Nico Asensio trabaja en nuestra entidad desde hace un año. Con anterioridad, su actividad profesional se ha desarrollado en el ámbito de la logística en una multinacional y en el Tercer Sector, desempeñando funciones relacionadas con la administración y la prevención de riesgos laborales. Cuenta con la licenciatura de Biología y con un Máster Oficial en Prevención de Riesgos Laborales, en las especialidades de seguridad laboral, higiene industrial, ergonomía y psicosociología. Sus compañeros/as del servicio de prevención de riesgos laborales lo describen como una persona cercana y amable, muy profesional y siempre dispuesto a ayudar y a colaborar para ofrecer soluciones consensuadas y adaptadas a cada situación.

–  ¿Cómo llegaste al mundo de la prevención de riesgos laborales y por qué?

En mis experiencias laborales previas, siempre he tenido una participación activa en temas de prevención de riesgos laborales (PRL), lo que me ha permitido conocer este ámbito de manera muy cercana y de alguna manera, descubrir una alternativa profesional interesante.

Todo ello unido a una situación laboral poco motivadora, me llevó a cursar el Máster Universitario Oficial en Prevención de Riesgos Laborales, lo que me ha permitido llegar hasta aquí.

 – ¿Cuál es tu experiencia y trayectoria en este ámbito?

Mi experiencia ha estado ligada siempre al ámbito de la acción social, lo que supone una motivación extra. He trabajado durante 5 años en el ámbito de la PRL en una entidad sabadellense del Tercer Sector (A.J. Esquitx).

– Háblanos un poco de tu trabajo en FSC, qué funciones desarrolla el departamento, qué tipo de cobertura ofrece a los trabajadores, etc.

El trabajo es muy variado, si bien la actividad principal y punto de partida del resto de actividades es la evaluación de riesgos, tanto inicial (en los centros cuya gestión iniciamos), como periódicas.

A partir de aquí, nace la planificación de toda la actividad preventiva que se va a llevar a cabo durante el año en cada centro de trabajo y que tiene como objetivo garantizar la seguridad y la salud de todos los trabajadores/as de la Fundación Salud y Comunidad.

La tarea consiste en formarles e informarles, realizar los planes de emergencia de los centros, simulacros de emergencias, estudios referentes a riesgos psicosociales y ergonómicos, investigación de accidentes, asesoramiento y soporte en las cuestiones que van surgiendo en el día a día, vigilancia del cumplimiento de la normativa en prevención de riesgos laborales, coordinación de la vigilancia de la salud, etc.

-¿Por qué es tan importante la prevención de riesgos laborales para FSC?

Si partimos de la base de que los accidentes laborales son evitables, una eficiente implantación de la prevención de riesgos laborales es fundamental para garantizar que se eliminen o se adopten medidas eficaces, para prevenir los riesgos que puedan darse en cada centro de trabajo.

Por tanto, la prevención de riesgos laborales es fundamental para evitar accidentes laborales y enfermedades profesionales.

Además, nos permite cumplir con los requerimientos legales, evitando sanciones económicas que pueden restar recursos a los centros y servicios afectados.

-Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta del mundo de la prevención?

Si no te gusta la monotonía y la rutina, es una profesión dinámica, en la que continuamente estás aprendiendo, cada tipología de servicio tiene unos riesgos y características propias que requieren de soluciones específicas, que hay que ir construyendo con la participación de todas las partes implicadas.

El hecho de trabajar con el objetivo de garantizar la salud y seguridad de todos los trabajadores/as y usuarios/as, es en sí el principal atractivo de esta profesión.

– ¿Cómo se desarrolla tu día a día?, ¿qué tareas te gustan más?

El día a día combina tareas planificadas, junto a otras que van surgiendo fruto de la actividad diaria de cada centro. Hay que ir adaptándose a las urgencias o demandas que se van generando.

Si tengo que destacar alguna actividad, sin duda la que más me gusta es el contacto con los equipos de profesionales que están en primera línea de acción, conocer “in situ” su trabajo, sus dificultades y sus logros, y a partir de ese conocimiento, y de manera compartida, hacer todo lo posible para que su trabajo se desarrolle en óptimas condiciones de seguridad.

 -¿Cuál dirías que es el principal reto del departamento en estos momentos?

En una entidad con la dimensión y dispersión geográfica que tiene FSC, el gran reto es garantizar que la prevención de riesgos laborales esté implantada y funcione de manera eficiente en todos los centros, independientemente del lugar en el que estén ubicados.

Para ello, es fundamental tener referentes competentes en prevención de riesgos laborales en todos los servicios. Lo conseguimos impartiendo formación reglada a los directores/as de centro, que les acredita y capacita para el desempeño de las funciones de técnico de Prevención de Riesgos Laborales de nivel Básico.

– Más allá de las funciones habituales de un departamento de estas características, ¿qué ofrece como aspecto diferenciador en una entidad como la nuestra?

Si bien el hecho de gestionar la PRL a través de un servicio de prevención propio, es un imperativo legal debido a la dimensión de nuestra entidad, se percibe una cultura preventiva sólida, fruto del trabajo realizado por la anterior responsable del departamento (Elisabeth Molina).

Ello ha sido posible también gracias a la colaboración fundamental del resto de integrantes del servicio de prevención: Meri Such, colaborando en la impartición de formaciones y control de las UTEs; Esther Molinero, en las gestiones de contratación con los Servicios de Prevención Ajenos (SPA), que se encargan de la vigilancia de la salud y dan apoyo en la formación, y Carme Trilla, asesorando y dando soporte en la actividad preventiva.

El poder disponer de un servicio de prevención propio, permite que el trabajo que realizamos sea más próximo a la actividad y realidad de la entidad, facilita el conocimiento cercano de la problemática específica de cada centro, y lo que es más importante, permite la integración real y efectiva de la prevención de riesgos laborales en la gestión global de la entidad.

La integración de la prevención de riesgos laborales en el sistema de gestión de FSC, es sin duda, el aspecto diferenciador.

-¿Cómo es la formación que lleváis a cabo en los centros/servicios en materia de prevención de riesgos?, ¿en qué consiste?

Debido a la dispersión geográfica, la formación de las nuevas incorporaciones se imparte a través del Servicio de Prevención Ajeno. Sería inviable y poco racional desplazarse a cada centro para impartir estas formaciones.

Desde el servicio de prevención, impartimos formaciones más específicas, según se van detectando necesidades, ya sea en materia de ergonomía, formación para directores/as de centros, etc…

– ¿Qué tipo de riesgos laborales son los más comunes en nuestros ámbitos de trabajo?

Cada ámbito tiene sus riesgos específicos y, por tanto, su tipología propia de accidentes laborales, pero en la mayoría de áreas, hay que hacer hincapié en la exposición a riesgos psicosociales que de manera menos inmediata, pero sin pausa, pueden ir dañando la salud de los trabajadores/as expuestos.

– ¿Qué consecuencias pueden tener este tipo de riesgos laborales en los trabajadores/as?

Este tipo de riesgos tienen su origen en la organización y tipología del trabajo, generan respuestas de tipo fisiológico (a nivel endocrino), emocional (ansiedad, depresión, etc.), cognitivo (afectan a la concentración, la creatividad, etc.) y conductual (abuso de alcohol, tabaco, etc.). En definitiva, desencadenan una situación de estrés laboral, precursora de enfermedades tanto físicas como mentales en los trabajadores/as (trastornos gastrointestinales, cardiovasculares, respiratorios, endocrinos, dermatológicos, trastornos del sueño, adicciones, etc.).

-¿Cómo se pueden prevenir estos riesgos laborales?

Para prevenir, es fundamental identificar los factores de riesgo, e insistir en los riesgos psicosociales. Para ello, se deben hacer estudios y evaluaciones específicas que nos revelen esa exposición que, a la larga, puede tener consecuencias graves para la salud de los trabajadores.

La actividad de FSC, en muchos casos, lleva asociada una exposición inevitable a factores de riesgo psicosociales. En estos casos, ante la imposibilidad de eliminar esta exposición, debemos buscar elementos moduladores que eviten la aparición del estrés laboral (capacitación a través de la formación continua, apoyo social, reorganización de la distribución de tareas, etc.)

– ¿Qué opinión tienes sobre la prevención de riesgos laborales en estos momentos?, ¿y de cara al futuro?

En España, la prevención de riesgos laborales es una disciplina relativamente joven si la comparamos con otros países de nuestro entorno. En este sentido, llevamos muchos años de retraso. Hay mucho trabajo por hacer y muchas cosas que cambiar, sobre todo en la pequeña y mediana empresa. Se avanza, pero muy lentamente.

Desde el ámbito empresarial, falta consolidar la cultura preventiva. Se sigue percibiendo la prevención como un gasto, cuando se trata de una inversión.

– ¿Y cuál podría ser una buena solución para ti?

Las administraciones deben dar un paso, más allá de legislar. Hay que incidir en crear cultura preventiva y cambiar el modelo actual de gestión basado en la externalización de la actividad preventiva que, en demasiadas ocasiones, responde solamente a la necesidad de cumplir “formalmente” con la legislación vigente. En Europa tenemos muchos ejemplos de cómo mejorar en este y otros aspectos.

–  Desde tu punto de vista, ¿qué futuro nos espera entonces en este ámbito?

El futuro, seguramente, como ha sucedido en el pasado, vendrá determinado por las interpelaciones que lleguen desde Europa, en el sentido de adaptar y regular la actividad preventiva, de acuerdo con las directivas europeas.