Hace ya tiempo que la tendencia del Huerto Urbano está arraigando en las ciudades. En 1997 el Departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha el proyecto “Red de Huertos Urbanos”, un programa participativo del Área de Medio Ambiente dirigido a personas mayores de 65 años de la ciudad. La Residencia, Centro de Día y Hogar “La Verneda” participa en el mismo desde el año 2011.

Los Huertos Urbanos tienen un importante valor social entre sus participantes, ya que les permite ocupar su tiempo, favorecen la creación de nuevas relaciones y mejoran su calidad de vida mediante una actividad física muy positiva para su salud.

A raíz de la puesta en marcha de este programa, a principios de 2011 se realizó una remodelación en las parcelas de la Masía Can Cadena del barrio de S. Martín, donde se encuentra situada la Residencia, Centro de Día y Hogar “La Verneda”, gestionada por la Fundación Salud y Comunidad en UTE con el Grupo Lagunduz.

Gracias a la colaboración de un familiar de una usuaria del Centro de Día, fue concedida la adjudicación de una de las parcelas a este servicio. Cabe señalar que esta parcela ha sido adaptada para el uso de personas que utilizan sillas de ruedas.

El 1 de julio de 2011 se inició la actividad de horticultura en el centro.  “Con gran ilusión, limpiamos el terreno de malas hierbas, lo abonamos y lo preparamos para el primer cultivo. Inicialmente plantamos lechugas, tomates, pimientos, berenjenas y algunas hierbas aromáticas”, explicaba Sandra Miguel, terapeuta ocupacional del centro.

Poco a poco, el cultivo empezó a dar una pequeña cosecha y ello les permitió participar en el concurso de cocina promovido por el Departamento de Parques y Jardines. En este concurso, en el que tenían que presentar un plato elaborado con productos de la huerta, fueron premiados y consiguieron una mesa de cultivo.

Gracias a este premio, se ha creado un pequeño jardincito en la terraza de la residencia donde los/as usuarios/as cultivan fresas, y diferentes flores y plantas.

Desde entonces cada semana usuarios, familiares, voluntarios y profesionales disfrutan de la salida al mismo. “Ir al huerto implica para ellos un aumento de su autoestima y sentimientos de bienestar y satisfacción. Además, cuando la cosecha esta lista, llevan a casa los tomates, pimientos, habas, cebollas, lechugas… recogidas y disfrutan de una comida especial que les da la oportunidad de saborear estos manjares. La próxima semana se recogerán los ajos que llevan más de 6 meses plantados”, afirmaba Sandra Miguel.

Participan en este taller de manera regular, activa y productiva unos 10 usuarios del centro, que acuden al huerto haga frio o calor. Además de ellos, 3 familiares se han implicado en el cuidado del mismo, ayudando en los momentos en que los profesionales del centro no pueden atenderlo. El resto de los usuarios también participa en el taller. Cada semana acude al huerto un grupo distinto de usuarios en función del voluntariado del que se disponga.

Las mejoras y beneficios que han obtenido los usuarios de esta actividad han sido muchos. No sólo ha aumentado su vínculo y contacto con el entorno del barrio, sino que su autoestima, rol de productividad y gratificación personal se ha visto incrementada.

Con dicha actividad evocan además recuerdos de una vida pasada en la que muchos de ellos trabajaron en el campo y, además, les da la oportunidad de disfrutar consumiendo los productos que ellos mismos han cultivado.

El programa de Huertos Urbanos del Ayuntamiento de Barcelona se lleva a cabo de forma conjunta con los distritos y cuenta con la colaboración de la Fundación «la Caixa».