La muerte de una menor de 12 años en Madrid, ha reabierto el debate sobre el consumo de alcohol. En el caso de España, tenemos una ley que prohíbe la venta de alcohol a menores que no siempre se cumple. Según el Plan Nacional sobre Drogas, de acuerdo con encuestas realizadas, el consumo de alcohol entre menores va disminuyendo, pero el consumo de riesgo, con atracones y borracheras, aumenta. Los menores también empiezan a beber cada vez antes (en torno a los 13 años de media).

El problema del consumo de alcohol por parte de los jóvenes debe afrontarse desde diferentes ámbitos: restricciones eficaces a la venta, medidas de prevención, formación adecuada,  y, también, a través de la regulación de la publicidad de bebidas alcohólicas. En España no existe una normativa armonizada a nivel estatal para las comunicaciones comerciales de este tipo de bebidas, e incluso se dan diferencias muy notables entre comunidades autónomas, según señala la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC). Además, la asociación insiste en que existen incumplimientos generalizados que vienen denunciando desde hace años, como ocurre con las vallas publicitarias en las que se anuncian bebidas de alta graduación.

Está demostrado que la publicidad provoca cambios en los patrones de consumo, favoreciendo los productos anunciados[1]. No obstante, los niños y jóvenes de Europa siguen sometidos, con frecuencia, a la publicidad agresiva sobre alcohol y alimentos ricos en grasas, azúcar y sal.

Según informa el Parlamento Europeo, una coalición de más de 40 organizaciones y ONGs europeas ha unido fuerzas en una campaña para proteger a los menores de la publicidad sobre bebidas alcohólicas y alimentos poco saludables.

Se propone una revisión de la Directiva de servicios de comunicación audiovisual (AVMSD) como oportunidad clave para liberar a los jóvenes de Europa del marketing perjudicial para la salud. La coalición hace un llamamiento a los diputados del Parlamento Europeo para que modifiquen la Directiva adoptando tres medidas adicionales para un futuro mejor de las generaciones más jóvenes:

  • Minimizar la exposición de los jóvenes a la publicidad de productos perjudiciales para la salud. 

Se deberían suprimir los anuncios de televisión para bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas y sodas o alimentos ricos en grasa, sal y azúcar entre las 6 de la mañana y las 11 de la noche. Se ha demostrado que la autorregulación no funciona y por ello, se requieren medidas obligatorias para minimizar la exposición de los niños y adolescentes a la publicidad perjudicial para la salud, independientemente de si esta va directamente dirigida a ellos o no.[2] Las medidas deberían incluir la televisión, los servicios a la carta y las plataformas de intercambio de vídeo en línea, y también un horario de protección al menor a nivel europeo que capte adecuadamente los horarios de audiencia de niños y adolescentes.

  • Excluir el alcohol y los alimentos ricos en grasas, azúcares y sal de la estrategia comercial de la colocación del producto, a través de ubicaciones adecuadas y del patrocinio. 

La colocación del producto en uno u otro espacio y el patrocinio de bebidas alcohólicas y alimentos ricos en grasas, azúcares y sal son técnicas de marketing efectivas, y deberían prohibirse, junto con el tabaco y los productos medicinales.

  • Velar por la salud pública en las comunicaciones de todos los países.

 Los esfuerzos de los gobiernos para reducir los efectos negativos del alcohol sobre la salud y la comercialización de alimentos ricos en sal, azúcar y grasa no deben ser socavados por los emisores establecidos en otros países. Debe apoyarse la propuesta de la Comisión Europea al respecto.

“La Unión Europea tiene una oportunidad única para proteger a su infancia de la publicidad inteligente y omnipresente relacionada con una alimentación poco saludable y bebidas alcohólicas. Esto se puede conseguir a través de la Directiva de servicios de comunicación audiovisual y se presenta en forma de control de horarios de protección al menor: la supresión de publicidad sobre alcohol y alimentación poco saludable durante las horas de máxima audiencia infantil. La UE y sus Estados miembros y los eurodiputados tienen la obligación de proteger la salud de nuestra infancia», ha declarado Daciana Octavia Sárbu, eurodiputada miembro del Grupo Progresista Alianza de Socialistas y Demócratas de Rumanía.

La adolescencia es un momento clave en cuanto a plasticidad del desarrollo. La investigación ha demostrado que cambiar la nutrición para mejor en esta etapa clave de la vida puede disminuir drásticamente la probabilidad de desarrollar obesidad u otras enfermedades en la edad adulta.

Por otra parte, la sociedad tiene que concienciarse y las leyes tienen que cumplirse para evitar el consumo de alcohol por parte de los niños. No podemos seguir siendo tan permisivos permitiendo la venta de alcohol a menores.


[1] WHO (2008) The extent nature and effects of food promotion to children;

Science Group of the European Alcohol and Health Forum (2009) Does marketing communication impact on the volume and patterns of consumption of alcoholic beverages, especially by young people?

WHO (2016) Tackling food marketing to children in a digital world: trans-disciplinary

perspectives

[2] Noel et al. (2016) Industry self-regulation of alcohol marketing: a systematic review of content and exposure research

Ronit et al. (2014) Obesity and industry self-regulation of food and beverage marketing: a literature review

Bartlett and Garde (2013) Time to Seize the (Red) Bull by the Horns: The European Union’s Failure to Protect Children from Alcohol and Unhealthy Food Marketing