Gestionar el tiempo libre y de ocio de forma constructiva resulta puntal cuando nuestro mundo ha girado en torno a una sustancia, conducta o persona. Se pueden cubrir estas franjas horarias, para no volver a los pensamientos y hábitos negativos del pasado, si bien generalmente acontece una tarea dificultosa en los procesos de deshabituación a las drogas. 

Para romper la inercia instaurada, cabe generar un cambio que pase por aprender a planificar nuestro tiempo libre, abriéndonos a un abanico de nuevas actividades que nos permitan mantenernos ocupados, a la vez que nos generen bienestar personal.

Las diferentes festividades anuales, así como las fechas señaladas (cumpleaños, celebraciones, etc.), pueden suponer una situación de riesgo para la persona que está fortaleciendo su abstinencia. Por este motivo, resulta imprescindible protegerse, renunciando a la forma en que celebrábamos estas fiestas anteriormente y buscando nuevas maneras saludables de disfrutarlas, sin necesidad de recurrir a las drogas, reforzando así nuestra abstinencia.

El patrimonio histórico y cultural que compartimos, en buena parte reflejado en las festividades locales y nacionales, nos permite entendernos mejor como personas y como sociedad. En este sentido, es significativa la importancia que tiene para una persona poderse reconocer como parte de una zona determinada (hecho que no implica perder lazos con otras localidades) y participar de sus costumbres.

Como cada 23 de abril, con motivo de la Diada de Sant Jordi, las calles de Cataluña se tiñeron del rojo de las rosas y se llenaron de paradas de libros y riadas de gente paseando. En la Comunidad Terapéutica “Can Coll” de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) nos sumamos a la celebración organizando una serie de propuestas culturales en torno a esta festividad, en la que no faltaron rosas y libros.

En primer lugar, obsequiamos a todas las usuarias del servicio con una rosa roja, símbolo de reconocimiento y de amor. Además, teniendo presente que el 23 de abril también coincide con el Día del Libro y de los Derechos de Autor, organizamos un concurso literario, en el cual se animó a participar a todo el mundo. Consistía en redactar poesías, relatos y cuentos de temática libre y de forma individual.

Destinamos buena parte de la mañana a la elaboración de los escritos y una vez acabados, viendo la implicación y el tiempo dedicado, organizamos, ya durante la tarde, un recital literario. En ambas actividades hubo una gran participación, motivada por la oportunidad de poder exponer cada una de las creaciones y poder escuchar las del resto.

Una vez leídos los escritos, procedimos a realizar las votaciones que, cabe señalar, estuvieron muy reñidas. A los autores de los 6 relatos ganadores les obsequiamos con una medalla dedicada y un libro que escogieron ellos mismos. También, entregamos un libro como regalo grupal, que ha quedado a disposición de todos en la biblioteca del servicio. Finalmente, decidimos exponer el conjunto de escritos decorando con ellos espacios públicos del centro.

La iniciativa de organizar y llevar a cabo actividades culturales en un día tan señalado como es la festividad de Sant Jordi, contribuye a que aprendamos a vivir las festividades de forma constructiva y nos permite aproximarnos a las tradiciones literarias, favoreciendo nuestro crecimiento personal y artístico. Las valoraciones por parte del grupo fueron muy positivas, así que esperamos seguir celebrando los próximos festivos con la misma ilusión, buscando instaurar el cambio para poder disfrutar de las fechas señaladas de forma sana y plena.