La entrada de una persona en prisión para cumplir una pena privativa de la libertad, comporta una ruptura con su entorno inmediato. Si además el usuario/a presenta una dependencia al consumo de drogas, esta ruptura se produce también con la sustancia generando, en ocasiones, una sensación de pérdida y vacío que requiere de un acompañamiento y de un trabajo dentro de la misma institución penitenciaria.

Los grupos terapéuticos en el ámbito penitenciario: la experiencia del Programa DAEEl programa DAE (Departamento de Atención Especializada en el Tratamiento de las Toxicomanías) inició su actividad en 2005 en el Centro Penitenciario de Ponent (Lérida), con el objetivo de ofrecer un tratamiento integral a aquellas personas que cumplen penas privativas de la libertad, y que presentan problemas de consumo de drogas.

Desde sus orígenes se ubicó en el módulo 7, con el fin de favorecer un entorno diferenciado del resto del centro que permitiera una mayor intensidad en el tratamiento y una mayor capacidad de atención disponiendo de un total de 180 plazas.

El equipo profesional del programa está integrado por profesionales del centro penitenciario, de la Comisión Territorial de Asistencia Social Penitenciaria y trabajadores de la Fundación Salud y Comunidad.

Los grupos desarrollados en el marco del programa DAE, se configuran como espacios en los que se abordan aspectos relacionados con las drogodependencias, y en los que se fomenta el trabajo de las dificultades, temores e inseguridades de sus participantes, promoviendo y fortaleciendo la confianza entre compañeros. Se establece, además, una nueva forma de relación con el profesional más enriquecedora que se trabaja también en los espacios de atención individual.

Los espacios de seguimiento individual han recibido por parte de los usuarios una buena acogida y valoración positiva (satisfacción 8.9 sobre 10), por el tipo de acompañamiento que se les ofrece. Por otro lado, la atención grupal y el tratamiento que se hace de la problemática de drogodependencias en los grupos terapéuticos, así como el clima creado en los mismos, también reciben valoraciones positivas (satisfacción 8.4 sobre 10).

“Nos escuchábamos los unos a los otros”, “ha habido muchos momentos que me han hecho pensar”, “he podido decir lo que pensaba”, “me ha ayudado a centrarme más en lo que quería” son algunas de las expresiones de los usuarios que han pasado por el programa (evaluaciones 2013).

Desde el equipo de profesionales del servicio se trabaja para la mejora continua de la oferta asistencial, y para favorecer el acompañamiento al usuario en aquellos aspectos que el propio usuario manifiesta.