La disfagia, dificultad o imposibilidad para tragar, afecta a dos millones de españoles, aunque solo un 10% están correctamente diagnosticados y tratados, según ha señalado recientemente el presidente de la European Society for Swallowing Disorders (ESSD), Pere Clavé, en el I Congreso Mundial sobre Disfagia celebrado en Barcelona.

Durante el encuentro, que este año se ha centrado en las personas mayores, los principales expertos/as en disfagia del mundo compartieron sus experiencias profesionales y hablaron de las nuevas herramientas de diagnóstico y procedimientos. También, de la adaptación de la alimentación, de los estándares mínimos de cuidados y de epidemiología.

Esta dificultad que conlleva la disfagia puede ocasionar graves complicaciones nutricionales y respiratorias a las personas, afectando a su seguridad. Por otra parte, puede ser leve, moderada o grave y puede presentarse tanto al ingerir líquidos como en alimentos semisólidos y sólidos.

Un porcentaje importante de las personas mayores presenta algún tipo de disfagia. Durante el congreso se señaló que en los próximos años, esta dificultad afectará a la mitad de las personas que lleguen a los 70 años de edad.

Entre las causas de disfagia en mayores se encuentran: accidentes vasculares cerebrales, enfermedad de párkinson, tumores en la zona orofaríngea, demencias, procesos inflamatorios o consumo de ciertos fármacos.

Durante el congreso se destacó que uno de los principales problemas de los mayores que sufren disfagia es la desnutrición y deshidratación. Según se señaló, las personas mayores dejan de comer en muchas ocasiones porque no pueden, al no presentar la comida la textura y la viscosidad adecuadas.

En el marco de este congreso, la Fundación de Investigación en Gastroenterología (Furega) y ESSD (European Society for Swallowing Disorders) organizaron unos talleres de cocina orientados a enseñar a preparar platos adaptados a personas con disfagia. Estos talleres contaron con la participación de la Fundación Alicia y Gastronomía Nutricional (GAN) y con la colaboración de los “chefs” catalanes Carme Ruscalleda y Fermí Puig.

Según explica David González, director de la Residencia, Centro de Día y Hogar “La Verneda” en Barcelona, servicio perteneciente a la Generalitat de Cataluña gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) junto al Grupo Lagunduz, “fuimos invitados a asistir a estos talleres de cocina y tratándose de un congreso tan interesante, rápidamente planificamos la salida”.

En esta salida participaron residentes y usuarios/as del centro de día, así como sus familiares y también cuidadores principales, que son, en gran parte, según mantiene David González, “los responsables de elaborar sus comidas. Y también nos acompañó una cocinera del centro, así como la animadora sociocultural y la terapeuta ocupacional”.

Según nos explica además el director de este servicio, en la línea de lo que se ha expuesto estos días en el congreso, es fundamental “garantizar una nutrición e hidratación adecuadas a las personas mayores. También, adaptar la textura de los alimentos sólidos y de los líquidos para conseguir una alimentación segura, todo ello con el fin de evitar atragantamientos y broncoaspiraciones de comida, de ahí el interés de estar presentes en este encuentro”.

También nos traslada que, antes de asistir a uno de estos talleres de cocina, el grupo de “La Verneda” asistió a una conferencia de la Fundación Alícia, en la que dio a conocer el trabajo realizado que ha permitido mejorar la alimentación de los pacientes del Hospital de Mataró con disfagia. Básicamente, crear recetas adaptadas a dos de los descriptores de textura, puré espeso y «el aplastable con el tenedor», para crear menús para personas con dificultad para tragar.

Posteriormente, desde la Fundación Alícia realizaron un taller de cocina elaborando dos platos diferentes: una “fideuà” de marisco y otro plato en el que el protagonista era el pollo, acompañado de salsa de soja y miel. Ambos platos fueron realizados de manera tradicional, pero en el momento previo a emplatar se les modificó la textura, triturando la mezcla y además se les añadió por separado las salsas de acompañamiento para combinar tipos de textura.

“Estos platos permiten mejorar la calidad de vida de las personas mayores con disfagia y combaten la malnutrición, por lo que tomamos buena nota”, mantiene el director de la Residencia, Centro de Día y Hogar “La Verneda” en Barcelona.

Tal y como se ha señalado recientemente en el I Congreso Mundial sobre Disfagia, la comida es ilusión y fantasía y es necesario trabajar para que las personas que sufren este trastorno recuperen las ganas de comer con platos adaptados pero atractivos.

La Residencia “La Verneda” gestionada por FSC apuesta por una cocina especialmente pensada para mayores que sufren disfagia