La Fundación Salud y Comunidad (FSC), integrada en la Federación de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS), ha desarrollado este proyecto que ha formado y ocupado como agentes e informantes energéticos a 100 personas de más de 45 años y en situación de paro de larga duración. El programa, impulsado por ECAS y el Ayuntamiento de Barcelona, ha revisado el consumo energético de 3.100 hogares en Barcelona.

FSC ha sido una de las organizaciones implicadas en el desarrollo de este programa que ha tenido como objetivo luchar contra la pobreza energética y fomentar la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad social, vinculadas al programa Làbora del Ayuntamiento de Barcelona.

Para poner en marcha el proyecto, que ha tenido una duración de 6 meses, se ha dividido Barcelona en 5 zonas. En cada una de ellas se ha contado con la participación activa de entidades especializadas, lo que ha resultado el pilar de la buena ejecución del programa por su conocimiento del territorio y experiencia en el ámbito. En el caso de FSC, el equipo responsable del proyecto ha trabajado en los distritos de l’Eixample y Gràcia, que totalizan aproximadamente 385.000 residentes.

La iniciativa ha consistido en la articulación de un servicio de intervención en los hogares en situación de pobreza energética a través de la capacitación profesional de 100 personas. El perfil del profesional contratado ha sido mayoritariamente el de una persona mayor de 45 años, en situación de desempleo de larga duración, y con trayectoria profesional en el sector de la construcción y en el ámbito administrativo, dado que se identificó como un perfil con grandes dificultades para incorporarse al mercado laboral.

Estos profesionales han sido formados como agentes energéticos que visitaban a las familias para asesorarlas con relación al consumo energético de sus hogares, o bien como gestores e informantes telefónicos. De ellos, 78 fueron hombres y 22 mujeres.

Mientras que los agentes energéticos han sido los encargados de visitar los hogares para hacer una lectura de la situación de la vivienda, el gasto y el uso de energía, los informantes se han dedicado a tareas más administrativas, como la planificación de las intervenciones, la atención telefónica a los usuarios/as y la gestión de incidencias.

Desde FSC queremos mostrar nuestra satisfacción por haber tenido la oportunidad de participar en este proyecto y por los resultados obtenidos por el mismo, gracias a la colaboración de entidades con los servicios sociales municipales. A principios de octubre tendrá lugar una jornada final para entregar un certificado a los 100 trabajadores que han participado en este programa y para presentar algunos datos de evaluación del mismo.