La fundación norteamericana Bloomberg Philanthropies premió el pasado 17 de septiembre el proyecto “Vincles BCN”, destinado a combatir el aislamiento social de las personas mayores. La capital catalana consigue de este modo cinco millones de euros para desarrollar este plan, después de imponerse a las propuestas de otras 154 ciudades de toda Europa.

FSC participa en la presentación del programa "Vincles" del Ayuntamiento de BarcelonaEl galardón se enmarca en el concurso “Mayors Challenge” de la fundación impulsada por Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York. “Vincles BCN” recurre a las nuevas tecnologías para crear una red de apoyo a las personas mayores. Con la dotación del premio, al Área de Calidad de Vida, Igualdad y Deporte del Ayuntamiento de Barcelona podrá sufragar parte del proyecto. Los otros 10 millones de euros necesarios saldrán de las arcas municipales. Según declaró Maite  Fandos, teniente de alcalde de Calidad de Vida y concejala de Gràcia, esta aplicación permite hacer un seguimiento y mejorar la seguridad y la independencia de las personas mayores.

El pasado 5 de febrero, el Ayuntamiento de Barcelona celebró las jornadas “Construïm Vincles” para presentar este proyecto y la prueba piloto que se está realizando entre 20 usuarios/as de la ciudad de más de 75 años y con un cierto grado de dependencia. A la jornada se invitó a todas las entidades, colegios profesionales, asociaciones, etc. de la ciudad para poder conocer de primera mano impresiones, y aportar ideas y conocimiento a este proyecto. En representación de la Fundación Salud y Comunidad, asistieron el subdirector del Área de Atención a la Dependencia, David González; la directora de las Viviendas con Servicios para Personas Mayores de Barcelona “Concilio de Trento I”, Silvia Salinas, y la directora de las Viviendas con Servicios para Personas Mayores , también situada en Barcelona, “Concilio de Trento II”, Mari Carmen Navas.

La asistencia a estas jornadas por parte de un integrante del equipo directivo del Área de Atención a la Dependencia de FSC se debió, principalmente, a que desde esta área se está estudiando en estos momentos la posibilidad de llevar a cabo iniciativas I+D en el ámbito de la atención domiciliaria de las personas mayores. Una iniciativa en la que nuestra entidad, en consorcio con una importante empresa tecnológica, pondría a prueba, mediante una prueba piloto, la aplicación de tecnología avanzada en la atención domiciliaria de este colectivo, ya que la experiencia de nuestra organización y el número de casos atendidos nos permite ser un verdadero “laboratorio social” en el que probar nuevas modalidades de atención.

El programa “Vincles” pretende romper el aislamiento social de las personas mayores y mejorar su calidad de vida mediante soluciones tecnológicas. A través de dispositivos adaptados, una tableta y un teléfono móvil (con iconos grandes, sistema táctil y a través de voz), los mayores pueden comunicarse con su entorno más cercano, haciendo llamadas, compartiendo fotografías o enviando correos. La aplicación también es muy útil para mantener el contacto con los/las profesionales de la salud y los servicios sociales. De esta forma, este proyecto cogenera resultados significativos que mejoraran el envejecimiento.

Además de las redes sociales y empresariales, se crea un nuevo concepto de red, “La Red de cuidado, de salud”. También es innovadora la idea del uso que se hace de la tecnología, en el sentido ya no de solucionar una dificultad ya existente, sino de utilizar una tecnología de éxito que se adapta a las necesidades de la personas.

Barcelona ya dispone de un servicio de atención domiciliaria para personas dependientes que utilizan unos 19.000 usuarios/as con visitas regulares de trabajadores sociales. También, existe un servicio de teleasistencia para responder a las emergencias de las personas aisladas, que cuenta ya con 70.000 usuarios/as. Otros dos proyectos involucran a la comunidad en la detección de casos de aislamiento (Programa Radares) y en aligerar las cargas de los cuidadores (Programa de Respiro Familiar).

Barcelona es la sede del encuentro mundial de referencia “Mobile World Congress”, que reúne a las principales empresas y profesionales del sector de telecomunicaciones móviles. Desde 2006, Barcelona se convierte una vez al año, y durante cuatro días, en el escaparate mundial de la tecnología móvil.

Por otra parte, el pasado año Barcelona fue “Capital Europea del Voluntariado”, una iniciativa del Centro Europeo del Voluntariado (CEV). No es exagerado decir que el voluntariado está en el ADN de la ciudad.

Volviendo al programa “Vincles”, a través de círculos de confianza personalizados y conectados (círculo de voluntarios, círculo de profesionales y círculo de proximidad), se mejora la seguridad y la independencia de las personas mayores. Un círculo de confianza o red personal, consiste en un grupo de personas que se unen para dar soporte a un usuario/a, en relación a un reto fruto que se le pueda plantear. Los miembros de la red son invitados a participar por la persona mayor o por su “shadow” (sombra), que sería la persona de referencia y de proximidad del mayor, la que estaría en el centro de “una diana” de red social. Esta persona se compromete formalmente a hacer “un seguimiento” de la persona mayor. Es la primera que detectaría una situación anómala y/o de crisis.

“Vincles” es una innovación social que supone un cambio de enfoque, de individual a colaborativo, en un sistema de atención personal. Promueve sinergias entre el sector formal (los profesionales) y el sector informal (familia, amigos, vecinos). Esto mejora significativamente la atención, rompiendo barreras y creando servicios para el bienestar de las personas aisladas.

El programa va dirigido principalmente a las personas de 75 años de edad o más; residentes que vivan solos y que tengan 65 años o más; personas dependientes con discapacidad; personas que tienen enfermedades crónicas; o simplemente personas que se sienten aisladas y a las que un profesional ha recomendado este programa. Las personas en los círculos de proximidad o redes personales son usuarios/as secundarios.

En Barcelona viven más de 300.000 personas de 65 años o más, de las que unas 100.000 superan los 80 años de edad.