja que los han atendido con gran amabilidad y profesionalidad.

También, algunos familiares les han querido acompañar en estas salidas a la playa para compartir con ellos sol, baño y momentos de diversión asegurada junto al mar.

Tras el verano, las salidas a la playa han llegado a su fin, pero quedan grandes recuerdos de unas vivencias de los usuarios/as de la Residencia y Centro de Día Bertran i Oriola que han participado en estas salidas, ya están pensando en repetir el próximo verano.