Un grupo de residentes del Centro de Atención Especializada de Menores de Cayón (CAEM), servicio de la Dirección General de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en consorcio con la Asociación Lagunduz, ha acudido recientemente a la Vijarena en Silió (Cantabria), celebración que abre el calendario de los carnavales europeos de 2020. En esta salida de ocio, participaron vistiendo de una manera vistosa y pudieron conocer de primera mano esta fiesta que es puro arte e historia, acompañados por un equipo del servicio.

El primer domingo de enero, como marca la tradición ancestral, la localidad cántabra de Silió celebró la Vijarena, una mascarada de invierno en la que se congregan multitud de personajes que cuentan con su propia identidad y a la que asistió un grupo de menores de este servicio.

La mascarada de este año ha contado con más de 150 participantes, ataviados/as con 90 trajes distintos, muchos de ellos dedicados a la naturaleza. Esta celebración supone un espectáculo único, gracias a la sofisticación de unos disfraces elaborados con materias primas naturales y del entorno.

La salida, organizada desde el servicio, tenía como fin realizar una actividad directamente relacionada con el ocio, la cultura y la naturaleza, y ofrecer a los/as menores modelos que les pudieran servir para organizar su propio tiempo libre de una manera más lúdica.

Esta salida permitió que el grupo de menores pudiera conocer in situ este carnaval de gran trascendencia cultural, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional y en ​proceso de ser declarado bien de Interés Cultural Inmaterial. Se trata de una fiesta primitiva relacionada con el folclore cántabro y de origen pastoril, donde Jano, dios idealizado con dos caras, el bien y el mal, lo viejo y lo nuevo, es el protector de los rebaños.

Además, el grupo de menores del CAEM de Cayón compartió momentos entrañables con el pintor, escultor y diseñador, de estudio y de arte urbano, Okuda San Miguel, uno de los artistas cántabros más prolíficos y reconocidos internacionalmente, lo que permitió a la educadora del servicio que acompañaba a los/as menores, a comentar y darles algunos pequeños apuntes sobre el mundo del arte.

Posteriormente, visitaron el Palacio de los Hornillos, situado en Las Fraguas, muy cerca de Silió, en una extensa finca, de 60 hectáreas, 30 de las cuales están dedicadas a jardines y bosques centenarios dignos de ser visitados, y en esta ocasión una oportunidad única para disfrutar de un ocio en la naturaleza, sin perder de vista el objetivo de la actividad de prevenir hábitos de sedentarismo y de aburrimiento. El Palacio de los Hornillos resultó de gran interés para los/as menores, al tratarse de la localización del rodaje de la película “Los otros”, del director español Alejandro Amenábar.

Los menores del Centro de Acogimiento Especializado "Valle de Cayón" disfrutan del primer carnaval del año en Europa

También, el grupo aprovechó para hacerse unas fotos en la Iglesia de San Jorge, que tiene forma de templo romano y está a pocos metros del Palacio de los Hornillos, declarada Monumento de Interés Histórico Artístico. La atractiva estética de estilo neoclásico, las columnas o las escaleras fueron emplazamientos donde los/as menores se sacaron unas instantáneas, maravillados por la belleza de la arquitectura de esta iglesia.

Sin duda, esta salida supuso toda una vivencia y permitió al grupo de menores del CAEM de Cayón, participar, por un lado, de una actividad dirigida a la consecución de objetivos socio-educativos, orientados a ofrecerles experiencias significativas que les permitieran conocer e interiorizar alternativas y opciones para un ocio saludable y, por otro, a fomentar, a través de la misma, el conocimiento del entorno social y cultural como una forma de hacer un buen uso del tiempo libre.

Como dato curioso, los etnógrafos/as explican la fiesta de la Vijarena como una despedida del año finalizado, con sus sinsabores y sufrimientos, y una bienvenida con fuerza al entrante del que se esperan todo tipo de bendiciones, que es lo que deseamos a este grupo de menores, que se aventuró a participar en esta fiesta que recuerda la importancia del oso en la cultura y la memoria de las montañas cántabras.