El 9 de febrero se celebra este día en más de 70 países, con el objetivo de promover un uso responsable y seguro de las nuevas tecnologías. Nuestro compañero Joan Codina, coordinador del Departamento de Informática de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), ha elaborado una lista con 9 consejos de utilidad, dirigidos a los profesionales de los centros gestionados por FSC y servicios propios de la entidad.

1- En los ordenadores, es esencial utilizar tres medidas básicas de seguridad: antivirus, cortafuegos (firewall) y actualizaciones de seguridad, analizando periódicamente todo el sistema, en busca de posibles infiltrados. Malwarebytes y AdwCleaner son dos utilidades que pueden ayudar en esta tarea. Es importante mantener al día todo el software instalado y el sistema operativo, de forma que se cubran todas las vulnerabilidades de seguridad conocidas lo antes posible.

2- No enviar o publicar información personal relevante por correo electrónico, mensajería instantánea, redes sociales, formularios de dudosa procedencia y, en especial, en las ventanas emergentes comerciales (pop-ups). Esta información puede ser cedida a otras empresas y usada para llenar el buzón de correos indeseados (spam) y se puede incluso recibir algún virus o spyware que se usará para conocer nuestras preferencias personales. Si la información de contacto incluye la dirección física, otros podrían tener acceso a ella y conocer donde vivimos… Es recomendable adecuar la privacidad en las redes sociales.

3- En los smartphones y otros dispositivos, se puede valorar desactivar la opción de seguimiento del GPS, ya que proporciona información a las aplicaciones de nuestra ubicación y permite conocer nuestros hábitos de consumo. Los coches con servicios inteligentes (airbag, GPS, sistema de frenado) y las casas inteligentes (luz, calefacción) pueden ser hackeados. El uso de los nuevos contadores de luz inteligentes  permite que al conectar algo a la toma de corriente, se pueda determinar qué dispositivo es y el tiempo que se está usando. Esta información podría ser usada para monitorizarnos y conocer nuestros hábitos.

4- Opciones por defecto. Todos los dispositivos, redes sociales y, en general cualquier lugar o aplicación en el que nos registremos, tendrá unas opciones de configuración por defecto que suelen pasar desapercibidas, pero que influyen en la privacidad de los datos. Por norma general, incluyen el permiso para envío de mensajes propagandísticos, la apertura al público en general de nuestros mensajes o imágenes personales y hace que demasiada información quede accesible a desconocidos. Es necesario que, tras la apertura de una cuenta, se revisen las opciones de configuración del lugar.

5- Utilizar una buena contraseña, de como mínimo 6 caracteres que contenga letras mayúsculas, minúsculas, números y algún carácter especial. Asimismo, es conveniente cambiarla cada cierto tiempo y se puede valorar usar una aplicación gestora de contraseñas que las recuerde por nosotros y tenga la lista de todos los sitios donde hemos creado una cuenta.

6- No abrir mensajes o documentos adjuntos de dudosa procedencia, ni acceder a direcciones sospechosas, ya que, en el mejor de los casos, suelen terminar cambiando la configuración de navegación o añadiendo funcionalidades no solicitadas y, en el peor de ellos, infectando nuestro dispositivo con virus que pueden ralentizar el sistema, transmitir información personal y hasta eliminar o secuestrar el contenido del ordenador. Una buena política es realizar copias de seguridad periódicas de los datos importantes.

7- Robos y estafas. Las técnicas más habituales para el robo y la estafa son la usurpación de personalidad (recibimos un e-mail supuestamente de nuestro banco en el que se nos dice que necesitan los datos de nuestra tarjeta o que es necesario cambiar la contraseña) y las falsas gangas (ofertas de compra demasiado bajas de un producto). Para no caer en estas trampas solo es necesario aplicar el sentido común que aplicamos en nuestra vida cotidiana.

8- Con la brecha digital existente entre generaciones, muchos padres no saben cómo proteger a sus hijos de Internet. Los menores son los más vulnerables, siendo los peligros más comunes el ciberacoso (ciberbulling), el acoso sexual (grooming) por parte de adultos o el envío de contenidos sexuales explícitos (sexting). En este punto será imprescindible comunicarse con el adolescente, pactar, usar los espacios comunes para conectarse a Internet, educar en el uso correcto de las tecnologías, detectar cambios en su comportamiento como ansiedad, estrés, absentismo escolar, disminución del rendimiento académico, etc.

9- Adicción. Para proteger y prevenir a los niños/as y adolescentes a sufrir conductas adictivas frente al consumo masivo al que son muy permeables, se pueden aprovechar las defensas técnicas como los filtros de contenidos, los programas de control de acceso o las configuraciones del navegador para supervisar y controlar los riesgos relacionados con los contenidos.

En opinión de Joan Codina, implantar cualquiera o la totalidad de los siguientes consejos, ayudará a disminuir el riesgo y mantenerlo en unos niveles aceptables, pero debe tenerse en cuenta que alcanzar un nivel perfecto de seguridad no es posible actualmente.