El Pleno del Congreso de los Diputados ha ratificado por unanimidad el acuerdo alcanzado en la Comisión Mixta (Congreso-Senado) para el Estudio del Problema de las Drogas, sobre el informe aprobado por la ponencia sobre sistemas de tratamiento y atención en drogodependencia, claves para el futuro.

El Pleno del Congreso de los Diputados ha ratificado por unanimidad el acuerdo alcanzado en la Comisión Mixta (Congreso-Senado) para el Estudio del Problema de las Drogas, sobre el informe aprobado por la ponencia sobre sistemas de tratamiento y atención en drogodependencia, claves para el futuro.

Este informe recoge el trabajo de la Ponencia en un total de 13 reuniones a puerta cerrada desde su creación en 2008, con la participación de cerca de 50 expertos, y fue publicado en el Boletín Oficial de las Cortes el pasado 31 de mayo.

Entre las consideraciones de carácter general que presenta, el informe cita que los comparecientes incidieron en cuatro aspectos fundamentales: la drogadicción es una enfermedad; en especial destacan el factor predisposición somática como factor especialmente desencadenante de esta enfermedad; o es difícil la recuperación del paciente, entre otros aspectos.

A continuación, analiza desde los años 80 tanto el consumo como las medidas adoptadas frente al mismo en España, destacando que en la actualidad se ha consolidado el predominio de la cocaína, combinada con una amplia variedad de sustancias, por regla general aceptadas socialmente como producto de consumo normal y por usuarios de ambos sexos.

DROGAS EN ESPAÑA

Posteriormente, el informe destina un capítulo a las más importantes sustancias estupefacientes en la España de hoy: marihuana y cannabis, alcohol, cocaína, metanfetamina y drogas de diseño, así como opiáceos y sus derivados, como heroína, codeína o metadona, por ejemplo.

Igualmente, el texto consensuado entre parlamentarios y senadores detalla ante la Ponencia las líneas básicas de determinados modelos de prevención y lucha contra la droga en España; un decálogo de propuestas de los comparecientes en materia de prevención y acción anti-droga.

Entre las conclusiones y recomendaciones el trabajo diferencia entre los conceptos de ‘consumo de drogas’ y ‘adicción a las drogas’. Así, puntualiza que el ‘consumo’ suele ser circunstancial, pudiendo o no acompañar al sujeto que lo practica a lo largo de su vida; mientras que las ‘conductas adictivas’ son enfermedades crónicas recidivantes y evitables, que constituyen un problema de salud pública. «Los adictos experimentan una verdadera compulsión con efectos placenteros, que les impide alejarse del consumo», apostilla.

Eso sí, apunta a los factores individuales genéticos, de personalidad y trastornos psíquicos, como «los determinantes de la vulnerabilidad para la adicción».

Según indica, esta personalidad adictiva lleva a un individuo a organizar su vida en función de la búsqueda y consumo de productos con o sin sustancia con gran capacidad adictiva, siendo incapaz de controlar su dependencia a pesar de los severos daños físicos, psíquicos y sociales a los que se ve abocado, manteniendo su adicción para no sufrir un síndrome de dependencia o abstinencia; esta evolución puede llevarlo a múltiples enfermedades y complicaciones psicosociales, apunta el trabajo.

Sin embargo, dice que los trastornos adictivos se pueden asociar a trastornos psiquiátricos; esta doble patología es lo que se denomina ‘patología dual’, cuyo conocimiento es importante para el abordaje unificado de la patología psiquiátrica y de la conducta adictiva de estos enfermos.