El próximo 15 de noviembre se celebra el Día Mundial sin Alcohol, una efeméride promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de sensibilizar a la población mundial sobre los daños físicos, sociales y psicológicos que ocasiona el consumo de este tipo de sustancias. Este día supone además una oportunidad para informar sobre los riesgos del consumo de alcohol y hacer prevención de posibles consumos abusivos. Es de vital importancia fomentar la responsabilidad en su consumo, especialmente en el caso de la juventud, según nos traslada el Área de Adicciones, Género y Familias de la Fundación Salud y Comunidad (FSC).

De acuerdo con los datos que ofrece el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) sobre consumo de alcohol en jóvenes, durante esta etapa se incrementan las posibilidades de desarrollar un consumo abusivo o una dependencia de bebidas alcohólicas en la edad adulta.

Según datos de la última Encuesta sobre uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES 2021) en jóvenes de 14 a 18 años, los/las adolescentes empiezan a consumir alcohol a los 14 años de promedio.

El 73,9% de los/las jóvenes entre 14 y 18 años ha bebido alguna vez en su vida y el 1,6% lo ha hecho diariamente en el último mes. Durante los últimos 30 días, el 23,2% se ha emborrachado y el 27,9% ha bebido cinco o más copas, vasos o cañas de alcohol en un tiempo aproximado de 2 horas (binge drinking o consumo “en atracón”, lo cual produce intoxicaciones y puede provocar tolerancia al alcohol).

Por otra parte, según apunta el PNSD, los/las jóvenes rara vez presentan cirrosis hepática u otros trastornos, que sí se suelen presentar en personas adultas, tras varios años de abuso de alcohol. Sin embargo, las últimas investigaciones científicas han demostrado que el consumo de alcohol en la adolescencia, y especialmente el consumo “en atracón”, puede afectar el sistema nervioso central a distintos niveles:

  • Pudiendo desencadenar alteraciones cerebrales irreversibles, sobre todo en el caso de los/las adolescentes.
  • Interfiriendo en el desarrollo del cerebro que durante esta etapa atraviesa un periodo crítico de cambios. El consumo abusivo de alcohol afecta, entre otras, a la zona cerebral relacionada con la memoria y el aprendizaje (hipocampo).
  • Además, en los casos en los que el consumo de alcohol produce síntomas de resaca o abstinencia, se producen daños en la memoria, el aprendizaje y la planificación de tareas.

Como señalábamos en una noticia previa, el Área de Adicciones, Género y Familia de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha presentado este año unos buenos resultados del trabajo realizado en el Circuito de Adicciones, integrado por diferentes servicios residenciales y ambulatorios. El circuito está formado, entre otros recursos, por el Servicio de Atención Psicológica (SAP) en Barcelona.

El tratamiento del trastorno por dependencia del alcohol tiene consecuencias bio-psico-sociales en la persona y su entorno, requiriendo de un abordaje multidisciplinar, en el que intervengan médicos/as, psicólogos/as, educadores/as, trabajadores/as sociales, etc.

Como consecuencia, según nos trasladan desde el SAP, se producen alteraciones de las relaciones personales y familiares, del rendimiento escolar, posibles comportamientos violentos y conductas peligrosas para la salud. Es el caso de prácticas sexuales de riesgo o de conducción bajo los efectos del alcohol.

Asimismo, inciden en que el tratamiento de la dependencia del alcohol en una persona joven tiene que hacerse desde una perspectiva bio-psico-social, igual que en el caso de los adultos, pero con un equipo multidisciplinar especializado en la intervención clínica en jóvenes. También, con grupos de terapia constituidos por jóvenes de la misma edad, ya que los procesos de identificación y compromiso grupal serán más fáciles de establecer con un grupo de iguales.

Para más información sobre este servicio que ofrece el SAP, se puede consultar el siguiente enlace a su página web: https://www.tratamientodelasadicciones.org/adiccion-al-alcohol/

Por otra parte, si estás interesado/a en recibir tratamiento en el mismo, puedes ponerte en contacto a través del teléfono 93 424 04 00 y un equipo de profesionales, se pondrá en contacto contigo en un plazo máximo de 24 horas.