El pasado mes de marzo, este servicio de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) destinado a drogodependientes de Castellón, abría sus puertas como cada domingo. Fuertes lluvias azotaban la ciudad desde hacía unos días, aunque nadie podía esperar lo que estaba a punto de suceder. Los datos posteriores revelaron que durante 72 horas cayeron 200 litros por metro cuadrado en nuestra ciudad, lo que provocó grandes desastres.

A la hora de la cena, el jardín y la zona de aparcamiento empezaron a inundarse muy rápidamente, lo que hizo imposible que el alcantarillado pudiese despejar el agua y empezase a entrar en el local del centro. Los compañeros/as que estaban trabajando en esos momentos realizaron un gran trabajo, ya que en tiempo récord pusieron a salvo del agua los ordenadores, los colchones de las literas, y la ropa de las personas que atendemos… todo ello sin luz, ya que se tuvo que quitar por precaución.

Al comprobar que la situación no mejoraba, que el agua seguía entrando en el edificio y que no era posible achicarla, se decidió desalojar el centro por seguridad de los usuarios/as. Se organizó un dispositivo de vehículos para trasladar al albergue, a quienes así lo quisieron. Y se avisó a los bomberos que, por la saturación de trabajo de esa noche, no llegaron a acudir hasta bien entrada la madrugada, cuando uno de los árboles centenarios del jardín, concretamente un pino, cayó invadiendo la vía pública. Afortunadamente, los daños fueron solo materiales, ya que, de haber pasado en ese momento alguna persona por allí o haber caído el pino en otra dirección, las consecuencias podrían haber sido mucho más graves.

Al día siguiente, el equipo de profesionales acudimos al centro con la intención de limpiar para abrir esa misma noche. Sin embargo, nos encontramos con una situación mucho peor de lo que esperábamos. La visión era devastadora.

El equipo directivo del centro quiere agradecer la respuesta de los compañeros y compañeras del CIBE de Castellón, que por iniciativa propia y fuera de sus horarios laborales, fueron llegando sin que se les pidiera y trabajaron intensamente para limpiar, vaciar de agua, ramas y barro las dependencias del centro y, en definitiva, dejarlo cuanto antes en condiciones para retomar el trabajo. También, la buena disposición de nuestros usuarios y usuarias que nos facilitaron la tarea y colaboraron en lo que pudieron. Gracias a ellos, al día siguiente retomamos la atención matutina, y al otro, la nocturna… Una vez más, la unión hace la fuerza.

El CIBE de Castellón es un servicio financiado por la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana, que cuenta con otras ayudas procedentes de la Diputación y del Ayuntamiento de Castellón. El centro recibe también el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través de la subvención del IRPF para fines sociales.

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Mercedes Beltrán Negre
Coordinadora del CIBE de Castellón