Yassin Abja Rodríguez es voluntario del programa CerclesCat de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona desde hace dos años. Se trata de un proyecto financiado por el Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña. Es Licenciado en Psicología por la Universidad de Barcelona y se ha especializado en psicología forense y criminal, a través de un máster realizado en la misma universidad. Además, cuenta con experiencia laboral en medidas penales alternativas. Esta entrevista nos permite conocer mejor su experiencia como voluntario.
– ¿Por qué decidiste hacer voluntariado en CerclesCat?
Había oído hablar de este programa en el máster, y al comenzar a trabajar en Medidas Penales Alternativas, mi coordinadora, que a su vez era coordinadora de un Círculo, me comentó más sobre ello.
Por una parte, me interesaba colaborar por el aprendizaje que podía adquirir a nivel profesional, concretamente en lo referente a la intervención con agresores. Y a nivel personal, llevaba tiempo queriendo hacer algún voluntariado. Además, teniendo en cuenta que no todas las personas quieren o se ven capaces de hacer un voluntariado como este, consideré que podría aportar en la ayuda a personas que normalmente no reciben una segunda oportunidad por parte de la sociedad.
Asimismo, pensé que podría aprender del resto de voluntarios/as y de mí mismo en una experiencia como esta. Sin duda, CerclesCat es un proyecto necesario dirigido a personas que han cometido delitos de agresión sexual y que se encuentran en el final de su condena. Aporta un acompañamiento distinto al que pudieran recibir por parte de profesionales.
– ¿En qué consiste tu labor como voluntario?
En ser parte de un grupo de personas que tratan de ayudar al Miembro Central en lo que necesite y nos permita. Acompañando en su proceso de reinserción al salir de prisión, después de unos cuantos años internado, dando un apoyo en aquellas dificultades con las que se encuentre. Pero siempre siendo consciente de aquellos factores de riesgo que presenta esta persona, en cuanto al hecho delictivo que cometió, tratando de que no vuelva a ponerse en situaciones que faciliten la reincidencia en el delito y siempre con el objetivo de que no haya más víctimas.
– ¿Cuánto tiempo le sueles dedicar a este voluntariado?
Ha ido cambiando. Le dediqué 2 horas semanales aproximadamente durante los primeros meses, acudiendo a reuniones con todos los voluntarios/as.
Posteriormente, 2 horas cada dos semanas, alternando salidas (en ellas, no han de asistir todos los voluntarios/as, solo 2 como mínimo) y acudiendo a “quedadas” con todos los voluntarios/as.
Finalmente, 2 horas al mes alternando “quedadas” y salidas. Las salidas son a espacios públicos al aire libre, museos, actividades culturales, visitas a recursos que pueda aprovechar en su barrio, citas con la administración pública (Servicio Público de Ocupación de Cataluña SOC, por ejemplo) para las que nos piden acompañamiento, etc.
Cabe destacar también que entre “quedadas”, se va contactando vía telefónica o correo electrónico para saber cómo está el Miembro Central y que no pase mucho tiempo sin saber por nuestra parte.
– ¿Qué te aporta esta experiencia de voluntariado?
Me permite conocerme más, tomando conciencia de cuáles son algunos de mis límites, comparándome con la perspectiva que tengan otros voluntarios/as, algo que puede hacer que conozca más dónde me sitúo en lo relativo a cierta creencia, valor, etc., o bien que me haga aprender del otro y que, de alguna manera, haga que me plantee si quiero cambiar eso de mí.
También, me permite conocer a personas que no conocería en otras circunstancias. Así como la satisfacción de ayudar en lo que pueda a alguien que no recibe mucho apoyo en su día a día. Y a nivel profesional, le doy mucho valor a que esta experiencia me permite aprender.
– ¿Qué beneficios consideras que aporta tu labor de voluntariado a las personas beneficiarias del mismo?
Además de lo que he ido comentando, considero que normalmente los miembros centrales no tienen la oportunidad de tener un espacio seguro, en el que poder hablar de cualquier tema sin ser juzgados y donde poder mostrarse vulnerable de forma segura. Esto favorece que aprendan y deseen construir más espacios seguros. También tienen la oportunidad de conocer y aprender de personas con la que no compartirían tanto espacio y tiempo, si no fuese por el proyecto.
Este contexto trata de ser una muestra representativa de lo que se pueda encontrar en la sociedad, y una oportunidad de afrontar, en un contexto controlado y seguro, aquello con lo que se va a ir encontrando tras su salida de prisión.
– ¿Cómo es el ambiente de colaboración con los/as profesionales de FSC que te ayudan a desempeñar estas tareas como voluntario?
Un ambiente agradable, de respeto, en el que sientes que formas parte de una comunidad de personas que tratan de hacer del mundo un lugar mejor.
– ¿Con qué momentos te quedas de tu experiencia de voluntariado hasta el momento?
Me quedo con muchas de las salidas, espacios donde disfrutar de lo que ofrece la ciudad de Barcelona, donde favorecer que el Miembro Central realice estas actividades en el futuro. Espacios donde podemos conocernos más, en los que él adopta otra actitud y habla de cosas de las que no suele hablar.
También, con la vivencia de un pícnic que hicimos en el Parque de la Ciudadela o la visita del museo egipcio (al Miembro Central le encanta la cultura egipcia).
– ¿Quieres comentarnos alguna cuestión más?
Sí, agradezco la oportunidad de poder hacer esta entrevista y dar visibilidad a un proyecto como este, que es muy necesario y debe ser más conocido para cambiar las creencias y prejuicios hacia personas que han cometido delitos graves, las cuales necesitan recibir una segunda oportunidad.
El objetivo es su reinserción social para que no haya más víctimas y para que la sociedad se sienta más unida y más segura.