“Durante la semana del 8M, tanto mujeres como hombres, personas residentes y trabajadoras, han colaborado conjuntamente, fortaleciendo el vínculo que ya tenían”

Ángela Larrea Martínez es directora de la Residencia de Yécora (Álava) desde octubre del pasado año. Un servicio del que es titular en su gestión la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y la Asociación Lagunduz. Es Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de La Rioja, cuenta con un máster de criminalidad e intervención social con menores y con un curso de dirección de centros sociosanitarios y de servicios sociales. Ha trabajado anteriormente como directora de un centro de día en La Rioja y como trabajadora social. Considera que las dificultades que han vivido las mujeres de anteriores generaciones, las ha hecho ser más fuertes, sobreponerse, y avanzar en la lucha por la igualdad, si bien queda un recorrido por hacer.

– ¿Qué significa para ti el Día de la Mujer?

 Para mí, significa poner en valor el papel de las mujeres en la sociedad; concretamente, el trabajo, sacrificio y valor que han tenido que tener todas las mujeres mayores para poder conseguir lo que ahora disfrutamos nosotras.

En muchas ocasiones, cometemos el error de vincular un día tan significativo a temas políticos, lo que hace que la celebración se enturbie y que, tristemente, se generen diferentes “bandos”, a favor y en contra.

Por ello, creo que lo bonito de este día es honrar y valorar a todas las mujeres que han luchado y siguen luchando por nuestros derechos, apoyarnos entre nosotras y hacer fuerza todas a una para seguir hacia adelante, intentando extinguir aquellas diferencias que todavía, a día de hoy, perduran entre mujeres y hombres en algunos ámbitos laborales. 

– ¿Qué actividades habéis realizado en el centro en la semana del 8 de marzo?

Hemos planteado una serie de actividades con las personas residentes, todas ellas relacionadas con esta celebración. Nos gusta que sean las propias personas mayores las protagonistas de todas las actividades que hacemos. Por ello, organizamos diferentes sesiones de manualidades, en las que se crearon objetos para poder componer un mural con todos los trabajos realizados, algo que hicimos el Día de la Mujer.

También, durante esta jornada, hicimos una dinámica en la que las mujeres usuarias de la residencia, nos hablaron de su vida laboral, tanto dentro como fuera del hogar. En este sentido, nos expusieron lo más significativo para ellas y nos explicaron cómo se ven ahora, en la sociedad, y qué piensan sobre el papel que desempeñan las mujeres, jóvenes y mayores, en la actualidad.

Además, en este mural, tratamos de fusionar el pasado con el presente. Quisimos visibilizar el esfuerzo de las mujeres mayores usuarias que residen en el servicio y también, el de las trabajadoras de la residencia. De esta forma, se pudo constatar que, apoyándonos unas en otros/as, se consigue avanzar con más seguridad e ímpetu, consiguiendo aquello que nos proponemos.

– ¿Cómo se han ido desarrollando estas actividades?, ¿ha habido participación por parte de las personas usuarias?

Sí, la ha habido. Para el buen desarrollo de las actividades, es importante ver cómo se encuentran las personas usuarias que residen en el servicio. Hay momentos en los que están más activas y participativas y otros, en los que prefieren estar más tranquilas.

Durante esta semana, las protagonistas de las actividades han sido las mujeres, sin dejar de lado a los hombres que han querido participar. Hemos pintado sus manos de morado para dejar su huella impresa en el papel, hemos dibujado y recortado los lazos morados para ponérnoslo durante el día de la mujer en la ropa, etc.

Todas estas actividades las hemos hecho siempre con música de fondo, como no podía ser de otra manera, ya que, como se suele decir, “La música alegra el alma”, si bien en esta ocasión, hemos elegido canciones compuestas y/o interpretadas en su mayoría por mujeres.

– ¿Qué tal ha sido el ambiente laboral durante estos días?

El ambiente de trabajo ha sido muy bueno. Durante la semana del 8M, tanto mujeres como hombres, personas residentes y trabajadoras, han colaborado conjuntamente, fortaleciendo el vínculo que ya tenían.

Al tratarse de una residencia pequeña, el trato es personal y familiar, lo cual revierte positivamente en las personas residentes y se ha hecho especialmente patente, durante esta semana del 8M. Además, se ha sentido el especial cariño hacia las mujeres mayores y sus aportaciones, antes y ahora.

– En este sentido, ¿qué papel consideras que desempeñan las mujeres mayores actualmente en la sociedad?

Partiendo de la base de que la tercera edad no está nada valorada en nuestra sociedad, creo que, en concreto, las mujeres mayores continúan desempeñando un papel fundamental.

Son ellas las que ayudan a sus hijos/as a cuidar de sus nietos/as cuando están trabajando. También, son ellas las que nos han enseñado y nos siguen trasmitiendo los valores de lucha y sacrificio para seguir adelante en situaciones difíciles.

Hay que tener en cuenta que “en la vida no es todo de color de rosa”, tiene momentos en los que nos podemos ver sobrepasadas y es ahí, donde tenemos que sacar de nuestro interior eso que ellas nos han inculcado y sobreponernos a la situación, lo cual hace que salgamos más fortalecidas. El término que tan de moda está ahora, “resiliencia”, es eso que han hecho las mujeres mayores a lo largo de toda su vida.

– ¿Te gustaría aportar algo más a la entrevista?

Sí. Uno de los aspectos que me gustaría destacar es que, a pesar de que las mujeres mayores cuando eran jóvenes, se dedicaron mayoritariamente al trabajo no asalariado y/o al cuidado de familiares, son ellas las que, una vez que han tenido tiempo para sí mismas, han sabido invertirlo de manera fructífera y lo han sabido disfrutar haciendo lo que más les gusta.

Ello significa que tienen mayores relaciones sociales que los hombres, que se apuntan a diferentes actividades para estar activas, colaboran en diferentes entidades como voluntarias, etc. Esto hace que estén muy activas y que su salud, tanto física como mental, se mantenga en mejores condiciones.

Asimismo, fortalece y repercute en una mejor imagen social de las mujeres mayores, tan merecida por todos sus logros.