Hace tiempo, oí hablar de un tratamiento nuevo que estaba dando buenos resultados en pacientes con daño cerebral y amputados… enseguida sentí curiosidad y necesidad de probarlo, ya que, como terapeuta ocupacional, considero muy importante llevar a cabo todo tipo de técnicas, con el fin de favorecer la autonomía de los usuarios/as.

Esta técnica la hemos probado con buenos resultados en 4 usuarios susceptibles de participar en el programa, en la Residencia y Centro de de Día de Puzol (Valencia), servicio de la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y Valoriza Servicios a la Dependencia. En marzo de 2014, hace algo más de un año, se nos presentó la oportunidad de llevarla a cabo con todo tipo de facilidades y apoyo necesario en este centro.

Se trata de un tratamiento en el que el paciente debe movilizar su miembro sano frente a un espejo, al mismo tiempo que se fija en el reflejo del movimiento de éste en el mismo. El espejo se debe situar para crear la ilusión visual de que el reflejo del miembro sano es el miembro afectado, de forma que dé la impresión de que los movimientos del miembro sano los realiza el miembro afectado. La ilusión visual del movimiento de las extremidades afectadas genera una retroalimentación positiva a la corteza motora del usuario/a, que a su vez puede interrumpir el ciclo de dolor y activar neuronas espejo.

Mi objetivo con esta técnica era elevar el nivel de autoestima y movilidad funcional de nuestros usuarios/as, y los resultados han sido muy buenos: basándonos en la escala Tinetti, y comparando los resultados de la puntuación que los usuarios/as tenían en el momento del ingreso y la puntuación actual, se puede apreciar una mejoría de 5 puntos sobre 100 (de media) en la escala Barthel. Por ello, podemos decir que estos usuarios/as han mejorado la autonomía a nivel funcional.

También, diseñamos una escala específica para valorar la autoestima y percepción física del usuario/a que utiliza la técnica. Comparando los resultados que obtuvieron los participantes en el programa al empezar el tratamiento con el momento actual, se puede decir que han aumentado 2 puntos sobre 40 en la escala de autoestima Rosemberg.

Estos resultados nos demuestran que, aunque es una técnica que todavía está en estudio y es poco conocida, merece la pena utilizarla como tratamiento complementario, pues no perjudica al usuario/a y mejora su capacidad funcional y su autoestima. Me siento afortunada por haberla podido realizar y estoy muy agradecida a los usuarios/as de la Residencia y Centro de de Día de Puzol que han querido colaborar en el programa.

María Sanz Beltrán
Terapeuta ocupacional de la RTE de Puzol