Con motivo del X Aniversario del Hogar y Centro de Día “San José” de Zaragoza perteneciente al IASS, gestionado por nuestra entidad, Fundación Salud y Comunidad (FSC), y Valoriza Servicios a la Dependencia, Joaquín Santos ha visitado este servicio, acompañado por otras autoridades. Ha sido un honor recibir esta visita en un año en el que se celebra además el XX Aniversario del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, habiéndose seleccionado este centro de atención a personas mayores como referente en Aragón.

– Su visita a este centro coincide con su X Aniversario. Pasados 10 años desde la puesta en marcha de esta tipología mixta de servicios (Hogar y Centro de Día), ¿qué ventajas sigue ofreciendo, en su opinión?. ¿Considera que es un modelo a seguir implantándose?

Creo que es un buen modelo. Son servicios que se pueden complementar perfectamente en el mismo edificio, que se pueden aprovechar de determinadas ventajas logísticas y el hecho de que los mayores en situación de dependencia sean atendidos en un espacio compartido con mayores válidos mejora el mantenimiento de su integración social.

– En el caso del Hogar y Centro de Día “San José”, echando la vista atrás y viendo los resultados obtenidos, ¿qué destacaría?

Su fácil adaptación al entorno, su integración en el barrio.

– Se trata de un servicio, además, en el que desempeña un papel muy importante  el voluntariado.

Evidentemente. Es un espacio privilegiado para crear comunidad. Los hogares son espacios creados para facilitar la activación social de las personas mayores, su participación en el entorno y la del entorno en sus vidas. Las personas voluntarias que colaboran para mejorar la vida de sus convecinos merecen todo nuestro reconocimiento como sociedad porque contribuyen a crear sociedad. Las mejores sociedades son aquellas cuyo tejido social es más tupido.

– Su visita a este centro coincide también con el XX Aniversario del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, ¿cuáles diría que han sido los principales logros alcanzados hasta el momento por este organismo?

El IASS no ha parado de crecer. Tenemos en estos momentos un presupuesto cuatro veces más grande que el que teníamos al nacer, es decir, mucho más de lo que sería lógico por su pura actividad vegetativa. Hemos incorporado muchas nuevas competencias entre las que destaca la gestión de la Ley de Dependencia.

– Usted ha sido funcionario del IASS desde prácticamente su creación y en esta área lleva más de 25 años. Su recorrido en la Administración entiendo que le habrá ayudado a entender mejor las peticiones o aportaciones del personal técnico y las dificultades que, desde un puesto de mayor responsabilidad, se tienen para hacer cambios que desde un puesto de menor responsabilidad se ven como más factibles. ¿Cuáles son las principales necesidades que se ha encontrado en el instituto?

La principal es dar respuesta a los compromisos que el Gobierno de Aragón tiene contraídos con los ciudadanos y ciudadanas aragonesas. Es decir, hacer reales y prácticos, en un tiempo prudencial, todos los derechos subjetivos reconocidos en el Catálogo de Prestaciones.

Quizá un segundo reto, de un orden distinto, consiste en ser capaces de crear una determinada cultura organizativa que de identidad al instituto por sí mismo, que permanezca en el tiempo, en la que la planificación, la evaluación, la innovación, la búsqueda del liderazgo sean elementos principales de nuestra forma de actuar.

– ¿Qué valoración hace del trabajo realizado desde su incorporación a la gerencia en respuesta de esas necesidades?

Creo que hemos dado algunos pasos muy significativos. Por no extenderme demasiado, creo que habría cuatro principales: la puesta al día del Ingreso Aragonés de Inserción, la aprobación del proyecto de Ley de Renta Social Básica, la puesta al día de la lista de espera de plazas para la discapacidad y la ruptura de la tendencia negativa en materia de atención a la dependencia, pasando de la destrucción de 5 atenciones diarias en el periodo anterior a la incorporación de 6 nuevas personas atendidas en esta legislatura.

– ¿Qué retos fundamentales se le plantean en estos momentos al frente de la misma?

En línea con lo anterior: continuar mejorando los datos en materia de atención a la dependencia, aprobar la Ley de Renta Social Básica, abordar la puesta al día de nuestra actuación en materia de protección de menores en línea con lo dispuesto en la Ley de Infancia y Adolescencia recientemente aprobada.

– Concretamente, ¿cuáles son sus proyectos a corto y/o medio plazo?. ¿Cuentan con suficiente financiación para llevarlos a cabo?

Siempre se puede afirmar que no hay suficiente presupuesto, pero siendo realistas debo reconocer que la Ley de Presupuestos de 2016 ha sido muy generosa con el IASS. El Gobierno de Aragón ha hecho una clarísima apuesta por el gasto social en este año y somos uno de los sectores en los que el presupuesto crece claramente. Soy consciente de que esto ha sido posible porque otras áreas del Gobierno han tenido restricciones. Esto es al mismo tiempo un motivo de orgullo, pero ha supuesto una enorme responsabilidad compartida por todos los responsables del IASS. Hemos tenido el segundo presupuesto más grueso de nuestra historia, solo por detrás del de 2009 recuperando casi todo lo recortado en los últimos años. Nuestro nivel de ejecución en estos momentos es muy elevado, algo de lo que estamos satisfechos porque significa que hemos conseguido que muchas personas reciban mejores atenciones. Seguramente las 1000 nuevas familias atendidas por el IAI, las 3000 familias nuevas atendidas en dependencia y las mejoras en muchos otros servicios.

– ¿Cuántas personas están en lista de espera en Aragón para entrar en una residencia? ¿Cuál es el tiempo estimado en asignar un recurso a las personas mayores dependientes?

No disponemos de una lista de espera para entrar en residencia. Los mecanismos de aplicación de la Ley de Dependencia, hacen que no resulte posible hacer un cálculo riguroso.
Por desgracia debemos reconocer que todavía se espera mucho para recibir una atención para mayores dependientes. Partimos de esperas que podían superar las 4 e incluso los 5 años de espera. En Huesca y Teruel ya hemos bajado de los dos años y medio de espera, algo que esperamos conseguir en Zaragoza en los próximos meses.

– ¿Son muy diferentes las necesidades de las zonas rurales a las de las grandes ciudades?. ¿A qué se debe que los centros de día en Aragón no acaben de llenarse?

Las necesidades son las mismas pero la capacidad de organizar los servicios es claramente distinta. En el ámbito rural estamos proponiéndole al Ministerio modificaciones del Catálogo que nos permitan flexibilizar determinadas obligaciones, de forma que resulte más fácil la organización de los servicios.

El problema de los centros de día es muy curioso. Creo que tiene que ver con diferentes factores. Posiblemente el principal sea que debemos mejorar la flexibilidad de su uso, especialmente el transporte, que resulta logísticamente vital.