Lucia Pinzani es voluntaria en el Centro de Día de Adicciones en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona),servicio gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC). Se formó en artes visuales en la Universidad IUAV de Venecia y en arteterapia en la institución Metàfora, de Barcelona. Acude una vez por semana al centro a realizar su labor de voluntariado,realizando sesiones grupales de arteterapia,para ofrecer a los usuarios/as un espacio dedicado a la expresión emocional, mediante el arte. A través de esta entrevista, conoceremos la actividad de voluntariado que realiza desde octubre de 2021 en FSC.

– ¿Qué te motivó a especializarte en la arteterapia?

Desde muy joven, siempre he sentido una fuerte conexión con el arte y la eficacia con la que me permitía expresar emociones y relatar experiencias de una forma distinta. Tras formarme en artes visuales, sentí el deseo de hacer llegar el arte a las personas y seguir un camino que me permitiera estar en contacto con la dimensión humana y con una creatividad auténtica. A través de un proceso personal, experimenté cómo el uso terapéutico del arte podía ayudar a entrar en lugares internos profundos a los que a menudo es difícil llegar directamente a través de las palabras. Fue una experiencia tan significativa para mí que me llevó a darme cuenta de que quería profundizar en mis conocimientos en este ámbito y formarme como terapeuta.

– ¿Cómo surgió la circunstancia de llevar la arteterapia al servicio, a través del voluntariado?

Una vez titulada, estuve buscando oportunidades para adquirir experiencia en alguna entidad y, en la página web www.hacesfalta.org, encontré un anuncio en el que se buscaba un voluntario/a con un perfil profesional similar al mío. Para ello, debía adaptar mis conocimientos para poder trabajar con un colectivo con el que nunca antes había entrado en contacto, y me pareció una buena oportunidad para ponerme a prueba.

– ¿Cuánto tiempo llevas realizando este voluntariado en el servicio y en qué programas?

Comencé las sesiones de arteterapia en el Centro de Día de Adicciones en octubre de 2021, y a los seis meses, empecé el segundo grupo, con el colectivo de inserción social. Han pasado más de dos años desde que empecé la actividad.

Colaboro en dos programas:

  • El programa del Centro de Día de Adicciones en L’Hospitalet de Llobregat, que es un servicio educativo y terapéutico destinado a personas que presentan adicciones toxicológicas o comportamental
  • El programa del Centro de Día para la Inserción Social, que es un recurso subvencionado por el Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña, dirigido a personas que presentan adicciones y que proceden del medio de la ejecución penal.

– ¿Con qué periodicidad realizas este voluntariado?

Llevo a cabo la actividad una vez a la semana. Las sesiones duran una hora y media y tienen lugar en una de las salas del Centro de Día.

– ¿Podrías explicar qué es la arteterapia y para qué se utiliza en estos programas?

Según la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia (FEAPA), la arteterapia “es una vía de trabajo específica que utiliza el proceso de creación, a través del lenguaje artístico para acompañar y facilitar procesos psicoterapéuticos y promover el bienestar bio-psico-social» de la persona. En otras palabras, se trata de una forma de terapia expresiva que emplea los procesos artísticos para mejorar el bienestar. Utiliza el potencial creativo presente en cada persona, para procesar esos sentimientos que no se pueden expresar verbalmente y en contextos cotidianos.

En este caso, la arteterapia podría considerarse una terapia complementaria, ya que se añade a todas las demás actividades del centro y, al utilizar los medios artísticos, proporciona un método de trabajo diferente. Mi percepción es que las personas con adicciones representan un conjunto diverso con circunstancias muy distintas, y un tratamiento variado es útil para abordar más eficazmente estas diferencias.

En este sentido, uno de los retos en la recuperación de las personas con adicciones es encontrar formas de expresar emociones, pensamientos y sentimientos internos profundos y, además, resulta difícil explicar los desencadenantes del deseo de consumo, ya que suelen estar muy vinculados a reacciones subconscientes.

En un proceso arteterapéutico, a través de la creación de dibujos, pinturas y otras actividades manuales, los usuarios/as son llevados a probar su voluntad, su perseverancia y su creatividad, con el objetivo de producir algo nuevo y personal. El impulso creativo se convierte en un medio de expresión y una herramienta para mejorar las habilidades expresivas, el pensamiento abstracto, la capacidad de planificación y el alcance de soluciones alternativas. Las imágenes internas se convierten en imágenes externas, visibles y compartibles y, con la ayuda del terapeuta, se vuelve posible resignificar experiencias de forma positiva y realizar una serie de autodescubrimientos.

– ¿Qué tipos de técnicas o actividades sueles utilizar?

Suelo proponer diferentes técnicas artísticas en función de la sesión: dibujo, pintura, fotografía, vídeo, modelado de arcilla, materiales naturales, materiales reciclados, collage, performance, creación de mascaras, etc.

También, utilizo cartas ilustradas para identificar las emociones. Este trabajo permite crear dinámicas de grupo, en las que los usuarios/as son invitados a elegir cartas, a relacionarlas con los acontecimientos que ven representados en ellas y a compararlas con su propia experiencia. Es una técnica que les permite reflexionar sobre la gestión emocional y las distintas posibilidades de interpretación de experiencias de vida.

– ¿Podrías describirnos la dinámica de alguna o algunas de estas sesiones y cómo se ve reflejado su efecto en los usuarios/as?

Sí. En cada sesión, se selecciona un tema con en el consenso del grupo. A continuación, los usuarios/as trabajan en su obra de arte temática utilizando los materiales artísticos propuestos. La parte final de las sesiones incluye la discusión, la reflexión y la puesta en común con la terapeuta y el grupo.

En general, los usuarios/as responden positivamente a la actividad: viven la fase creativa como un momento agradable y relajante, gracias al contacto con los materiales artísticos y los colores, que despierta las percepciones sensoriales. Después, al observar las obras de arte, verbalizan lo que han expresado, se da una retroalimentación y reflexionan sobre la dinámica del grupo.

– ¿Qué beneficios te proporciona realizar este voluntariado?

 El voluntariado en el Centro de Día de Adicciones de FSC me está ofreciendo una vía para dar y recibir en un ambiente de apoyo mutuo y crecimiento, enriqueciendo mi vida personal y profesional.

Me permite poner en práctica mis habilidades y pasión por la arteterapia, contribuyendo al bienestar de los demás, y me brinda la oportunidad de perfeccionar mis habilidades como arteterapeuta, asumir diferentes desafíos y aprender nuevos enfoques y técnicas para apoyar a las personas participantes.

También, me ofrece la oportunidad de profundizar en mi comprensión del ser humano, sus emociones y sus procesos de curación, y siento que, al interactuar con los usuarios/as, puedo profundizar en la comprensión de mí misma y de mi papel como arteterapeuta.

Por último, me permite observar el trabajo del equipo y conectarme con profesionales y estudiantes en prácticas, generando redes y conexiones desde las cuales en el futuro se podrían generar nuevas oportunidades.


El Impulso, Promoción, Selección y Capacitación del Voluntariado de la Fundación Salud y Comunidad (FSC)  es posible gracias al apoyo de subvenciones de la Administración Pública, contáctanos si quieres colaborar:
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