El pasado 28 de marzo, se cumplió un año desde la apertura de la Residencia de Atención a Menores Migrantes No Acompañados “CAM Sopuerta”, en Bizkaia, que cuenta con 36 plazas acreditadas. El servicio está gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, mediante un acuerdo de colaboración con el Instituto Foral de Asistencia Social de Bizkaia. Cabe destacar en este primer año de funcionamiento del centro, la labor de la alcaldía del municipio de Sopuerta en las acciones solidarias e integradoras desarrolladas con los menores del recurso.

Poner en marcha una Residencia de Atención a Menores Migrantes No Acompañados que cuenta con 36 jóvenes (máximo), distribuidos en tres módulos diferenciados y en la que trabajan 50 profesionales en sus diferentes ámbitos ya de por sí es un reto. No obstante, en este caso, ha supuesto y sigue suponiendo un desafío por las circunstancias en las que se ha producido esta apertura (acciones de sensibilización e información comunitarias, transformación de un equipamiento residencial en el que se atendía a personas mayores para atender a jóvenes, niños/as y adolescentes procedentes de diferentes entornos que recaen en una misma residencia, contratación de personal especializado en la atención directa e indirecta…).

Si bien con un objetivo siempre presente, formar un equipo de profesionales en sus diferentes categorías (dirección, subdirección, educadores/as, auxiliares educativos/as, psicólogo/a, auxiliares de servicios, cocineros/as y personal de mantenimiento) que dé prioridad a la atención directa con el niño/a y adolescente, ofreciéndoles siempre una atención integral en el entorno residencial, con el fin de que las necesidades materiales, afectivas y educativas pudieran ser cubiertas. Profesionales que apostaron – y que lo siguen haciendo – por el proyecto, a pesar de las muchas dificultades existentes.

Una labor que, junto a la implicación de diversos agentes sociales, del voluntariado y de las Administraciones públicas – Diputación y Ayuntamiento – ha logrado que, en este primer año, el centro se haya ido consolidando poco a poco y haya ido superando las numerosas dificultades que han ido surgiendo.

Desde abril de 2024 se ha conseguido, por una parte, formar un equipo de trabajo, desarrollando acciones formativas, en relación con el “Modelo de Intervención EDD 3+” e implantar un proyecto educativo y terapéutico que busca favorecer el tránsito a la vida adulta y la inserción sociolaboral. Un proyecto que se ha ido modificando en función de las necesidades de cada momento, mejorando la convivencia social con el municipio de Sopuerta, teniendo en cuenta las resistencias encontradas inicialmente en el entorno y comenzando a formar parte de la comunidad, a través de la participación de los niños/as y adolescentes en los servicios municipales (biblioteca, piscina, y pistas deportivas).

Además, se ha fomentado un comercio de cercanía, utilizando los diferentes recursos comerciales que tiene Sopuerta para el sustento de la residencia (verdulería, panadería, farmacia, taller de coches, ferretería…) y se han llevado a cabo gestiones con diferentes entidades públicas y privadas para una mejora en la atención del servicio (protocolos sanitarios, protocolos con la Ertzaintza -un cuerpo policial que ha mantenido un papel relevante durante la puesta en marcha del recurso-, participación e implicación del consistorio municipal…).

Asimismo, cabe destacar, en la línea de lo señalado, la labor de la alcaldía del municipio de Sopuerta en las acciones solidarias e integradoras hacia los menores del “CAM Sopuerta”. Como aspectos destacables, durante este primer año, se ha participado en jornadas deportivas (campeonato de fútbol sala), en las fiestas patronales o en la organización de una actividad multicultural gastronómica en las instalaciones deportivas del Concejo de Mercadillo que tenía como objetivo estrechar lazos entre culturas, así como crear un ambiente positivo y acogedor en el municipio. Igualmente, se ha fomentado el voluntariado con la participación de vecinos del municipio que cada fin de semana programan actividades a realizar con los adolescentes de la residencia, con gran acogida.

Por último, como datos cuantitativos, señalar que el perfil sociodemográfico general de los jóvenes atendidos en este primer año desde la apertura de la residencia, son adolescentes de 17 años de edad y mayoritariamente, de procedencia magrebí, si bien la presencia de menores subsaharianos ha ido aumentando con el paso de los meses.

Por otro lado, en este primer año de gestión de este centro de preparación para la emancipación de menores migrantes no acompañados, se ha atendido a 78 adolescentes, teniendo siempre presente la idea de dar una oportunidad a cada uno de estos jóvenes que llegan al centro, lo cual les permite tener un futuro mejor.

Para ello, el equipo de profesionales del servicio ha trabajado – y lo sigue haciendo cada día con el mismo ímpetu ­– para garantizar los derechos fundamentales de estos niños/as y adolescentes, en cuanto a su integridad física, psicológica y moral, asegurándoles el libre desarrollo de su personalidad, el acceso a la información sobre su situación documental y el establecimiento de medidas de protección integral, motivos todos ellos por los que este primer año de funcionamiento del centro tiene un significado especial para FSC y el Grupo Lagunduz.