La Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha colaborado en esta iniciativa propuesta por la Coordinadora de Entidades del Guinardó, en Barcelona, de la que forma parte, a través de la participación de usuarios/as de los pisos terapéuticos de la entidad en el popular evento. Esta relación con el entorno es muy beneficiosa para las personas que han decidido iniciar una vida sin consumir drogas, ya que les facilita el proceso de integración en actividades del barrio, hecho que forma parte de su proceso de autonomía.

La Calçotada es una fiesta gastronómica catalana muy arraigada, cuyo protagonista es el calçot, una variedad de cebolla que se prepara a la brasa y que se adereza con una salsa especialmente preparada para la ocasión.

Un año más los usuarios/as de los pisos terapéuticos han participado como voluntarios en la preparación y puesta en marcha de esta actividad, organizada para recaudar fondos para la fiesta mayor del barrio.

Según explica Gemma Maudes, responsable de los pisos terapéuticos de FSC en Barcelona, esta relación con el entorno es muy importante para las personas con problemas de adicción, ya que a lo largo de su historia de consumo no han generado este tipo de vínculos sanos con la comunidad. Más bien al contrario, su entorno más cercano ha acabado volviéndose peligroso y arriesgado, según mantiene, y un lugar del que deben alejarse por su bienestar emocional y de cara a la consolidación de su abstinencia.

Como nos comentaba Carlos, usuario de uno de los pisos terapéuticos en Barcelona y voluntario en este evento, “el hecho de participar en estas actividades del barrio te permite ser una persona más, no alguien distinto y extraño en este lugar. Y el beneficio es mutuo, ya que la Coordinadora de Entidades cuenta siempre con nosotros para la preparación y realización de la celebración y ello nos satisface”.

Por su parte, Mercè Vidal, miembro de la Junta de esta coordinadora, nos trasladaba que “sin los usuarios de los pisos terapéuticos de la Fundación Salud y Comunidad no podríamos celebrar esta calçotada”, que este año ha logrado la mayor participación en número de comensales. Según datos de esta entidad, 250 personas disfrutaron de esta popular celebración.

Este tipo de iniciativas, según afirma Gemma Maudes, supone un paso más para la vida en abstinencia y con plena autonomía. Por otro lado, es también desestigmatizador que los vecinos/as del barrio puedan colaborar estrechamente con personas que están en un proceso de deshabituación de las drogas. Ello genera una conciencia mucho más positiva y realista de las personas con esta problemática.

Esperamos poder seguir colaborando en iniciativas como esta para seguir fortaleciendo un vínculo saludable entre los usuarios/as de los pisos terapéuticos de la Fundación Salud y Comunidad y su entorno más cercano.