En esta ocasión, hemos querido hablar con Verónica Raventos, voluntaria de este centro de mayores de la Generalitat de Cataluña, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC). En su caso, colabora en un grupo de zumba con gran acogida entre los mayores. La zumba, procedente de Colombia, es la actividad física de moda en España. Cuentan que a su creador, Beto Pérez, un día se le olvidó la música para una clase e improvisó con la música que escuchan en la radio, y así nació hace 25 años. Ahora se baila en todo el mundo, independientemente de la edad.

¿En qué consiste la actividad de voluntariado que realizas?

Formo parte de un grupo de zumba, integrado por unas 300 personas, que realiza sesiones dirigidas a las personas mayores, usuarias de la Residencia y Centro de Día de Gavá, en Barcelona.

En estas sesiones hacemos una actividad aeróbica que combina la música latina e internacional con la danza y que se ha demostrado que es muy beneficiosa para la mente y el cuerpo de quienes la practican. Por ello, decidimos llevar esta actividad a la residencia.

¿Qué beneficios concretos tiene esta actividad en las personas mayores?

Con estas sesiones, tratamos de animarles y que participen en este programa de ejercicio físico, en la medida de sus posibilidades. Por poco que puedan hacer, siempre va a ser beneficioso para ellos/as. Es un ejercicio muy fácil de seguir y hace que por unos momentos se olviden de sus preocupaciones.

Además, tratamos de crear, para el grupo en general, una atmósfera positiva con la música, trasmitiendo energía y ritmo a los mayores. Algunos participan como público pues tienen su movilidad limitada, pero nos dicen que disfrutan igualmente presenciando esta actividad, aunque no puedan bailar lo que quisieran.

¿Desde cuándo realizas este voluntariado en la Residencia y Centro de Día de Gavá y con qué frecuencia hacéis las sesiones?

Llevo unos 4 años realizando esta actividad con el grupo de zumba. Generalmente, realizamos esta actividad tres veces por semana, si bien las sesiones que realizamos en la residencia las hacemos en fechas destacadas, por ejemplo en verano, durante las fechas navideñas, etc.

El día que hacemos estas sesiones en la residencia es muy intenso pues realizamos esta actividad en las salas de las tres plantas, haciendo un total de 1 hora bailando sin descanso. Solemos bailar tres o cuatro canciones por planta.

¿Qué es lo que te motivó a hacer este voluntariado?

Para poder hacer este voluntariado es fundamental que te gusten las personas mayores y que disfrutes viéndolas felices, independientemente de la actividad que hagas con ellas, si bien la actividad de zumba, como he comentado, tiene muchos beneficios.

Además, los mayores de este centro, en general, son muy agradecidos. Nos suelen preguntar cuándo vamos a hacer la próxima actuación y eso siempre nos motiva a poner en marcha una nueva sesión.

¿Qué te aporta a ti realizar esta actividad de voluntariado?

 En concreto, esta actividad me da fuerza, me da vida… y sobre todo, me llena que los mayores disfruten con ella. Lo merecen por todo lo que han pasado, algunos – durante su juventud- situaciones de pobreza, hambre… Merecen algo de alegría.

Además, en tu caso eres auxiliar de geriatría del centro, por lo que tienes una especial motivación con las personas mayores.

Así es. Desde siempre me han gustado los mayores y me he querido dedicar a ellos. Estoy muy feliz por haberlo conseguido. Por ello, me gustaría tener unas palabras para Pepita, que ahora tiene 90 años y que era la directora del centro en el que yo empecé a trabajar en tareas de limpieza. Ella me dio mucho cariño y me ayudó económicamente para que pudiera conseguir el título de auxiliar de geriatría que me abrió las puertas a otras posibilidades, y le estoy especialmente agradecida.

Además de las sesiones de zumba que hacéis en la residencia, en el grupo realizáis eventos con fines solidarios…

Sí, a través de estos eventos en los que la zumba es la protagonista y que hacemos en poblaciones cercanas a Barcelona, tratamos de recaudar fondos para destinarlos a niños/as con enfermedades raras. Nuestro objetivo es llevar la alegría allá donde vamos y donamos el 100% de los beneficios que genera nuestra actividad al Hospital San Joan de Déu en Barcelona.