La Fundación Salud y Comunidad (FSC) actúa sobre diferentes problemáticas sanitarias y sociales, como las drogodependencias, el SIDA y la atención a la personas mayores, mujeres maltratadas, ex-reclusos o inmigrantes. La Generalitat catalana ha reconocido su labor, premiando uno de sus programas.
FSC se autodefine como una organización profesional, responsable, ética y comprometida socialmente. Xavier Ferrer, Director Técnico, y Toni Gelida, Director del Área de Atención a la Dependencia, desgranan la labor de la ONG e informan sobre las dificultades sociales que tienen hoy los españoles.

-¿Qué problemas consideran más acuciantes en la sociedad española actual, pero están olvidados?
TG- En cuanto a la atención a las personas mayores, uno de los principales problemas está siendo la aplicabilidad y desigualdad de la «Ley de la Dependencia» en los diversos territorios que gestionamos. De manera extendida, uno de los problemas existentes ha sido que los recursos destinados a crear plazas residenciales o de atención domiciliaria se están “reconvirtiendo” para dar ayudas económicas a un familiar que actúa como cuidador informal. Así, en lugar de recibir, por ejemplo, una ayuda a domicilio cualificada, a menudo una persona mayor en condiciones poco apropiadas recibe dinero para cuidar de su pareja, que está un poco peor que ella.
Otro problema relevante propio de este sector es el de la necesidad de un mayor incremento presupuestario que vaya destinado a la incentivación del personal, puesto que los diferentes convenios del sector existentes no reconocen en su justa medida la atención profesional que reciben nuestras personas mayores.
Y en tercer lugar, cabe destacar la relevancia que se le está dando en los concursos públicos a rebajar el precio de partida que fija la administración. Estas bajadas, ofreciendo a veces realizar el servicio por precios inverosímiles, permiten el acceso a la gestión de servicios sociales a muchas empresas que no tienen un conocimiento apropiado de las problemáticas de las personas dependientes, lo que está favoreciendo que estas personas reciban un servicio de peor calidad del que se estaba ofreciendo hasta hace poco.

«Desde FSC proponemos otras iniciativas para las personas mayores, como el acercamiento de las nuevas tecnologías, para que se familiaricen con el uso de ordenadores, teléfonos móviles, o scooters eléctricos. La actividad que mayor éxito ha tenido son las actividades ocupacionales y rehabilitadoras mediante la consola Wii de Nintendo».

-Actualmente FSC gestiona más de 70 proyectos y servicios. ¿En qué ámbitos?
XF- Efectivamente, gestionamos proyectos y servicios en la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid, Aragón, Castilla-La Mancha, País Vasco, Baleares y, a nivel internacional, en La Cabilia (Argelia). Más de 70.000 personas son beneficiarias directas y unas 260.000 indirectas, gracias al trabajo de más de 1.400 profesionales y al apoyo de más de 500 personas voluntarias.
Dentro del marco de la salud y el bienestar, desde la FSC se interviene en las áreas de confluencia de varias problemáticas de contenido social y sanitario que afectan a los colectivos más desfavorecidos, y especialmente a aquellos que más padecen los efectos negativos de las drogas, el VIH-SIDA, los malos tratos, la discriminación y la exclusión social.
En el Área de la Atención a la Dependencia se están gestionando en estos momentos más de una veintena de proyectos asistenciales, con más de 1.500 las personas usuarias atendidas diariamente.
La tipología de servicios que se gestionan, por ejemplo en Tercera Edad, es muy diversa: residencias, centros de día, viviendas con servicios, atención domiciliaria, hogares… Además nosotros proponemos otras iniciativas como el acercamiento de las nuevas tecnologías a las personas mayores, para que se familiaricen con el uso de ordenadores, teléfonos móviles, o scooters eléctricos, aunque la actividad que mayor éxito ha tenido en este ámbito ha sido la realización de actividades ocupacionales y rehabilitadoras mediante la consola Wii de Nintendo.

«La aplicación de la Ley de Dependencia ha dependido del color político existente en cada comunidad autónoma, con las consecuentes diferencias que ello ha provocado en cuanto a los servicios que percibían las personas beneficiarias. Estos dependían más del lugar en el que residían que de los que precisaran por su estado».

-¿Cómo es posible mantener tantos y tan variados proyectos? ¿En qué os apoyáis para ello?
XF- En primer lugar, con mucho esfuerzo y profesionalidad por parte de los propios trabajadores de la entidad. Cabe destacar en este sentido que la FSC desarrolla sus actividades con equipos humanos altamente motivados y sensibles a las problemáticas en las que trabajan.
Por otra parte, la mayor parte de los ingresos de FSC provienen de contratos para la gestión de servicios públicos, cuya titularidad pertenece a muchas y muy diversas administraciones.
En segundo lugar, FSC recibe subvenciones de organismos públicos y de algunos privados (como Cajas de Ahorro), que le permiten desarrollar programas.
En último lugar, en algunos de sus centros (muy pocos) los usuarios participan del coste de los servicios con sus cuotas. También aportan donaciones, en efectivo o más frecuentemente en especie, algunas empresas y fundaciones.
Para mantener estos ingresos, FSC desarrolla centenares de iniciativas de búsqueda de subvenciones, presentación a concursos y fundraising cada año.
-¿En qué consiste el programa con el que habéis recibido el reconocimiento de la Generalitat?
TG- Se trata del proyecto “Mayores sobre Ruedas”, que ha obtenido recientemente la distinción de «experiencia de éxito en el ámbito social”. Esta iniciativa innovadora de la FSC pretende mejorar la calidad de vida de las personas mayores que tienen dependencia física pero no cognitiva, facilitando sin coste alguno a los usuarios de los servicios que gestiona, dispositivos de movimiento de tracción eléctrica (scooters).
Se lleva a cabo en todos los centros asistenciales (residencias, centros de día, hogares, viviendas con servicios para personas mayores, y servicios de ayuda a domicilio), así como en los hogares sociales, que gestiona la entidad. Se ha comprobado que la utilización de las scooters facilita la movilidad a los usuarios, siendo beneficioso para ellos en la medida en que aumenta su autoestima (percepción positiva hacia sí mismo), recupera la capacidad eficiente de desplazamiento (mantenimiento funcional y autonomía) y les hace tener mejor ánimo, favoreciendo su vinculación social.

«El proyecto ‘Mayores sobre Ruedas’, ha obtenido recientemente la distinción de ‘experiencia de éxito en el ámbito social’. Esta iniciativa pretende mejorar la calidad de vida de las personas mayores que tienen dependencia física pero no cognitiva, facilitando scooters sin coste alguno».

-Vosotros que lo veis de primera mano, ¿cómo funciona la Ley de Dependencia?
TG- Nosotros como entidad podemos hablar y comparar nuestra experiencia en las 5 comunidades autónomas en las que tenemos presencia.
En general se puede decir que esta Ley ha sido ya desarrollada en todas ellas, aunque de manera desigual. Eso sí, en los últimos meses las diferencias en cuanto a su aplicación se han reducido entre estas comunidades autónomas.
Las familias, debido en la mayoría de casos a las necesidades existentes en la actualidad a nivel económico, aunque no fuera la mejor solución a nivel asistencial para su familiar, han optado por percibir la subvención correspondiente al cuidador informal. Una subvención (co-pago) que en muchas ocasiones se ha trasladado desde la familia cuidadora a una pequeña «subcontratación» de personal cuidador inmigrante para que lleve a cabo estas mismas funciones. En estos casos no es de extrañar que estas familias puedan estar satisfechas por la aplicación de la Ley, pero cabe preguntarse si esto es lo más adecuado para sus familiares. Posiblemente la respuesta sería que no lo es.
En resumen, se puede decir que se ha aprobado un Ley sin los recursos económicos y humanos necesarios para llevarla a cabo, tal y como se puede apreciar en la falta de profesionales que debían llevar a cabo las valoraciones de los usuarios y, que en un porcentaje elevado han sido citados cuando éstos ya habían fallecido.
Además, la aplicación de la Ley ha dependido del color político existente en cada comunidad autónoma con las consecuentes diferencias que ello ha provocado en cuanto a los servicios que percibían las personas beneficiarias, pues éstos dependían más del lugar en el que residían que de los que precisaran por su estado.
-Uno de los apartados que desarrolláis son las adicciones. Tras unos años en los que se trataban a menudo en los medios de comunicación, ¿ahora están olvidadas?
XF- En nuestro caso, por la difusión que los medios informativos han dado a nuestros proyectos y servicios, no puedo afirmar que el tema de drogodependencias esté olvidado.
En el caso de algunos programas de prevención, como es el Proyecto Malva, llevamos a cabo una estrategia comunicativa de sensibilización y prevención, a través de los medios, y nos ha parecido además necesario dar visibilidad y difusión a estos programas.
El Proyecto Malva se dedica de forma específica a la prevención de la violencia de pareja asociada al abuso del alcohol y a otras drogas. Está demostrado, según estudios de la OMS, que el alcohol está presente en alrededor de un 50% de los casos de violencia de género. Este programa se dirige a los profesionales de la prevención y atención a las drogodependencias, atención a la mujer, servicios sociales y atención primaria. Por otra parte, a los estudiantes universitarios/as, como futuros profesionales de la salud, que van a ser.

«En el Área de Atención a la Dependencia contamos con la presencia de más de cien voluntarios que colaboran diariamente en el conjunto de los centros y servicios que gestionamos»

-Con todas las necesidades existentes, ¿crees que alguna vez el gobierno podrá asumirlas todas, o siempre será necesaria la labor desinteresada de personas como vosotros?
TG- Siempre será necesaria la labor de entidades como la FSC. Aún cuando el gobierno pudiese asumirlas con personal propio, creo que desde una organización no lucrativa motivada y especializada siempre se podrá hacer una labor mejor, y si es posible con el apoyo económico del gobierno. Por otra parte, cabe destacar la importancia que tiene el voluntariado en nuestra entidad.
En concreto, en el Área de Atención a la Dependencia contamos con la presencia de más de 100 voluntarios que colaboran diariamente en el conjunto de los centros y servicios que gestionamos, de los 500 que colaboran desinteresadamente en la entidad.
El «trabajo» de los mismos, que complementa la labor profesional, pues en ningún caso la sustituye, es necesario para poder ofrecer una atención más próxima a los usuarios. Hay que tener presente que esta labor desinteresada de los voluntarios se encuentra muy bien valorada por los propios usuarios y sus familias. E igualmente no se puede olvidar que las muestras de agradecimiento y de reconocimiento que perciben los voluntarios les hace sentirse útiles, con lo que el beneficio que se obtiene es bidireccional.
Este voluntariado se nutre de personas de varias generaciones, que comparten las mismas ilusiones y esfuerzos por aportar ayuda y solidaridad en sus tareas, por lo que nuestro balance es muy satisfactorio.