El Centro de Acogida de Menores (CAM) de Ateca, en Zaragoza, servicio concertado con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), dirigido y gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, ha participado recientemente en la actividad de replantación de pinos, organizada por el Ayuntamiento de Ateca y un grupo de trabajadores de la empresa SEAT, en el marco de la Semana Cultural de Ateca. En la actividad, han colaborado 14 menores que residen en el servicio, acompañados de 7 profesionales del equipo educativo y de la dirección del centro.

En esta ocasión, una de las menores participantes, A.P.C., nos ha trasladado de forma escrita lo que esta experiencia supuso para ellos/as:

“El día ha sido bastante chulo; hemos aprendido a plantar pinos y nos han explicado dónde afectó el incendio ocurrido en Ateca el 18 de julio de 2022. En total, hemos plantado 260 pinos para apoyar la causa. Al llegar al lugar, nos explicaron que el incendio afectó a varios pueblos, entre ellos Ateca, Bubierca, Moros, Villalengua, Terrer, Alhama de Aragón, Villarroya de la Sierra, Cetina y Embid de Ariza, pero que los más afectados fueron Moros, Villalengua, y Ateca, poblaciones en las se quemaron unas 14.000 hectáreas.

Tras recibir la explicación, hemos ido a recoger nuestras cajas de pinos y nos hemos puesto en marcha. Los agujeros ya estaban hechos para que solo tuviéramos que cavar un poco, poner el pino, echar tierra, aplanarla, regarla y, posteriormente, volver a poner un poco más de tierra y piedras para asegurarlo mejor. Todo el proceso nos llevó algo más de 2 horas, desde las 10 hasta las 12:30 de la mañana.

El objetivo de la plantación fue volver a repoblar las áreas afectadas por el incendio para que pudiéramos ver el esfuerzo que realizan los profesionales forestales y lo que cuesta mantener un bosque saludable.

Nos dividimos en cuatro grupos para poder plantar en diferentes lugares. Fuimos 14 menores, acompañados del equipo educativo y de la dirección del centro. A esta actividad no solo fuimos nosotros/as, sino que también asistieron personas del pueblo. De esta manera, además de ser una actividad diferente, supuso una oportunidad para que interactuáramos con el entorno y la comunidad.

Tras ello, fuimos a comer al pabellón de Ateca. Los/as menores y el equipo educativo y directivo disfrutamos de una gran paella gigante. Nos sentamos a esperar a que estuviera lista la comida y llegasen todos los colaboradores/as. Mientras tanto, tuvimos una conversación muy agradable con el equipo de profesionales del centro y con las personas externas al recurso, lográndose una buena convivencia.

Cuando la comida estuvo lista, fuimos de 4 en 4 a servirnos de la magnífica paella que habían preparado los cocineros. Más tarde, fuimos a por los postres. Afortunadamente, había flan y pudimos repetir, además de desgustar las barritas de chocolate Huesitos, promocionadas por la fábrica de Ateca”.

Por lo que hemos podido saber tras la realización de esta actividad, los/as menores aprendieron de esta experiencia y la disfrutaron. Además, su colaboración fue muy bien valorada por la comunidad y los vecinos/as de la población, que la agradecieron en todo momento.

Por último, cabe destacar, como hemos ido trasladando en otras noticias, el interés de los/as menores del Centro de Acogida de Menores (CAM) de Ateca, en Zaragoza, por participar en actividades de educación ambiental, de las que siguen adquiriendo nuevos conocimientos y que les hacen valorar la importancia de respetar los espacios naturales.