Desde el pasado mes de junio, se encuentra en pleno funcionamiento el Centro de Día para la Inserción Social, proyecto subvencionado por el Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya. Se inicia así, una nueva etapa de colaboración entre la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y este departamento para trabajar a favor de la inserción social de los usuarios/as que proceden del medio penitenciario.

Después de más de 20 años trabajando juntos, FSC y el Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya han retomado su colaboración, en el marco del trabajo que se desarrolla en el Centro de Día para la Inserción Social.

Aunque la relación entre ambos siempre ha sido constante y colaborativa, sí cabe señalar que “después de que no se publicara la orden de subvenciones en el año 2012, el hecho de retomar el encargo en esta nueva etapa, supone una oportunidad para trabajar con personas que presentan unas necesidades específicas que dificultan su acceso, en condiciones adecuadas, a espacios normalizados de la vida cotidiana”, señalan desde el Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH-SIDA.

El Centro de Día para la Inserción Social es un servicio educativo y terapéutico destinado a personas con problemas de adicción que proceden del ámbito penitenciario. El trabajo que desarrolla está sujeto a muchos cambios, tanto por el momento en el que vivimos, fuertemente condicionado por una crisis socioeconómica, como por cambios en el entorno penitenciario. En este sentido, los profesionales del servicio hacen de la adaptación y de la flexibilidad sus ejes metodológicos fundamentales.

Es importante destacar la colaboración tan estrecha que se ha creado entre los profesionales del ámbito de la ejecución penal, los de la red de atención al drogodependiente y los profesionales de otros servicios de FSC con los que se han establecido importantes sinergias (Programa de Inserción Laboral, en colaboración con el Programa Incorpora de “la Caixa”; Piso Terapéutico de Inserción; Club Social…). En este sentido, se han creado canales de comunicación fluidos, y se han desarrollado distintos espacios de encuentro y participación.

En nuestra opinión, sólo desde la responsabilidad compartida se alcanzan niveles óptimos de calidad en el servicio ofrecido.