La necesidad de un cambio en los roles de género sigue siendo necesaria, y aunque la crisis merme los recursos, este momento de ‘escasez’ pone de manifiesto con más evidencia que los colectivos más vulnerables requieren continuar con una atención especializada. Por ello, desde el Proyecto Malva se sigue apostando por trabajar hacia la igualdad entre hombres y mujeres en aquellos contextos donde está presente el consumo de drogas.

La autoestima de género como estrategia para afrontar un sistema de desigualdadUna de las actividades que desarrolla el Proyecto Malva para alcanzar este fin, son los talleres que se dirigen a mujeres. Talleres diseñados con el fin de fortalecer su autoestima, para empoderarlas dentro de una situación social desfavorecida, donde el riesgo de abuso de sustancias es alto, igual que el riesgo de violencia dentro de la pareja o violencia familiar. Es más, en muchos casos ya presentan situaciones personales en las que no sólo existe un riesgo, sino donde la problemática ya está activa.

En estos talleres se proporciona un espacio que permite entrar en contacto con el bienestar propio y experimentar que está al alcance de una misma, con el fin de ser menos vulnerables a los demás, y que las mujeres se permitan ofrecerse el regalo de la autoestima.

Se procura, a través de técnicas vivenciales y otras participativas, que las mujeres se observen a sí mismas, y que reflexionen acerca de su posición en la sociedad por el hecho de ser mujeres, y que ellas mismas valoren si el rol que deben desempeñar según el sistema patriarcal pone límites constantemente a poder cultivar su espacio propio (intereses personales, profesionales, de ocio, culturales y sociales), como base del desarrollo de su autoestima. Y por supuesto a lo largo de las sesiones, se trabaja activamente en buscar las potencialidades de cada mujer para favorecer su empoderamiento.

En los talleres que desde el Proyecto Malva se han llevado a cabo, se observa que, por lo general, existe una gran dificultad para que las mujeres hablen de sus deseos sin desvincularse del rol maternal, de pareja, de cuidadora y conciliador. La imagen que cada mujer tiene de sí misma está bastante deteriorada por la cantidad de problemas que deben afrontar por su doble situación de dificultad: como mujeres y como personas en situación de riesgo de exclusión social. Por ello, nos reafirmamos en la necesidad de seguir trabajando por el empoderamiento de éstas mujeres a través del fortalecimiento de su autoestima.

El Proyecto Malva, después de una trayectoria de más 10 años, sigue apostando por defender las necesidades de las mujeres más vulnerables, bien sea por haber sufrido violencia de género en la pareja, o por drogodependencias, y continuará con ilusión y convicción la intervención que se viene llevando a cabo en grupo de mujeres en la Comunidad de Madrid, Catalunya y Comunidad Valenciana.