“El arte de reírse de uno mismo”, “No me toques las narices”, “Navegante de emociones” y “Clown en cuerpo y alma” son los títulos de las sesiones del Taller de Clown que hemos puesto en marcha recientemente en el Centro de Acogida para Personas Sin Hogar (CAI) de Alicante, de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC). El taller, de una hora de duración, se realiza con periodicidad quincenal. Dada la buena acogida, se prevé finalizarlo a final de año.

Los objetivos de este taller son crear un clima de grupo que contribuya a la relajación, confianza y complicidad entre las personas participantes, mejorando la convivencia en el centro; ayudar a descubrir que cada persona tiene su propio “clown” (payaso) y que, a pesar de la individualidad de cada participante, van a encontrar puntos en común, que hará más fácil funcionar desde la empatía.

Otros objetivos que se plantean en el taller son desarrollar la escucha y la comunicación como base del “clown”, pero también como requisito para la mejora de las relaciones sociales entre los/as participantes; trabajar la mirada como herramienta para expresar emociones, así como fomentar y mejorar la expresión de emociones básicas (alegría, tristeza, miedo, ira…).

Según nos trasladan desde el servicio, en las sesiones realizadas hasta el momento, y especialmente en aquellos/as participantes que han asistido a todas ellas, se ha observado cómo se ha ido creando un vínculo, generándose relaciones de carácter lúdico, que no se dan, de ninguna otra forma, en la rutina del CAI.

“El hecho de colocarse la nariz roja, da licencia para mostrarse tal y como son, sin filtros, sin normas externas, fortaleciendo esto su autoestima y ofreciéndonos a los/as profesionales una información valiosa”, explica la persona responsable e impulsora del taller. Asimismo, señala que “se ha reducido, sesión tras sesión, la dificultad que presentaban para identificar y expresar emociones muy básicas”.

El CAI de Alicante inicia un Taller de "Clown" para la mejora de relaciones sociales entre participantes, el autodescubrimiento y desarrollo personal

Todas las sesiones cuentan con la misma estructura: juegos de calentamiento, para desconectar de la realidad individual con la que se acude al taller; juegos de preparación, que dispongan a los/as participantes para el juego de actividad de “clown” posterior; propuestas de improvisación con nariz, en las que se ejercita ya con la nariz roja, “en clave payasa”; así como una parte final dedicada a la relajación y valoraciones, que permitan una reflexión tranquila de lo que ha sido la actividad.

Hacer este Taller de «Clown» es hablar de risa, pero también de tragedia y de problemas. El “clown” se ríe de sus propios fracasos, acepta su error y no desiste en hacer las cosas cada vez mejor para lograr el éxito. Todo esto tiene mucho que ver con la trayectoria personal, no solo de las personas sin hogar, sino de cada uno de nosotros/as.

“Aceptar este fracaso es el primer paso para todo lo que viene después y después, para muchos, lo que viene es el CAI. En estas sesiones, trabajamos principalmente dos áreas: la física y la emocional. La expresión, la coordinación y coherencia entre cuerpo-mente como medio para canalizar las emociones más auténticas, que nos llevan a sorprendernos de lo que somos capaces, a descubrirnos y para algunos, a redescubrirse”, mantiene la responsable.

Además, “en ellas, celebramos juntos nuestra torpeza e inutilidad. Nos mostramos libres de culpa y prejuicios. Nos ponemos la máscara más pequeña, potente y mágica que existe, porque no oculta, no esconde, no disfraza, sino todo lo contrario: muestra sin filtros las emociones que nos invaden; expone nuestra inadecuación social, física o intelectual, y desde ahí transforma, construye”, matiza la responsable del taller.

Desde el CAI de Alicante, quieren compartir algunas frases de autores, a propósito de la realización del taller:

  • “El público ríe o llora con el clown porque se reconoce. Nos igualan nuestras imperfecciones, no nuestras grandezas” (Alain Vigneau).
  • “Bienaventurados los fracturados porque dejan pasar la luz” (Yvan Audouard).
  • “El clown tiene la capacidad de equivocarse y seguir amándose» (autor desconocido).