Las agresiones físicas a las adolescentes por parte de sus parejas ha aumentado del 0,801 al 4% en tres años, según dos estudios hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Las investigaciones también revelan que los chicos han elevado su presión hacia ellas para realizar actividades de tipo sexual, de manera que este tipo de acosos ha pasado a ser denunciado de solo un 1,01 al 6,3%

También han aumentado los acosos especialmente a través de las nuevas tecnologías. Así el 28,8% de las chicas reconoce haber tenido control abusivo o voraz (con quién habla, lo que dice, a donde va) por parte de sus parejas. La principal novedad es que ahora se ejerce a través del móvil, un tipo de acoso que el 25,1% de ellas confiesa haber sufrido.

CIBERACOSO MENOS PERCEPTIBLE

Las investigaciones, coordinadas por los profesores de la Universidad Complutense de Madrid Cristóbal Torres y María José Díez-Aguado, alertan de que los «nativos digitales» tienen una percepción muy baja de los efectos perniciosos del ciberacoso, lo que les lleva con más facilidad a ser víctimas.

Durante la presentación, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, destacó que «el entorno más cercano es fundamental en los valores contra la violencia», mientras que las nuevas tecnologías «son el medio en el que los jóvenes se sienten cómodos en sus relaciones». Pero ha advertido de que las nuevas tecnologías se convierten en «una herramienta de doble filo, pues permite nuevas vías de conductas violentas». Es «una forma más de ejercer la violencia de género» entre «chicas y chicos que han tenido vínculos afectivos», ha sentenciado

Entre las principales conclusiones de los estudios, en los que han participado más de 8.000 adolescentes y jóvenes de 13 a 19 años, destaca el hecho de que las nuevas tecnologías facilitan a los agresores alcanzar a sus víctimas sin que exista contacto directo con ellas, pero también suponen una dificultad para cerrar una relación de pareja y que los estereotipos tradicionales existentes en las relaciones entre hombres y mujeres se proyectan en internet y en las redes sociales.

Fuente: El Periódico