Módulo III

7

Ayudas en la vida diaria

El cuidado y acompañamiento en actividades cotidianas

7.1 La ayuda en la higiene, lavado, vestirse y desvestirse

Es muy importante que las personas cuidadoras de mayores dependientes estimulen y promuevan el mantenimiento del aspecto de la persona a la que cuidan, respetando sus preferencias y adecuándolas a sus necesidades y siempre intentando evitar la sobreprotección.

Las tareas de arreglo personal, desvestirse, vestirse requieren habilidades tanto físicas (equilibrio, coordinación, movilidad, fuerza y destreza) como cognitivas (memoria, atención, razonamiento lógico…).

Dependiendo del tipo o grado de dependencia y/o discapacidad de la persona la tarea del cuidador/a en este sentido irá destinada a apoyar, supervisar, acompañar, sustituir o enseñar.

Algunos consejos a seguir

  • Realizar una evaluación de la autonomía: será necesario lo antes posible, para establecer en qué áreas la persona es independiente, y en cuáles necesita apoyo y/o aprendizaje.

  • Potenciar y facilitar la independencia: supervisando y apoyando solo cuando sea necesario. No tengáis prisa y ofrecerle todo el tiempo que necesite, y no es olvidéis de darle siempre un refuerzo positivo para fortalecer los logros en su autonomía.

  • La buena apariencia y el aspecto físico: seleccionar la ropa según sus preferencias y animadle para que sea participe en su elección. Un factor importante es la elección de las prendas para evitar el aspecto de abandono y dejadez. Este tipo de cuidado personal ayuda a tener una buena imagen y favorece la autoestima

  • El espacio: el vestirse y el arreglo personal se debe realizar en una habitacióna una temperatura ambiente adecuada, que permita la privacidad y con luz suficiente. Además, siempre que sea posible, debe de ser un espacio libre de interrupciones que puedan desorientar o incomodar a la persona.

  • Las rutinas: cuando existan problemas cognitivos es importante recordar que el proceso de arreglo personal debe ser siempre el mismo para crear una rutina. También es necesario que tengáis colocada por orden toda la ropa o complementos que vayáis a utilizar. Recordad: ir explicando paso por paso lo que vais a hacer y si es necesario podéis ir enseñándosela y comentar aspectos como el color, para que sirve, etc. esto ayudará a crear confianza y evitará que se sienta desorientado, con miedo o agresivo.

  • Simplificad el vestuario: eliminar lo que no se use o no corresponda a la estación del año. El vestuario debe ser el apropiado y de acuerdo a la temperatura ambiental, sin olvidar que, debido a la inactividad, edad y la disminución de la circulación, las personas mayores conservan una temperatura un poco menor de lo habitual. Evitar también, que esté cubierto en exceso, ya que, corréis el riesgo de provocarle deshidratación.

  • Desvestir: a la hora de desvestir, sacad primero las prendas de la parte superior, después las inferiores y finalmente los zapatos. Y para vestir, empezar primero por la parte inferior del cuerpo. Lo aconsejable es que se haga sentado, si no es posible, recordad que tenga siempre algo estable dónde poder sujetarse. Si la persona tiene que ser vestida en la cama, colocaremos primero la ropa de la parte inferior del cuerpo, después la superior. Para colocar calcetines o medias os será más cómodo apoyando sus pies en un banco o taburete pequeño. Si vuestro familiar tiene algún brazo o pierna impedidos, se empezará a vestir siempre por dicha extremidad afectada y se terminará por la sana (para quitar la ropa se hará al contrario). Una vez puesta la ropa, giraremos a la persona revisarla y ajustarla bien al cuerpo.

  • Productos de apoyo: pueden servir para que tengáis momentos de descanso en determinadas tareas de la vida diaria tal y como se muestran en el apartado de La movilidad: buenas posturas y ayudas técnicas [RECURSO 4].

  • Tipo de ropa: evitar la que sea de difícil colocación: prendas ajustadas, cuellos y puños estrechos, tejidos poco elásticos, etc. Lo mejor es que sea holgada para permitir libertad y amplitud de movimientos y, si puede ser, con apertura delantera. Intentad utilizar elásticos y cintas de velcro como sustitutivos de cierres, botones y cremalleras. Poner botones más grandes o argollas en las cremalleras también puede ser una opción para facilitar la tarea.

  • Tejidos naturales (algodón): para las prendas tanto interiores como externas ya que son frescos, transpirables y fáciles de lavar/planchar. Y vigilad que la ropa no tenga puntos de presión que dificulten la circulación e impidan una correcta respiración.

  • El calzado: los zapatos deben ser cómodos, que no aprieten, transpirables, con suela de goma antideslizante, que sujeten el pie y que tengan abertura ancha para que sean más fácil de meter en el pie. Son aconsejables los zapatos sin cordones o con velcro. En cualquier caso, el calzado debe adaptarse lo máximo posible, evitando las estrecheces que pueden deformarlo e impedir la movilidad de los dedos. Si se usan plantillas, deben ser iguales a la parte interna del zapato para evitar rozaduras o incomodidades. Es importante que antes de poner los zapatos comprobar que no haya pliegues, grietas, piedras, etc.

  • Motivación por mantener y potenciar el aspecto físico: es importante que las personas en situación de dependencia no descuiden su autocuidado. Un manera es promoviendo la utilización de perfumes, maquillaje, cremas, complementos, etc. Para ello, las personas cuidadoras en la medida de lo posible debéis animar y/o mantener estas costumbres.

  • La higiene relativa a la incontinencia urinaria: es uno de los problemas más frecuentes y que por lo tanto requiere mayor atención. Puede tener varios grados, desde las pequeñas pérdidas ocasionadas por la realización de esfuerzos hasta la pérdida total del control de la vejiga. Para ello, pueden ayudar:

    • Intentar que la persona orine cada dos horas;
    • Durante la noche, tener cerca una cuña.
    • Si se utilizan compresas o absorbentes, seguir estas pautas:
      – Procurar que el paciente beba la misma cantidad de líquidos, ya que reducirla no mejora la incontinencia.
      – Ser muy estrictos con la higiene para evitar infecciones.
  • La ducha: ante todo es necesario valorar la actitud de la persona relativa a la ducha, su nivel de autonomía y las condiciones físicas y ambientales del baño (si son necesarias ayudas técnicas). Las zonas imprescindibles que se deben lavar siempre son el cabello, los genitales, los pies, los pliegues de su piel, ya sea en abdomen, muslos o brazos, así como el cuello y orejas. Asimismo, se debe tener en cuenta que la persona puede no llegar a algunas zonas de su cuerpo. Par terminar, recordad que la piel debe secarse con toalla suave a pequeños toques para evitar raspados o incomodar a la persona. Principalmente secar muy bien entre los dedos de los pies y los pliegues de todo el cuerpo.

  • La manicura, pedicura o peluquería: es muy recomendable llevar a la persona a una peluqueríasi es o había sido su práctica habitual, hablar con el profesional sobre su condición y si es necesario, estar a su lado mientras la peinan. O bien, también se puede solicitar el servicio a domicilio de podología o peluquería.

Información extraída del artículo Higiene de personas dependientes: vestido, calzado y arreglo personal, 2015 (Geriatricarea.com) de Eva Lorenzo, Trabajadora Social.

7.2 Ayuda en los desplazamientos

El acompañamiento en los desplazamientos a las personas en situación de dependencia es una de las actividades diarias que la persona cuidadora más veces realiza.  A continuación os mostramos algunas técnicas de acompañamiento en el desplazamiento de personas mayores dependientes a través de los siguientes vídeos:

Ayudas para la marcha: bastón, muletas y caminador

Cómo ayudar a caminar

Abrir y cerrar una silla de ruedas

Subir un escalón con silla de ruedas

Subir y bajar escaleras con silla de ruedas