En caso de trastorno mental, el abuso de alcohol y drogas aumenta hasta siete veces el riesgo de violencia

Diversos estudios científicos relacionan el consumo de drogas, en especial el alcohol, con la violenciaEn caso de trastorno mental, el abuso de alcohol y drogas aumenta hasta siete veces el riesgo de violencia, lo que indica que las estrategias sanitarias encaminadas a la reducción de la violencia deberían estar centradas en la prevención de drogodependencias. Las personas con un diagnóstico de enfermedad mental grave sólo desarrollan comportamientos agresivos cuando presentan comorbilidad.

El alcohol es el tercero entre veintiséis factores de riesgo de la mala salud en la Unión Europea, superando al sobrepeso y obesidad y sólo por detrás del tabaco y la hipertensión arterial. Varios expertos han analizado en el XV Congreso Nacional de Psiquiatría la relación entre alcohol y violencia.

Josep Guardia, consultor senior de la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría del Hospital San Pablo, de Barcelona, y vicepresidente de Socidrogalcohol, se ha referido a la falsa creencia de que el riesgo de comportamientos violentos es superior en las personas con un diagnóstico de trastorno mental grave. Sin embargo, en líneas generales estos pacientes sólo desarrollan actos agresivos cuando además han abusado de alcohol o drogas.

En el caso de la esquizofrenia la mayor parte del riesgo de violencia es debido al abuso de alcohol y drogas; en trastorno bipolar la totalidad del riesgo es debido al consumo abusivo. Lo que sucede es que el 60 por ciento de los pacientes con TBP-1 presentan también abuso de drogas y alcohol.

En el caso de comorbilidad de trastorno psicótico con abuso de sustancias, el riesgo de violencia es similar al que presentan las personas con abuso y sin trastorno psicótico.

En personas con enfermedad mental grave el abuso de alcohol y drogas incrementa hasta siete veces el riesgo de violencia, en concreto de homicidio, agresión física, agresión sexual, intimidación o piromanía.

El riesgo de homicidio puede llegar a ser del 38 por ciento cuando un trastorno psicótico paranoide va asociado con la dependencia del alcohol.

La prevención de los delitos violentos y de su reincidencia implica la detección y el diagnóstico del abuso de alcohol y drogas y su tratamiento en las personas con trastorno mental grave.

Fuente: UNAD