Habíamos pensado en este proyecto infinidad de veces, como respuesta a una necesidad identificada en las personas que participan en el CIBE de Castellón, dispositivo para drogodependientes de la Fundación Salud y Comunidad (FSC). Dentro de la línea de los programas de reducción del daño asociado al consumo de drogas, éramos conscientes de que la vivienda es un tema que requiere un abordaje específico. Salir de la calle y encontrar una vivienda forma parte del proceso de cambio en la medida que permite dignificar las condiciones de existencia de esas personas.

Habilitar un espacio para ellos y ellas nos permite a la vez darles un lugar en el mundo. Debemos considerar además que un 71 % de las personas atendidas en el CIBE se encuentran en situación de sin hogar. Surge así el programa “La Llar Primer” (“El Hogar Primero”), con la colaboración del Ayuntamiento de Castellón, a través de un convenio impulsado desde la Concejalía de Bienestar Social.

Los criterios de selección para formar parte del programa son: personas sin hogar con consumo activo de drogas, con dificultades de salud asociadas y que quieran formar parte del proyecto.  Cabe señalar que las plazas de las que disponemos son insuficientes para la necesidad existente, por lo que desgraciadamente nos vemos en la obligación de seleccionar a unas pocas personas para cubrir una necesidad básica: tener un lugar seguro donde vivir. Seleccionar a unas pocas personas para hacer efectivo su derecho a la vivienda, frente a un número mayor que seguirán intentándolo de uno u otro modo. Me parece importante recalcar esto, para no reducir el relato este servicio a la descripción de un programa, que creemos que tiene una alta calidad técnica y humana, pero que es solo una modesta respuesta a un problema mucho mayor: las dificultades de acceso a la vivienda de muchas personas en situación de pobreza.

Actualmente, participan en el mismo dos hombres y una mujer, los tres con problemas de salud importantes que han mejorado enormemente en estos meses. Pero, ¿en qué consiste exactamente este programa?

“La Llar Primer” (“El Hogar Primero”), se basa en el modelo de “Housing First” para personas en situación de sin hogar con grandes necesidades de apoyo, que tiene como objetivo prioritario la provisión inmediata de una vivienda estable como paso inicial y principal para prevenir o resolver estas situaciones, que se combina con apoyo. A partir de ahí, mediante una metodología centrada en la persona, respetando sus ritmos y sus decisiones, se realiza un acompañamiento profesional para facilitar la autonomía a todos los niveles y también a nivel residencial. Se trata de un abordaje radicalmente distinto a otros modelos (como el conocido como “modelo escalera”) que sitúa el acceso a la vivienda como la condición sine qua non para cualquier cambio que quiera promoverse o acompañarse. Ahora bien, desde esta óptica, el respeto a los tiempos contempla asimismo una posición profesional que no juzga ni presiona. De alguna manera, es un programa que entronca con la filosofía de reducción del daño que tan bien conocemos.

Más allá de la parte técnica, no hay nada tan ilustrativo como las vivencias, el programa es un primer paso, pero: “Cuando estás en la calle piensas que tener casa y dejar de consumir va a resolver tus problemas, y sí, estás mucho mejor, pero te das cuenta de que faltan cosas, no estás bien, es difícil, tienes miedos, hay cosas en las que te sientes torpe, también solo”.

Y esto es así porque cuando las personas sufren largos procesos de exclusión, las “heridas vitales” que se producen no se curan solo con el acceso a bienes materiales, hay que volver a realizar un proceso duradero en el tiempo de recuperación y reconstrucción de la vida propia. Sin embargo, sin unos mínimos a nivel material, la realización de estos procesos se vuelve una tarea poco más que heroica.  Por tanto, se trata por una parte de restituir el acceso a un derecho como el de la vivienda, mientras en paralelo se favorece también la adquisición de herramientas que permitan a estas personas volver a la sociedad.

El proyecto se ha enriquecido asimismo con otras experiencias llevadas a cabo por la Fundación Salud y Comunidad. Desde nuestra participación en espacios de red como EAPN (European Anti-Poverty Network), la XAPSLL (Red de Atención a las personas sin hogar del Ayuntamiento de Barcelona) o más recientemente, el proyecto europeo Street Support que nos ha permitido también identificar y aprender buenas prácticas desarrolladas en otros países de la Unión Europea.

Belén Sánchez Garcés
Directora de Programas de Inclusión de FSC en Castellón