Los días internacionales sirven para sensibilizar a la ciudadanía sobre temas políticos, sociales, culturales, humanitarios, o relacionados con los derechos de los seres humanos, a través de diversas acciones. La Fundación Salud y Comunidad también se ha querido unir a esta celebración del 1 de octubre organizando diferentes actividades de sensibilización contra la discriminación por razón de edad en los centros de atención a los mayores.

Los días internacionales sirven para señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas y/o para que los ciudadanos/as así lo exijan a sus representantes.

Como hemos podido ver a lo largo de nuestra experiencia diaria en la atención a las personas mayores, es extensa la bibliografía que aborda los estereotipos en los mayores, pudiendo definirse estos como imágenes simplificadas que nos ayudan a entender a otras personas y también acontecimientos en diferentes situaciones sociales que influyen en nuestra conducta.

En relación con el envejecimiento, y concretamente en lo referente a la vida en una residencia de mayores, los estereotipos afianzados en la sociedad a menudo han generado prejuicios negativos, y especialmente entre los más jóvenes. Entre otros, que los mayores constituyen un grupo homogéneo, con tendencias depresivas, falta de ilusión por la vida o apatía.

Así lo señala Isabel Ortega, trabajadora social y coordinadora del Área Psicosocial de La Residencia y Centro de Día “Las Fuentes”, perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales y gestionada por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en consorcio con Valoriza Servicios a la Dependencia.

Cuando este tipo de imágenes son compartidas por la mayor parte de la sociedad, llegan a convertirse en una «profecía que se autocumple». Esto significa que en determinadas situaciones, las personas mayores presentan un comportamiento y rendimiento acorde con lo esperado en un determinado contexto social, convirtiéndose de alguna manera en víctimas de ideas preconcebidas acerca de cómo deberían actuar y qué se espera de ellas.  Ello puede llegar a afectar a su autopercepción, autoestima y conducta.

Romper con este tipo de estereotipos implica aceptar que existen muchas formas de envejecer, dependiendo de la idiosincrasia de cada persona, según afirma Isabel Ortega. Uno de los estereotipos más afincados en nuestra sociedad es la identificación de la belleza con la estética joven, junto con una visión negativa de la vejez.  Cuando esta visión se une a la rutina diaria en una residencia o centro de día, todavía se asocia más a una imagen de claudicación, institucionalización y pérdida del propio estatus de los mayores como personas que son.

Este año 2017, el lema para conmemorar esta celebración es “Entrando en el futuro: Aprovechar el talento, la contribución y la participación de los mayores”. Este lema hace referencia a la necesidad de posibilitar y aumentar la contribución de las personas mayores en sus familias, comunidades y sociedades, a través de vías efectivas que garanticen su participación, teniendo en cuenta sus derechos y preferencias.

En este sentido, desde el Área de Atención a la Dependencia de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en nuestra práctica diaria, intentamos que cada uno de nuestros usuarios/as pueda vivir de forma acorde a su historia de vida y preferencias, desde un modelo de Atención Centrada en la Persona que hemos logrado afianzar en nuestros centros. Además, consideramos que el envejecimiento es una etapa más de la vida, en la que se debe poner en valor todo el bagaje personal, vivencias e ilusiones de los mayores y hacia este fin encaminamos nuestro programa de actividades, como el que hemos organizado con motivo de esta celebración.

También, queremos aprovechar este día para hacer llegar a la sociedad un mensaje de no discriminación a los mayores por razón de edad, y en especial decirles a los usuarios/as de nuestros centros, que a pesar de su juventud acumulada y de esas arrugas y canas que lucen y solo otorga el paso de los años, siguen teniendo mucho que aportar en el día a día de los centros y que, con esa experiencia y bagaje vital nos beneficiamos todos/as.

Y a cada uno de nosotros/as, que destinemos unos minutos para reflexionar sobre la discriminación por razón de edad, y que tratemos de ser más conscientes, y tratemos de evitarla, por los efectos negativos que causa en las personas mayores (aislamiento social, pasividad, baja autoestima, etc.), mayores que, en otras condiciones, mantendrían una vida productiva, satisfactoria y saludable, gozando de una mayor y merecida calidad de vida.