El pasado mes de noviembre, la Unidad Móvil de Información Nocturna (UMIN) de nuestra Fundación, se volvió a poner en marcha para continuar con su intervención en las zonas donde grupos de jóvenes suelen pasar parte de su tiempo de ocio nocturno practicando el botellón. Este programa forma parte de las actuaciones que el Ayuntamiento de Valencia tiene previstas dentro del Plan Joven Ciudad de Valencia 2014-2018, respecto a la prevención de conductas adictivas.

La Unidad Móvil de Información Nocturna reemprende su actividad en Valencia
Equipo de profesionales de la Unidad Móvil de Información Nocturna (UMIN)

En este plan se contempla la creación de una unidad móvil que “…se situará en zonas de ocio con una labor informativa sobre los riesgos del consumo en contextos de abuso y dispondrá de un protocolo de actuación. Podrá facilitar la realización voluntaria del test de alcoholemia y drogas para que el/la joven conozca el estado de sus capacidades y tome conciencia del perjuicio para su salud” (medida 100 del PJCV).

El fenómeno del botellón ha ido creciendo en amplitud desde hace algunos años, convirtiéndose en la actualidad en una de las opciones de ocio nocturno de un considerable número de jóvenes, repitiéndose semana tras semana en cualquier ciudad. Además, se ha convertido en un medio de socialización en el que se usa el alcohol como instrumento facilitador de la relación entre iguales, dado su potencial inhibidor y su presencia en nuestra cultura como elemento que, tradicionalmente, se ha asociado a las celebraciones y festejos de todo tipo, además de formar parte de manera generalizada de los momentos de ocio.

Sin embargo, el consumo de alcohol en el botellón, reúne una serie de características que lo diferencian de la forma tradicional en la que se ha consumido alcohol en nuestra cultura. En este sentido, destaca la adopción por parte de los jóvenes de una forma de consumo, que responde a un modelo más enraizado en las culturas del norte de Europa, en el que la ingesta de bebidas alcohólicas se convierte en el principal objetivo de la actividad en sí, y en la que se ingiere una gran cantidad de alcohol en poco tiempo, respondiendo así a un patrón de binge drinking, o atracón. Si a ello se añade que es habitual acompañar el consumo de alcohol con el de otras sustancias (cannabis, drogas de diseño, cocaína,…), nos encontramos ante una actividad que puede acarrear serios problemas de salud a este grupo de población.

Otra cuestión importante es la que tiene que ver con las molestias que ocasiona esta actividad a los vecinos/as de las zonas donde se lleva a cabo. Durante el botellón, estas personas han de soportar ruidos y voces en tono alto, música en los coches a gran volumen, peleas… y, una vez concluye, la suciedad que queda al no recoger los envases y vasos vacios, los vómitos y restos orgánicos, al hacer los jóvenes sus necesidades en la calle. Todo ello da una sensación de degradación de la zona, que es comprensible que no sea bien aceptada por las personas que viven en ella, lo que lleva en ocasiones a denuncias por su parte de esta situación y a llamadas de atención o enfrentamientos entre vecinos y jóvenes.

Por todo ello, desde la Concejalía de Juventud se hizo confió en la Fundación Salud y Comunidad para la puesta en marcha de una primera experiencia piloto, que la UMIN llevó a cabo durante el pasado mes de junio, durante la que se intervino en las zonas de la Plaza del Cedro y Cruz Cubierta de Valencia. Con estas primeras intervenciones, se llegó a un total de 415 personas y se entrevistó a 235 de ellas, obteniendo buenos resultados.

Esta nueva etapa supone una continuación del trabajo ya iniciado, tanto en lo que al equipo profesional se refiere, como a la metodología a seguir. Tal como se configuró en el periodo anterior, la intervención la realizan en cada salida dos técnicos medios (mediadores), acompañados por dos voluntarios, que componen un grupo de edad y características sociológicas similares a los jóvenes objetos de intervención, de manera que se pueda hacer un trabajo de mediación entre pares.

Por otro lado, el objetivo principal del proyecto continúa siendo contribuir a minimizar los riesgos y efectos negativos del botellón en los/las jóvenes y la sociedad, en general. Se trata de introducir mensajes con el fin de mejorar la gestión que hacen los jóvenes del consumo de alcohol y otras sustancias, además de concienciarlos en áreas que tienen que ver con:

  • Consumo de sustancias adictivas en tiempo de ocio.
  • Consumo de sustancias y conductas de riesgo: conducción y prácticas sexuales de riesgo.
  • Ocio y descanso.
  • Prácticas favorecedoras de conciliación entre Ocio y descanso: ruido, higiene.

De los datos obtenidos en el programa piloto de la UMIN, se desprende que los jóvenes son conscientes de los problemas que genera el botellón y reconocen cuales son las principales conductas a modificar (recogida de envases, hacer sus necesidades en la vía pública…), para paliar los conflictos que esta práctica origina con los vecinos/as de las zonas donde se realiza, al tiempo que esto les permite expresar sus propuestas para mejorar estos aspectos.

La respuesta por parte de este grupo de población, ante la creación de un espacio en el que poder dialogar sobre conductas de riesgo asociadas al consumo de alcohol y otras drogas sin prejuicios ni barreras, se puede calificar como muy buena, valorando muy positivamente el proyecto. Ello permite llegar, a través del diálogo, a una comprensión sobre los posibles riesgos asumidos, sin la cual no es posible iniciar un proceso de cambio.

En esta nueva edición de la UMIN se han introducido algunas novedades: Además de por la Fundación Salud y Comunidad, este programa se lleva a cabo también por otras dos entidades, Controla Club y Cruz Roja, con lo que se consigue que la UMIN esté presente en tres zonas distintas al mismo tiempo. También, se han ampliado las zonas en la que se va a intervenir en Valencia, añadiendo a la Plaza del Cedro y Cruz Cubierta, los barrios de Benimaclet y San José, así como la zona de la Plaza de España/AVE, de la cuales se ha asignado a FSC la Plaza de España/AVE, el barrio de Benimaclet y la Plaza del Cedro, a las que se acudirá en ese orden. El programa se está llevando a cabo desde el día 13 de noviembre y finalizará el día 19 de diciembre, ambos inclusive, con dos salidas por semana previstas en jueves y viernes. Esperamos obtener con ellas unos resultados al menos tan positivos como los del programa piloto.

Juan Pedro Rodríguez García
Coordinador de la Unidad Móvil de Información Nocturna (UMIN)